- ¿Ya te sientes mejor, Linky? -dijo Luan, deleitada. Acariciaba el suave cabello blanco de su hermano, después del violento ataque de risa que había tenido.
- Ay... -se quejó Lincoln, mientras jadeaba para recuperar el aliento-. Sí... ya voy mejor, hermanita. ¡Cielos! De verdad, has mejorado muchísimo.
- ¿En serio lo crees, Linky? -dijo la bella chica castaña, sin dejar de acariciar a su hermano. Se sentía tan feliz, que sus grandes ojos oscuros se nublaron por la emoción.
- ¡Claro que sí! -dijo el muchacho, frotando su vientre adolorido-. Tus nuevos chistes de verdad son graciosos, hermanita. ¡Los amo! Casi tanto como a ti.
Lincoln extendió sus brazos y estrechó con fuerza a su hermana. Se retuvieron unos instantes y se separaron solamente para darse un suave beso en los labios.
- Creo que es mejor que nos vayamos de aquí, cariño. Si alguien nos ve, no va a ser nada gracioso.
Lincoln sonrió, y tomó a su querida hermana de la mano. Al menos, ese sencillo gesto sí podía ser interpretado como una muestra de amor fraterno.
***
Estaban en los linderos de Royal Woods, ocultos en un paraje desde donde podían ver a cualquier intruso a cien metros de distancia. Luan le contaba otro chiste a su hermano, y él se desternillaba de risa.
- ¡Ay, Luan! ¡Ja, ja, ja! Para, por favor... ¡Ya no puedo!
Luan estaba radiante. La cabeza de su hermano reposaba sobre sus piernas, mientras ella lo acariciaba una y otra vez.
- No puedo evitarlo, mi amor. ¡Me fascina verte reír! Además, si no fuera por ti, nunca me hubiera vuelto verdaderamente graciosa.
Luan se inclinó sobre su hermano y compartieron un beso suave, pero muy apasionado.
- Yo no hice nada, mi amor. Tú ya eras graciosa.
- ¡Ay, Linky! Por eso te amo tanto... Eres tan tierno, y sabes mentir por amor. Pero ya no hace falta, mi vida. No solo me hiciste feliz cuando te me declaraste, sino que también me revelaste el verdadero secreto de la comedia.
- ¿Sí? -sonrió él, mientras acariciaba sus mejillas aterciopeladas-. ¿Y cómo fue que hice eso, hermosa?
La sonrisa de Luan la hizo ver aún más bella.
- Fácil, mi vida. Antes de tenerte, me preocupaba por que mis bromas me hicieran reír a mí...
Luan dibujó las labios de Lincoln con la punta de sus dedos.
- Pero gracias a ti... Gracias a tu amor, ahora entiendo que antes que nada, debo hacer felices y divertir a los demás. Como tú siempre lo haces, corazón.
Lincoln sonrió, mientras los labios de su amada hermana volvían a cubrir los suyos.
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The Loud House: minirelatos e historias cortas
FanfictionUna colección de historias sobre la serie The Loud House.