Capitulo 19

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Naruto solo llevaba fuera quince minutos cuando Shikamaru llegó galopando al rancho.

Era evidente que portaba noticias, por lo que Naruto lo abordó, de modo que Shikamaru tuvo que frenar en seco su caballo.

-El sheriff acaba de llegar- le dijo a Naruto.

-¿Te ha dicho algo de los padres de Sarada?

-No-respondió Shikamaru. Solo que nos espera en su oficina.

Naruto miró hacia la casa, receloso de marcharse. No era probable que el indio regresara, pero quería estar ahí para asegurarse de que Sasuke no corria peligro.

-Yo me quedaré vigilando.- Al escuchar la voz de su capataz, Naruto se giró para observarlo.

-No creo que tarde mucho- le dijo este, aunque en realidad se lo dijo a sí mismo, como tratando de justificar su partida.

Volvió a mirar hacia la casa y vio que la luz de la habitación de Sasuke se apagaba, por lo que supuso que ya se habria acostado.

En ese caso, el omega ya no saldria fuera, y los peones estaban por todas partes haciendo rondas. Seria imposible que alguien entrara al rancho sin que nadie lo viera. Y menos aún con la descripción de un indio.

-Está bien. Iré contigo a ver al sheriff.- Quince minutos después, Naruto ya había ensillado su caballo y montaba sobre él para dirigirse al pueblo.

....................

Cuando llegaron, el lugar estaba desierto, ya que era casi de madrugada, y tanto Naruto como Shikamaru fueron directamente a la oficina del sheriff.

Conforme se iban acercando, notaron que algo no iba bien. No solo porque la luz estuviera encendida y la puerta abierta de par en par, sino porque había algo en el ambiente que no auguraba nada bueno.

- Acerquemonos con cuidado. No me gusta esa puerta abierta y que todo esté tan silencioso-indicó Naruto mientras aminoraba el paso del caballo.

Ambos jinetes continuaron, pero esta vez observando todo a su alrededor. La luna llena iluminaba la ancha calle principal y las construcciones. Era lo bastante intensa como para no dejar en la oscuridad los callejones y las azoteas, así como el interior de las casas que lo rodeaban.

Los dos alfas se mostraban inquietos, no solo por las extrañas condiciones en que habían encontrado la oficina, sino por tratarse de la madrugada previa al encuentro en el barranco.

-Pasaré primero y tú me cubres- le dijo nariz al Nara. Este asintió con un gesto y, tras bajar de los caballos, ambos se acercaron sigilosos a la puerta abierta.

Naruto apoyó su cuerpo en la pared y echó un vistazo al interior de la oficina. Sabía que había muchas zonas que no podía comprobar desde su posición, pero al menos podría hacerse una idea.

Al no ver a nadie, sintió un escalofrio. Según Shikamaru, el sheriff los deberia de estar esperando.

-Sheriff? ¿Está ahí?-preguntó Naruto.

Este creyó escuchar un gemido y se giró hacia Shikamaru de inmediato por si él también lo había oido.

Shikamaru, con los ojos bien abiertos, asintió en silencio para no delatar su presencia.

-¿Kakashi, eres tú? volvió a preguntar Naruto, esta vez tuteando al sheriff.

Cuando escuchó un segundo gemido, Naruto no esperó más confirmación. Como una bala entró en la comisaría, mirando a su alrededor hasta que se acercó al escritorio, desde donde creyó haber escuchado los lamentos.

Mi esposo inesperado (Narusasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora