Tan las tomó por sorpresa que el helado de Anna se derramó en el pasto, se puso tan nerviosa que intentó tomarlo con las manos, para limpiar la zona que había ensuciado. Ariadna no dejó de hacer contacto visual, había fuego en sus ojos y furia en sus puños, pero no dijo nada hasta que Eli habló.
—¿Tú quién eres y que estás haciendo aquí?
—¿Por qué no le preguntas a Anna? —Anna seguía intentando levantar el helado.
—Anna, ¿Quién es ella?
—Es… —se puso aún más nerviosa—. Es mi compañera de equipo, Ariadna. Creo que la viste en la casa de Aramberri. —Anna no dejó el helado en paz, era un pretexto para no mirar a ninguna de las dos.
—Pues no la recuerdo. —Eli desafió a Ariadna con la mirada.
Ariadna ignoró por completo a Eli.
—¿Qué se supone que estás haciendo aquí? ¿No deberías estar haciendo algo que te pedí? —preguntó Ariadna.
—¿Y tú no deberías meterte en tus asuntos y dejarnos en paz? —respondió con saña Eli.
Ariadna siguió ignorando a Eli.
—¡Anna! Dile a este ser, que no se meta, que tú y yo tenemos asuntos que arreglar, te levantarás y vendrás conmigo, o de ningún modo me volverás a ver a mí, ni al equipo, ni a Esperanza, y con la única persona que hablarás, será con la directora. —Ariadna se dio media vuelta e inició la marcha.
Anna por fin reaccionó, se olvidó del helado y se levantó.
—Lo siento Eli, es verdad, ella y yo tenemos asuntos que resolver. —corrió tras Ariadna, pidiendo a Dios que Ariadna tuviera misericordia de ella.
Anna alcanzó a Ariadna, no quiso hablar, solo siguió caminando a su lado, dándole la oportunidad para que ella iniciara la conversación.
—¿Eso es lo que haces en cuanto tienes la oportunidad de estar sola?
—No entiendo, ¿A qué te refieres?
—Viste que ya no podías seguir jugando con Ximena, y te diste cuenta que las cosas se pusieron difíciles con Esperanza, y decidiste buscar refugio en tu anterior amante. Hay que ser una mierda, para hacernos eso y hacerle eso a Esperanza en su situación.
—¡Yo no busqué a Eli! Ella me buscó a mí, estaba esperándome en la salida, y es verdad que me asusté, —Anna bajá la cara por vergüenza, y enjuta el cuerpo, tratando de ocupar el menos espacio posible—. No sé qué hacer para solucionar el problema de Esperanza, sé que está enojada conmigo, pero no creo haber tenido la culpa, yo trataba de no lastimarla impidiendo que me viera, estaba y estoy echa un lio, ni siquiera he podido procesar lo que me pasa, y ahora tengo que ignorar lo que siento para poder ayudar a Esperanza a sentirse mejor.
—¿Y crees que huyendo solucionarás todo?
—Claro que no, pero por lo menos me dará tiempo para estabilizarme y procesar mis emociones.
—Pues no, no lo tienes, tienes que resolver esto primero y luego procesas todo lo que quieras.
—¿No crees que es injusto?
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Cuatro balones fuera de la canasta.
RomanceAnna, una adolescente, con grandes habilidades para el baloncesto además de ser abiertamente lesbiana, llega a vivir a un departamento ocupado solo por chicas, las cuales son sus compañeras de equipo, Anna tendrá que conocer a sus nuevas compañeras...