placer Ilicito

CAPITULO 25

MEY

Al llegar a la residencia, el hombre de antes se me queda mirándome como si estuviera en problemas él y yo. Me pide las llaves pero me negué a entregárselas, me gustó mucho en realidad así que me quedaré con ellas por un tiempo

—Ay... por favor señora, entrégueme las llaves antes de que el señor Santoro...

—Si el quiere sus llaves, entonces que me las pida a mi personalmente, no te preocupes.

Al entrar a la casa y dirigirme hacia la sala, me dejé caer como si fuera mi cama, la comodidad era perfecta en estos momentos en el que mi cuerpo estaba exhausto. Abro mis ojos pensando en que mañana comenzaría una nueva rutina con mis clases y mi trabajo, dividir mis horarios con el trabajo no era lo que esperaba ya que ahora mi trabajo aumento pero la paga será buena

Mi estomago ruge así que me levanté por algo de comer pero detuve mi andanza cuando vi que la puerta se abrió, por un momento pensé que había sido él, pero al ver a Lucas entrar me extrañó el que estuviera aquí y no con su padre

"¿y esa maleta?"

Ladea una sonrisa al verme como si hubiera hecho algo malo

—Asi que conseguiste casarte con mi padre. Irónico sabes... jamás se me ocurrió que fueras ese tipo...

—No me compares contigo. Yo no soy la que suplica perdón ante todos para luego meter tu pene en la primera vagina que se te pase por en frente. —lo dejé en el pasillo y fui algo de comer a la cocina, no soy una experta, pero al menos se cómo prepararme una pasta. —¿Qué haces aquí? —dije al verlo entrar a la cocina.

—Tienes razón. Y un perdón ya no significa nada para ti, ¿vedad?.

—No.

—Pero ¿Por qué él? De tantos hombres en el mundo... ¿Por qué mi padre? ¿Acaso te quieres vengar de mi? Porque si es así, lo conseguiste.

—Aclaremos algo. Yo no tengo porque darte explicaciones, pero te conozco tan bien que sé que no me dejaras en paz si no te doy una respuesta. Víctor... es alguien fácil de volver loco y me gusta eso, tengo toda su atención, cosa que jamás obtuve de ti.

El no dice nada, se queda callado y solo me observa, fue un respuesta concreta para hacerle entender que yo, jamás fui su prioridad y en cambio con Víctor, es diferente porque aunque las circunstancias son extrañas, soy la mas importante o al menos es lo que me hace creer, y aunque estemos casados, siento que hay algo que aun no sé, no lo sé... tal vez sea el hecho de que aun me atormenta ese recuerdo donde cogía con su ex esposa lo que me haga creer eso.

—De haber sabido esto antes... jamás habría venido aquí como ultima opción, no quisiera escuchar a mi padre y a mi primer amor teniendo relaciones.

—¿Y la fraternidad?

—Prefiero mi espacio donde nadie me tenga a su vista...

—Si, si...

Ambos guardamos silencio cuando escuchamos que alguien entra, no tardamos mucho cuando lo vimos entrar a la cocina, nos mira a ambos pero después sus ojos me miran a mi como si esperara una explicación

—¿Qué? —murmuro mientras termino mi cena

—Sabes muy bien a lo que me refiero. Te dije que nadie...

—No. Aclaremos algo, yo no soy tu hija para que me des ordenes, yo hago lo que quiero, el que seas mi "esposo" no significa que vas a controlar mi vida.

—No se que ideología tienes del matrimonio...

—En primera, yo estaba bien con mi libertad, tú fuiste el que me sacó de mi cena con Clark diciendo que era tu esposa, y sé perfectamente lo que significa un matrimonio, no soy la estúpida sumisa que aparento, si no, pregúntale a tu hijo que me conoce más que tú —me tomo de golpe mi bebida —Y si no te parece esto, entonces dame el divorcio porque el hecho de que esté aquí, no significa que ya olvidé que Ambos, me traicionaron la misma noche.

Salí molesta de la cocina y me encerré en la habitación que se supone que compartiría con él, me aseguré de que no pudiera entrar al colocar un mueble como obstáculo en la puerta, además, de que me sirve que duerma en la misma habitación conmigo si me di cuenta que ya no es lo mismo que aquellas noches que me hicieron tener sueños húmedos por varias noches.

Me desperté a tempranas horas de la mañana, y me fui a la universidad para pagar mis mensualidades, recibí mis clases, pero fue imposible concentrarme ya que el no dejaba de llamarme constantemente.

"¿Dónde estas?"

No respondía ni sus mensajes ya que quería ver si en verdad lo torturaba con mi indiferencia así como el cree que lo hace.

—¡Mey!... —volteo y veo a Erika correr cuando estaba apunto de irme a la oficina —Que bien, pude llegar a tiempo.

—¿Pasa algo?

—¿Puedes darme un aventón?, es que esa chatarra de auto... ya no enciende más.

Seria cruel decirle que no, después de todo, fuimos amigas desde la infancia, además que la culpa de todo esto, es un hombre que creyó que podía estar con ambas al mismo tiempo y sin olvidar que nos hizo enamorarnos de él.

—Si no quieres solo...

—No tengo un casco extra... así que... tendrás que conseguir uno prestado.

Ella sonríe y dice que sabe a quien pedírselo. Si, soy una tonta por confiar en ella pero antes de conocer a Lucas, solo éramos ella y yo, si teníamos nuestros altibajos pero siempre terminaban con una taza de chocolate.

Cinco minutos después regresa con un casco, se lo coloca y se sube. Las empresas de Víctor se encontraban a una hora y media de la universidad, así que debíamos apresurarnos antes de que el tráfico empeorara.

Al llegar Lucas estaba afuera, cuando me ve se acerca y mira curioso a mi pasajera, le ofrece su mano para ayudarle, pero dejándome sorprendida Erika lo rechaza, se quita el casco y cabreada lo golpea cuando entra a los edificios.

Se llevan la moto y yo fingí que no existía, pero me sigue detrás, con fastidio volteo.

—¿Qué quieres Lucas?

—Necesito decirte algo sobre mi padre... —me sigue hasta mi oficina —Mey... escúchame.

—¿Qué!?...

—Te digo que necesito hablar contigo sobre mi padre y es importante.

—Dilo ya y sin rodeos entonces. ¿Qué es eso importante que tienes que decirme de Victor?.

—Él...

Dejo de prestarle atención cuando veo que Víctor iba de salida con su ex mujer, la sangre me hierve cuando veo que va de tomado de su brazo.

"¿Que esto? ¿Porque lo permite?"