Mi esposo inesperado (Narusasu)

Capitulo 21

Apenas le había dado tiempo a reaccionar al escuchar el grito de Sasuke.

Lo único que pudo hacer fue tensarse, antes de notar que alguien caia sobre él y salía disparado hacia un lado. Jadeando por la sorpresa, Naruto luchó por liberarse mientras rodaban por el suelo, pero cuanto más se esforzaba por separarse del hombre, este más lo aprisionaba.

En solo unos segundos, el atacante se colocó sobre él, y Naruto pudo. ver con más claridad a un hombre de tez oscura, con el cabello largo, y una mirada tan fría que estaba seguro de que se trataba de un asesino que no dudaría en matarlo.

Todo indicaba que se trataba del indio, y tal y como le habia. confesado Kabuto, lo estaba esperando al saber que acudiría para salvar a Sarada. Un plan que el indio creyó que Naruto desconocía, dándole ventaja a este.

Cuando el indio se posicionó sobre él y comenzó a presionarle la tráquea, Naruto se envaró y sintió náuseas. No podia respirar y parecia que la cabeza le iba a estallar.

-¡No!-

El grito de Sasuke a unos metros de ellos le dio la fuerza que necesitaba, al saber que si él moria, tanto el como Sarada estarían a merced de ese canalla.

Todo lo que necesitaba era un segundo. Desesperado, Naruto le arañó la cara, consiguiendo que el indio se echara un poco hacia atrás. Aprovechando esa oportunidad, Naruto le propinó un fuerte codazo en el estómago antes de rodearle el cuello con el brazo. Acto seguido, salió de debajo de él y quedó libre.

Lo primero que hizo para protegerse e impedir que el indio se acercara, fue coger su arma, pero en su funda no había nada. John apartó la vista del indio durante un segundo y comprobó que su funda estaba vacia, luego, miró a su alrededor y vio su arma en el suelo, a unos metros de distancia.

<<¿Cómo diablos habia llegado hasta ahi?», pensó.

Solo tuvo que ver la sonrisa que el indio le ofreció para darse cuenta de todo.

El debió de quitársela cuando se le echó encima, lanzándola lejos para que no estuviera a su alcance. Eso solo podia significar que ese hombre era muy rápido, y que preferia luchar cuerpo a cuerpo, en vez de solucionarlo todo de forma rápida con un tiro.

Algo que tenia sentido, pues sin lugar a dudas, con un buen rifle él lo habria podido matar en cuanto Naruto llegó al barranco.

-¿Así que quieres pelear? -le preguntó este. El indio le sonrió de nuevo  y comenzó a quitarse la camisa que cubria su torso.

-Naruto-lo llamó Sasuke con desesperación.

-Quédate alejado de nosotros.-

-Pero...

-Por favor, sasuke.-

Naruto habria preferido decirle que se marchara de alli cuanto antes, pero estaba convencido que el omega no lo haría sin encontrar antes a Sarada.

Por desgracia, estaba convencido de que ese indio la tenia escondida, y no podría matarlo hasta que le confesara dónde estaba la pequeña. También podía haberle pedido a Sasuke que cogiera el arma que estaba tirada a unos metros de el, pero no queria que ese hombre le viera como una amenaza y lo atacara.

No. Ahora el destino de los tres estaba en sus propias manos, y tendría que ser él quien los salvara.

Cuando vio el torso del indio cubierto de cicatrices, supo sin lugar a dudas que la pelea seria muy dura. Estaba claro que habia participado en más de una revuelta protagonizada por cuchillos, y que en todas habia. salido victorioso, o no estaría ante él.