CAPÍTULO XIX

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 El partido se llevará a cabo en el Colegio donde estudian Anna y sus compañeras. Eli y su equipo, estudian en el Instituto Teocalli, se encuentra en el Centro de Monterrey y han tenido que desplazarse hasta el Municipio de Santa Catarina.

     Llegaron desde temprano y les asignaron un espacio en el Colegio solo para ellas, es por eso que las rivales no se habían visto, ninguno de los dos equipos sabía lo que les esperaba.

           En el campo ya se encontraban Anna y su equipo, incluida Esperanza, Anna estaba rezagada detrás de sus compañeras, no quería ser vista aun, llevaban su típico uniforme color rojo con blanco, con el escudo de su Colegio, dentro del escudo tenia las iniciales ASFM, en la parte de enfrente de su playera, tenían su número, en la espalda llevaban el nombre del equipo Eagles, el nombre de la jugadora y su número.

           Anna ocupaba la posición de Escolta y tenía el número once, Ariadna era la base y tenía el número uno, Ximena era el ala-pívot y poseía el noventaiuno, Hera el veintiuno, Verónica era alero y tenía el veintitrés y Agripina era pívot con el treinta y tres.

Todas estaban nerviosas, aunque sabían disimularlo, pero cuando vieron entrar al equipo de Eli con el uniforme de colores amarillo y morado típico de los Lakers, solo que este  equipo se llamaba tejonas.

No pudieron evitar sentirse intimidadas, se desplazaban en el campo con mucha seguridad, ni siquiera voltearon a ver a sus rivales, sabían que iban a ganar y por eso las consideraban insignificantes.

Se instalaron en su área correspondiente, y comenzaron a calentar, aun no se daban cuenta de que Anna las estaba mirando directamente, Anna pidió hablar con su equipo antes de comenzar el juego.

––Ariadna, necesito de ti la seguridad y arrogancia que antes tenías, y que se las proyectes al equipo rival, necesito que las veas de forma insignificante y se los proyectes a ellas, quiero que sepan porque tienes el número uno en tu espalda.

––Jamás pensé que me pedirías eso, pero eso es fácil para mí, nací para serlo, les demostraré de lo que somos capaces las Sanpetrinas.

––Quiero que las domínes con la mirada, quiero que seas una perra como lo fuiste conmigo.

––Yo también puedo ser una perra. –dijo Ximena.

––Tú nunca has dejado de ser una perra, pero justo ahora es lo que necesito, necesito que las acaben, a la cuenta de tres, ¿Listas? –juntaron sus palmas en el centro–. Uno, dos, tres. Once an Eagle; ¡always an Eagle!

Las Eagles ya se estaban preparando, algunas comenzaban a calentar, otras se estaban quitando la chamarra y el pantalón, Anna seguía tratando de esconderse usando una gorra roja del uniforme.

Las tejonas, seguían calentando arduamente, sin voltear si quiera a ver a las Eagles, pero si había algo raro en su equipo y era que no tenían entrenador. Eso le pareció raro a Anna, pero lo desechó de su mente porque pensó que estaban tan seguras de ganar que ni siquiera lo habían llevado.

¡Vaya que arrogantes! Pensó Anna, pero siguió en lo suyo. Llegó el momento en que todas las jugadoras entrarían al campo y tomarían sus posiciones. Se disputaron el balón Agripina y Dulce.

Cuando de pronto Anna aparece en el campo de visión de Eli, esta se queda congelada, y no puede comunicarse con sus compañeras, pero el tiempo corre, y el balón ya está en el aire, la primera posesión del balón es por parte de Dulce, pero cuando le lanza el pase a su capitana Eli, esta sigue congelada y el balón es robado por parte de Ariadna.

 Las tejonas quedan desconcertadas ante la inacción de su capitana, hasta que todas notan la presencia de Anna en el campo, entonces todas se quedan pasmadas, momento que es aprovechado por las Eagles y anota Agripina, lo que tanto practicaron, el marcador es de tres a cero en la primera jugada.

Cuatro balones fuera de la canasta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora