Capitulo 14

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Durante el resto del dia, todos los hombres del rancho, asi como voluntarios del pueblo y el propio Naruto, hicieron indagaciones sobre el forastero y buscaron cualquier pista sobre la desaparición de Sarada.

Todo Rosebud se habia indignado al saber la noticia, y no dejaban de llegar muestras de apoyo tanto para Sasuke como para Naruto.

Pero Sasuke apenas prestaba atención a todo el barullo que se había formado en el rancho, y permanecía en el interior de la casa, custodiado por una Chiyo que no lo dejaba solo.

La beta se esforzaba para que Sasuke estuviera tranquilo, y no permitía que la atosigaran o que le metieran en la cabeza falsas esperanzas. Y aunque Sasuke no parecía darse cuenta, le estaba agradecido por su preocupación, pero no podia evitar ir hacia la puerta cada vez que venía un jinete, por si este traía noticias o era Naruto.

Su marido se había marchado hacia una hora a comprobar él mismo las huellas que se alejaban del lugar donde habia estado Sarada, y desde entonces lo estaba esperando intranquilo.

Si bien desde la desaparición de la pequeña, Naruto habia estado organizando la búsqueda desde la casa, había llegado a un punto en que tuvo que marcharse y comprobar por él mismo las huellas que habían encontrado.

Sasuke comprendía que lo estuviera consumiendo el no poder salir él a buscarla personalmente. Lo sabia porque el mismo tenia ese desasosiego, y se sentía un inútil al no poder hacer otra cosa más que rezar por su pequeña.

El sonido de unos cascos al galope acercándose a la casa hicieron que Sasuke se levantara de su asiento en la cocina y saliera corriendo hacia la puerta de entrada.

Resignada, Chiyo suspiró y miró el consomé que ahora se enfriaba sobre la mesa. Le habia costado horas conseguir que Sasuke  aceptara probarlo y, cuando ya parecía más calmado y receptivo a comer un poco, todo se desmoronó.

-Parece que viene alguien- dijo Sasuke cuando ya salía de la cocina.

-Podia haber esperado unos minutos- farfulló Chiyo ante la inoportuna visita. Aunque debía reconocer que ella misma se moria de ganas por saber algo de la pequeña y entendía la agitación de Sasuke.

Desde la puerta, Sasuke observó al jinete que se acercaba, y cómo Naruto, junto a un par de hombres, salian a su encuentro desde detrás de la casa. Indudablemente, regresaban de comprobar las huellas.

Sasuke también observó que Naruto había apostado un hombre armado para resguardar la puerta de la casa, pues este lo saludó llevándose su mano al sombrero cuando lo vio salir. Luego, el peón se apartó y le dejó paso, y Sasuke pudo ver perfectamente que en sus manos llevaba un rifle.

-¡Quédate en la puerta junto a Suigetsu!- le gritó Naruto en cuanto lo vio aparecer.

Él mismo se había colocado frente a las escaleras que subían al porche, como si le indicara al jinete que tendría que pasar por encima de él para llegar hasta la casa.

Sasuke agradeció la preocupación de Naruto por el, aunque ahora, lo que más le urgía era saber quién era ese jinete y qué quería.

-Parece que es Shikamaru-  volvió a gritar Naruto a nadie en particular, cuando el jinete estuvo lo bastante cerca como para identificarlo.

Un minuto después, Shikamaru llegó a donde ellos se encontraban, alzando una nube de polvo al frenar en seco.

-Traigo noticias-soltó incluso antes de bajar de su caballo.

-Vallamos al cobertizo a hablar.-

- Uzumaki Naruto. Ni se te ocurra mantenerme apartado- de esto afirmó enfadado el pequeño omega mientras se les acercaba a zancadas.

Mi esposo inesperado (Narusasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora