Mi esposo inesperado (Narusasu)

Capitulo 16

Naruto aún no podia creer lo que habia sucedido.

Al despertarse, se habia dado cuenta de que Sasuke no estaba junto a él en la cama, y había supuesto que una pesadilla lo había hecho abandonar la alcoba.

Pero jamás hubiera imaginado que la pesadilla seria verlo de pie ante él, con la cara manchada de lágrimas y de sangre, y con una expresión en el rostro que Naruto no supo identificar.

Era como si estuviera en shock o en una especie de sueño donde su mente se habia refugiado para alejarse de lo que fuera que le había sucedido.

Naruto deseaba que le contara todo, pero al ver el destello de miedo en sus ojos, supo que lo que más necesitaba en ese momento no eran sus preguntas, sino sus abrazos.

Por eso, se le acercó despacio para no asustarlo más y, tras dejar el quinqué encima de un aparador, lo abrazó con todas sus fuerzas,

Solo entonces se percató de que el omega había pasado por algo terrible mientras él dormia, y la culpa volvió a destrozarle el corazón. Él le había jurado que lo protegería y lo cuidaría y, a pesar de eso, el omega había estado en peligro sin que él ni siquiera se hubiese dado cuenta.

Queriendo apartar el dolor que sentia en su pecho, lo abrazó con más fuerza. Si antes tenia alguna duda de sus sentimientos por Sasuke, ahora estos estaban claros, pues de solo pensar en perderlo, una angustia insoportable le asfixiaba...

Amaba a ese omega contra todo pronóstico, a pesar de haber luchado contra ese amor con todas sus fuerzas. Sin embargo, nada pudo hacer cuando su corazón clamó por el, y cuando entre sus brazos se sintió renacer.

Naruto suspiró y comprobó complacido que el más  pequeño se relajaba entre sus brazos. Ninguno de los dos habia admitido aún con palabras que amaba al otro, pero resultaba más que evidente cuando estaban juntos. Quizá el omega también se sentia sobrepasado por sus inesperados sentimientos, igual que él, o tal vez no se atrevia a decírselo.

Fuera como fuese, Naruto juró en ese mismo instante que ni el miedo, la vergüenza o la indecisión volverían a interferir entre ellos. No cuando el omega estaba pasando por tanto y lo necesitaba.

A su memoria vino el recuerdo de su esposa, y por primera vez no se sintió culpable por amar a otro que no fuera ella. Quizá el haber creido escuchar su voz en el viento lo cambió todo y ahora estaba preparado para dejarla partir. Eso si, pasara lo que pasase, Hinata siempre ocuparía un lugar en su corazón.

Pero ahora, con Sasuke entre sus brazos, era el momento del presente y de saber qué había sucedido.

Por la forma en que temblaba y se aferraba a su abrazo, debía de ser algo grave, pues de sobra sabía que su esposo no era un omega asustadizo.

-Tranquilo. Ya pasó todo.-

-El estuvo aqui.-

-¿Quién?-

-El indio, Al volver a escuchar ese apelativo, Naruto se tenso, pues no conocía a nadie con ese apodo.-

-¿A quién te refieres, Sasuke? ¿Se trata de alguien del pueblo o del rancho?-

-No, él... él... es quien.... secuestro a Sarada.-

Los peores temores golpearon a Naruto, pues ahora entendía el miedo de Sasuke. El hombre que habia secuestrado a Sarada habia estado en su casa, a solas con su esposo.

Un escalofrio recorrió todo su cuerpo y sintió el deseo de ir tras ese desconocido y golpearlo. De pronto, él recordó....

La sangre.....

-¿Te lastimo? - Sasuke se juró que si asi fuera, lo encontraría y lo mataría con sus propias manos.

-No, esta sangre no es mía -le respondió Sasuke sin poder dejar de llorar y de abrazar a su esposo. Necesitaba su calor y seguridad, no solo para darle fortaleza, sino para apartar las imágenes de Sarada con ese hombre que parecía no tener alma.