Cosplay (Lenicoln)

76 5 1
                                    


- Leni... ¿En serio vas a ir así a la fiesta de disfraces? -preguntó Luna, mirando a su hermana mayor con incredulidad.

- ¡Oh! ¡Claro que sí! -respondió la rubia, entusiasmada-. ¿Por qué? ¿Acaso no es bonito?

- Ahh... ¡Ajá! -se apresuró a contestar Luan, igual de incrédula que la rockera.

Claro, el disfraz era muy bonito. Demasiado bonito y demasiado sexy. Tanto, que de seguro Leni atraería las miradas de los chicos durante toda la noche; y quizá algunos no se conformarían solo con mirar.

Leni las miraba sonriendo, pero su sonrisa se apagó un poco cuando miró los rostros demudados de sus hermanas.

- ¿Qué pasa? Como que... En realidad, el disfraz se ve mal, ¿cierto? -dijo, comenzando a ponerse triste.

- Err... ¡No! No se ve mal, Leni. Pero, ¿sabes? Quizá debiste elegir un modelo menos... revelador.

Leni se volteó a ver en el espejo, y no comprendió bien cuál era el problema. El disfraz la había fascinado desde el primer momento. Era muy parecido a la vestimenta de Misty, de la caricatura Pokemón. A Leni le pareció muy divertida la idea de vestirse como ella; y se enamoró del disfraz cuando se dio cuenta de que la camisola, en lugar de ser amarilla, era turquesa: su color favorito. No pareció darse cuenta de que la camisola y los pantalones cortos eran mucho más cortos que los del personaje.

La camisola no tenía mangas y era bastante ajustada. Resaltaba mucho los senos medianos de la muchacha, y dejaba al descubierto gran parte de su hermoso vientre plano. Los pantalones cortos ni siquiera cubrían la totalidad de los bien formados glúteos.

- Bueno... yo creo que es bonito. Y me salió bastante caro -repuso Leni-. ¡Sería una pena si no me lo puedo llevar!

Luna y Luan intercambiaron una mirada significativa. Si ellas o Lori hubieran estado disponibles, quizá no habría mayor problema; pero Leni iba a ir sola, y de seguro comenzarían a acosarla casi de inmediato.

- Leni... El disfraz no se ve bien. Llevarlo podría ser... Bueno; bastante peligroso para ti.

Leni las miraba cada vez más confundida.

- Pero... ¡Si no tiene listones ni faldas largas! No es como que me voy a tropezar con él, ni nada parecido.

Luan exhaló un suspiro. ¡Otra vez, Leni no entendía nada! Por fortuna, en ese momento se le ocurrió lo que podía hacerse. Respiró profundo, y habló en el tono más condescendiente que pudo.

- Mira Leni, hagamos esto: lleva tu disfraz y diviértete. Llamaré a una de mis amigas para que te eche un ojo durante la fiesta, ¿de acuerdo?

Dicho esto, ella y Luna salieron de la habitación, dejando a Leni confundida y preocupada.

No podía entenderlo. ¿Acaso el disfraz se veía tan mal? ¿Por qué consideraban que era peligroso?

¿A quién podía preguntarle? Sus padres no estaban. Lynn y Lucy carecían de todo sentido estético, y Lola estaba fuera de la casa, entrenando para un desfile de modas infantil. No había nadie a quién preguntar...

Entonces, sus ojos se iluminaron. ¡Por supuesto! Lincoln estaba en casa. ¡Él le iba a ser sincero!

- Sin duda Linky me ayudará -pensó, llena de alegría- ¡Él siempre sabe qué hacer, y me dirá la verdad!

***

Lincoln estaba haciendo deberes cuando escuchó que tocaban a la puerta de su cuarto.

- ¡Adelante! -dijo, y escuchó la dulce voz de Leni que lo saludó con entusiasmo. Se dio cuenta de que su hermana cerraba la puerta, y se volteó para mirarla. Al verla, se llevó tal impresión, que no pudo evitar abrir la boca y dejar caer la calculadora que tenía entre las manos.

The Loud House: minirelatos e historias cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora