Ariadna parecía que no dejaría de llorar, y esto estaba poniendo incómoda a Anna, no sabía como reaccionar, porque Ariadna no era su persona favorita, además de haberla hecho ver su suerte en múltiples ocasiones, nunca encontraba algo que tuvieran en común. Pero entre mas lloraba Ariadna, estaba mas tentada en sentir empatía por ella, y justo eso era lo que no quería.
Anna no tuvo mas remedio que buscar unos pañuelos y ofrecérselos, aunque Ariadna ni la volteara a ver. Se cubría la cara con las manos, por la pena que sentía al llorar frente a la chica mas desagradable que había conocido.
-¿Podrías dejar de llorar? Yo se que no es lo mas apropiado que se dice en estas situaciones, pero no se que hacer, además desde hace varios minutos te he extendido unos pañuelos, pero no puedes tomarlos porque te has cubierto la cara. -Anna estaba de pie frente a ella.
-¿Podrías callarte? -Ariadna levantó la cara y la miró con ojos de furia, arrebatándole los pañuelos.
-Lamento mi descortesía pero es verdad que no se que hacer, ni siquiera considero que sea apropiado abrazarte, porque siento que tu y yo no somos tan cercanas y solo estaría invadiendo tu espacio personal, ¿No crees?
-Te pedí que te callaras, no hagas esto mas incómodo. -Ariadna estaba mas molesta que antes.
-Bueno, por lo menos el fuego no se ha apagado completamente en ti, creo que eso es bueno.
-Ahora resulta que sí te gusta mi lado antipático y controlador. -en su voz había un tono de desfachatez.
-Pues no, pero prefiero eso a tu lado depresivo, no quiero sentirme triste por ti.
-¿Te das cuenta de lo horrible que suenas? ¡No te creas mejor persona que yo, porque no lo eres!, ¡mírate!, -Ariadna se incorporó encarando a Anna.- Crees que eres el tipo de persona que va por la vida ayudando a las demás, siendo linda, comprensiva y amable, pero en realidad utilizas a las personas y luego las culpas si ellas no hacen lo que tu esperabas. -Cada vez se fue acercando mas a Anna-. Para luego hacerte la victima de todos, «¡Ay Eli jugo conmigo!, ¡Es una maldita sin corazón!», ¿Alguna vez te pusiste a pensar en la responsabilidad que tu tuviste en todo lo que te pasó? ¿O si tal vez nunca amaste a Eli y solo querías joder a Joaquín? -El cuerpo de Ariadna comenzaba a empujar el cuerpo de Anna, sin que esta hiciera nada al respecto-. No soy tonta Anna, se perfectamente que te hiciste amiga de Ximena para joderme a mi, no porque realmente te agradara, Ximena era una copia de mi, así que era tan desagradable como yo, y es obvio que yo no te agrado, ni siquiera en estos momentos puedes dejar de ser tan miserable. Te crees mejor que nosotros, porque crees que al ser ricos somos unas basuras, ¡que no sentimos!, ¡que no sufrimos!, ¡que no merecemos compasión! ¿O dime si no es así?, ¿Dime si estoy equivocada?
Anna no pudo responder mientras Ariadna la seguía empujando hasta arrinconarla en la pared. Cada palabra que emitía Ariadna estaba cargada de odio e ímpetu, tanto, que Anna podía sentir la saliva de Ariadna en su cara.
Todo lo que Ariadna hablaba era una daga en el corazón de Anna, por qué, justo esas palabras eran repetidas en el interior de Anna, pero ella se negaba a escuchar, no estaba segura de amar a Eli, tampoco estaba segura si en algún momento lo había pronunciado en voz alta, pero no quería admitirlo porque sentía que le restaría importancia a su dolor y todo lo que Eli le hizo, porque lo que le hizo, aunque también lo dudara, había sido algo horrible, y eran el tipo de acciones que no hacen las personas buenas.
Pero Ariadna no dejaba de hablar, seguía arremetiendo contra ella, y su cerebro, no dejaba de sobre pensar en lo que Ariadna le decía, en todos los errores que había cometido, en Eli, en Joaquín, en Ximena, en Esperanza y en ella misma, seguía llegando a la misma conclusión, de que no sabía lo que sentía y tampoco estaba segura de lo que quería, lo único que si sabía era que Ariadna cerrara la boca.
Tanto lo deseó que le cerró la boca de un beso, un beso agresivo, que estaba mas enfocado en lastimar a Ariadna que en darle placer, le mordió el labio hasta hacerla sangrar, la sangre de Ariadna se mezcló con la saliva de ambas. Ariadna respondió el beso igual de agresivo, y tomó el cuerpo de Anna presionándolo hasta vaciarle el poco oxígeno que le quedaba.
Anna quería cortar el beso para poder respirar, pero Ariadna no la dejaba, no había amor, ni cariño en el beso, solo rencor y violencia. Su cuerpo pedía cada vez mas oxígeno, sentía que se le acababa el tiempo, pero era la rehén de Ariadna y quería llevarla al límite, Anna se lo merecía, por todo lo que le había hecho.
Sus planes se echaron abajo cuando entro una llamada al celular de Anna.
-!Bueno¡, Anna, ¿Estas bien? No he sabido nada de ti, pensé que te había pasado algo, no contestabas mis mensajes, ¿ya vienes a casa? -Esperanza estaba al otro lado del celular.
-¡Disculpa, Esperanza!, olvidé mandarte mensaje para avisarte que no podría llegar a casa hoy, el festejo se alargó y me quedaré en casa de Ximena. Lo siento. -Respondió Anna.
Ariadna le hizo caras a Anna de ¿¡Como es que no le avisaste a Esperanza¡?
-¡Debiste haberme avisado antes! Que no vendrías a la casa, te he estado esperando y no me había podido dormir, ¿Como es que no piensas en mi?
-Lo lamento mucho, Esperanza, tienes razón, debí avisarte antes, y no pensé en ti, fui muy egoísta, se me fue el tiempo, no lo hice a propósito te lo juro, ¿Puedo hacer algo para solucionarlo?... Esperanza, Esperanza, Bueno, Bueno, ¿Me escuchas?
-¿Te colgó? -preguntó Ariadna.
-Creo que si.
-Creo que esta muy enojada contigo, debiste haberle avisado antes, tendrás que esforzarte para que te perdone. No entiendo como no pudiste pensar que se enojaría contigo.
-Eso mismo me pregunto yo, ¿Como es que no lo pensé antes? ¿Como es que lo olvidé y me metí en este problema? Seguro Esperanza pensará que no me importa, y seguramente tu dirás que ella tiene razón. Pero ambas se equivocan, porque Esperanza si me importa y esa es la razón por la que no volví a casa y no la volví mi paño de lagrimas, para no hacerla sentir mal y para no hacerla cargar con mas peso del que ya carga. Es verdad que lo que dijiste es cierto, soy una persona egoísta, se me hizo cómodo adoptar el papel de victima, sin responsabilizarme por las acciones que yo hice.
No es un secreto que odio a Joaquín, pero yo no sabía que a él le gustaba Eli, así que no pudo ser una venganza, se que lo que sentí por Eli fue genuino, si me enamoré de ella, de hecho fue la primera vez en mi vida que me enamoré, y quería algo serio con ella.
Antes de conocer a Eli, jugué con muchas chicas, bueno en realidad no se puede decir que jugué con ellas, porque siempre fui clara que solo quería algo para pasar el rato y ellas aceptaban.
Creo no debí de hacerlo de esa manera, porque aunque fuera clara con ellas, algunas si se enamoraban de mi y terminaban con el corazón roto, no se si el haber sido honesta solo es una excusa que utilizo para no pensar en el dolor que les provoqué. Pero juro por Dios, que lo que sentí y lo que siento por Eli es real, por eso me agobia tanto causarle dolor a Esperanza con esto.
No se lo que tengamos Esperanza y yo, se que nos gustamos mutuamente pero no se si eso sea suficiente y tampoco hemos hablado sobre tener una relación, después de su crisis, eso es lo único que ha importado y creo que será lo único que importe. Esperanza no esta en la mejor situación para poder consentir tener una relación, aunque sea obvio que ambas nos deseamos.
En su situación no puedo presionarla para que me diga que quiere ser mi novia, puede hacerlo, pero no será genuino, porque esta pasando por una crisis, y en su estado, seria capaz de decir cualquier cosa con tal de no estar sola. Y yo, justo en esta situación, no se que es lo que sería mejor para ambas.
En este momento estoy tan saturada de emociones, siento amor y a la vez, en la misma proporción siento muchísimo rencor y dolor por Eli.
Siento vergüenza, vergüenza por haberme dejado engañar por Eli, creo que fue obvio que no quería nada conmigo y aún así yo seguí tras ella, guardando la esperanza en que le gustara de verdad.
Pero a la vez me siento como una idiota, siento que exageré, siento que convertí todo en un problema, que me precipité en pensar que Eli me utilizó, con esto, lo que me acaba de decir ella, pues, ya no se que es real, o en que confiar, si en lo que yo siento o en lo que ella me dice, yo quiero creerle.
Aun siento algo por ella, aun la quiero, y me siento una idiota por no saber que pasa en mi vida, por no ser mas inteligente, por estar en la zozobra de no saber que pasa conmigo. ¿Como es posible que a mi edad no sepa que demonios es lo que me pasa y lo que siento? ¿Como es posible que no sepa cual es la verdad? ¿Seré una idiota si vuelvo a creer en Eli? ¿O seré una idiota si creo en mi? ¡Ya no se que es lo que me pasa!
De lo que si estoy segura es que es verdad que me acerqué a Ximena con un plan, no fue de forma genuina, pero no fue para joderte como dices. -Anna duda en decirle la verdad-. fue para acercarme a ti, no quería que las cosas salieran como salieron, mi plan era acercarme a ti, para que nos volviéramos amigas y dejáramos de pelear, así el equipo no se dividiría.
Hice las cosas mal, es cierto, pero nunca pensé joderte y menos utilizarte, yo so... -la interrumpió Ariadna.
-¿Como que utilizarme? Preguntó Ariadna.
-Pues, pues, -Anna se puso nerviosa, no quería decirle que Esperanza le pidió enamorarla para poder manipularla-. si, utilizarte para que dejaras de ser un problema para el equipo.
Ariadna no quedo muy convencida con la respuesta de Anna y siguió insistiendo.
-No parece sincera tu respuesta, incluso estas nerviosa, ¿Que es lo que me estas ocultando? -pregunto Ariadna.
Anna se puso aun mas nerviosa.
-No te estoy ocultando nada, creo que estas exagerando, no hay... nada oculto.
-la forma en que respondes me hace pensar que en realidad si hay algo oculto y no me iré hasta que me respondas.
-Pues puedes quedarte aquí si quieres.
-¿Te diste cuenta que implícitamente aceptaste que me ocultas algo y por eso sugeriste que me durmiera aquí?
-Claro que no, es tú mente la que está ideando cosas que no existen.
-¡Basta ya! O me dices la verdad o le diré a Esperanza lo que te está pasando.
El cuerpo de Anna proyectó asombro y estupor, quedó inmóvil, se sabía atrapada, y su cuerpo intentó protegerla quitándole las funciones motoras, intentando imitar la defensa primitiva de si no me muevo, no me ve, pero fue infructuosa.
-Déjate de tonterías y contéstame.
-No lo tomes a mal, pero Esperanza me pidió que te enamorara, para poder manipularte y que dejaras de joder al equipo.
-¿¡Que mierda estas diciendo!? ¿Como es que Esperanza te pidió que me enamoraras? -Ariadna apretó tanto los hombros de Anna, que ella sentía que le cortaba la circulación.
Aunque le dolían los hombros no dijo nada, tampoco podía ver a Ariadna a la cara, se sentía avergonzada.
-No te enojes, Esperanza estaba desesperada, no habíamos ganado ningún partido, éramos el peor equipo, tu la tratabas terrible, como si fuera tu sirviente, no deseabas colaborar con el equipo, y tampoco aceptabas los consejos que ella te daba, aun siendo ella la entrenadora, tu no le hacías caso y querías ordenarle que hacer.
Eras grosera y prepotente, con ella y con todos, incluso con la directora, tu pretendías que despidieran a Esperanza del equipo. A mi también me querías fuera, me odiabas y buscabas cualquier oportunidad para lastimarme y no lo niegues.
Así que Esperanza estaba desesperada y fue lo único que se le ocurrió para hacer que las cosas fueran armoniosas en el equipo y que tu pudieras cooperar. Fue por eso, y lamento mucho haber accedido llevar a cabo ese plan, aunque al final no fue necesario, solo te bastó para cambiar el haber perdido a Ximena, y te aseguro que en esa situación yo ni tuve nada que ver.
-Que descaro, ¿como te atreves a defenderla? Después de que te pidió algo tan bajo, para ella y hasta para ti.
-Es verdad, pero no hubo necesidad de llegar a eso y si te sirve, Esperanza también se arrepintió de habérmelo pedido, esa era una de las razones por las que ya no quería volver a ser nuestra entrenadora, creía que era una mala influencia para nosotras.
-¿Y no es verdad?
-Lo es, pero creo que tu eres la menos adecuada para juzgarla, tu al igual que ella cometiste muchos errores y apuesto que peores, y se que tratas de reivindicarte, pero, ¿como es que quieres que te perdone Ximena si tu no eres capaz de perdonar?
-¿Y que esperabas? Me acabas de contar que tu y Esperanza hicieron un plan para manipularme por medio de mis sentimientos, que planeabas jugar con mis emociones, ¿Así pretendes que las perdone inmediatamente? Pues no, así no funcionan las emociones, tengo derecho a estar molesta y tengo derecho a no perdonarlas si no quiero. Esperanza no es la mas adecuada para ser nuestra entrenadora, no se lo merece si es capaz de jugar así.
-¡NO TE ATREVAS! Sabes que necesitamos a Esperanza para ganar, sabes que ella conoce muy bien a la entrenadora de las tejonas, y también sabes que las volveremos a enfrentar si seguimos ganando los partidos. Pero sobre todo, sabes que me necesitan a mi, si tu cuentas a alguien lo de Esperanza y por esa razón la despiden, te juro que abandonaré al equipo.
Se inició un juego de miradas, cargadas de furia, ninguna cedería, ninguna quería perder, ambas tenían sus razones, ambas lucharían, hasta donde pudieran.
-No diré nada, pero, nunca perdonaré a Esperanza, y un día sin que ni ella ni tu lo sepan, me vengaré de otra manera, sin que la despidan, ella tendrá que saber que es por mi y que yo se lo que tu y ella planearon. Y otra cosa, no importa lo que pase, ni lo que Eli te diga, incluso si vuelves con ella, tu jamás renunciaras al equipo, porque en el momento que tu lo hagas, yo se lo contaré todo a la directora.
Ariadna apretó mas los hombros de Anna, y antes de marcharse, la lanzó a la pared, sin darle oportunidad de réplica.
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Cuatro balones fuera de la canasta.
RomanceAnna, una adolescente, con grandes habilidades para el baloncesto además de ser abiertamente lesbiana, llega a vivir a un departamento ocupado solo por chicas, las cuales son sus compañeras de equipo, Anna tendrá que conocer a sus nuevas compañeras...