1 De Agosto 1991.
07:35 A.M (De La Mañana).
Salir a volar calmo a Sirius, aún cuando fue algo efímero, el sentir el viento en su rostro y la frescura de la noche fue suficiente para hacerle sentir al Black una vez más la libertad, misma de la que pronto iba a disfrutar, solo tenía que ser paciente y aguardar a que los duendes arreglaran las cosas.
Aunque ahora que se ponía a pensar, habia alguien más que podría tomar como posible aliada, Amelia Susan Bones quien es una bruja bastante poderosa, tanto en poder mágico como en poder político, después de todo es la Jefa del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, ella podría ser de ayuda, solo tenía que decirle a Bōjak que la contactará, porque estaba segura de que los Goblins no buscarían ayuda de los magos y resolverían todo ellos mismos, pero si tenían la confirmación inequívoca de que cometió un error, y que quién lo dijera fuera Madame Bones, pues las cosas se pondrían a favor de Sirius.
Observó varios documentos que hablaban sobre las tierras que se usaban para cultivar, el anterior propietario de la casa era un ávido pocionista y tenía una buena cantidad de plantas en una porción de tierra que quedaba cerca del bosque, en los últimos años de había descuidado el cuidado sobre aquellas plantas (debido a que el anterior dueño se fue), pero según Mochi las distintas hierbas estaban bien, por lo que en la primavera podría ir a recogerlas.
Ahora que de tomaba un momento para pensar, ya se había involucrado con dos pocionistas, uno era su abuelo y el otro, aunque indirectamente, era el propietario anterior de la casa, ¿Acaso el universo le estaba diciendo que debía ser pocionista o algo así?.
Igual, no lo sería, su pasión no eran las infusiones, además, aunque le llamara la atención la idea de crear nuevas pociones, su prioridad ahora era conseguir aliados y expandir su poder.
Sus dedos rozaron la fría superficie del guardapelo de Salazar Slytherin, por alguna extraña razón cada vez que tocaba el objeto mágico a su mente llegaba la imagen de los gemelos Weasley.
Era extraño, de alguna manera sentía que el propio Horrocrux le estaba diciendo quienes debían ser sus próximos aliados, inicialmente iba a buscar a Regulus (con quién aún no se había comunicado debido a todo lo que había estado sucediendo en los últimos días).
Pero quizás los gemelos serían una mejor opción que Regulus, el hombre quería destruir los Horrocruxs, él no sería fácil de convencer, en cambio, con las palabras adecuadas podría tener a los gemelos en la palma de su mano.
Dejo los papeles de lado y se dirigió hacia el balcón que tenía su oficina, está daba al patio trasero, lugar donde estaba Toothless descansando del vuelo nocturno que habían tenido.
—¡Toothless! ¡Ven amigo! ¡Saldremos!—
El dragón se estiró y escalo por un árbol hasta el balcón. «¿A dónde vamos a ir?»
—A reclutar a mis futuros aliados, Fred y George Weasley— La castaña se subió en la espalda del dragón y se puso el arnés para no caer de él mientras vuelan, ella abrió la cola del dragón y este emprendió el vuelo, en solo unos minutos ya se habían alejado considerablemente de la casa.
Fue a través de la conexión mágica que tenía con Toothless que le indico hacia donde es que debía volar.
Sinceramente esperaba que los gemelos Weasley estuvieran dispuestos a convertirse en sus aliados o tendría que intentar cualquier cosa para convencerlos, ¿Quizás nombrarlos como miembros de su séquito? Según tenía entendido los Equitem poseían un séquito o más bien guardianes que los protegían del peligro, así que tal vez ellos verían honor en esto y se unirían a ella, ¿O sería mejor decirles que los llevaría a conocer a uno de los meodeadores?.
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Hermione Granger: Tenebris Equitem
Fantasy«Mi filosofía es que el que teme sufre dos veces.» -Newt Scamander. Los personajes y el universo de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J.K Rowling. Y Chimuelo (Toothless) es propiedad de Dreamworks.