CAPITULO 45

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VICTOR

Jamás pensé que sería capaz de arriesgar mi vida por alguien mas, pero cuando vi que estuve a punto de perderla, mi cuerpo se movió para tomar su lugar, después de eso, todo se volvió negro y frio pero eso desapareció cuando escuché su voz diciéndome que no me dejaría ir, que estaría bien

Todo se volvió cálido después de escuchar su voz diciéndome eso. Sentía que algo estaba causando peso sobre mis manos haciéndome que abra los ojos, al lograrlo, pude ver a lucas durmiendo al lado de su madre, no podía mover mis manos y mucho menos mi cuello y al intentar hacer un movimiento me quejé levemente de dolor haciendo que todos se despertaran

—¡¡Papá!!

Escuché a todos mis hijos llamarme en coro, Lucas reacciona rápido al ver que me abrazan con fuerza y les indica que no pueden hacerlo por ahora por mi estado, le pregunto que había pasado y me contó lo que había pasado y que por poco muero.

—Si no fuera por Mey... te habríamos perdido.

—¿Qué?... pero como...

—Ella nos explicó todo, y fue en contra de las normas y se encargo de todo para salvarte. —sonrío emocionado porque siempre sigue sorprendiéndome —Ella te sigue amando mucho papá.

Lucas me dice que incluso mi padre estuvo llorando al creer que moriría, dijo que no podía perderme a mí también, el único que recuerdo que tenia de su amada Amelia, mi madre lo fue todo para ella, y cuando murió creí que me odiaba porque veía en mi a mi madre.

—Soy afortunado. —observo a mis hijos frente a mi —Lo tengo todo ahora. —ellos toman mi mano felices porque desperté. —¿Dónde está ella?

La sonrisa y felicidad de mi hijo se desvanece cuando pregunto por ella, le pregunto si había pasado algo pero no quería decirme si le prometía mantener la calma y asentí sin prometer nada.

—Dos oficiales se la llevaron.

—¡¡Qué!!.. —me quejo del dolor cuando levanto la voz, mi cuello dolía demasiado —¡Porque!..

—No lo sabemos. Solo dijeron que debían acompañarla, pero no te preocupes, mi nuestro abuelo y Erika se fue con ella, buscaran un abogado por si algo sucede.

—No, yo tengo que..

—¡¡Que demonios haces!! —dijo molesta la madre de lucas —¡Esa chica hizo todo para salvarte! ¡Y así quieres agradecerle!

—Tú no entiendes...

—¡El que no entiende eres tú! ¡Todos estábamos con el alma en un hilo pensando que morirías, incluso esa chica... ¿crees que alguien haría eso sabiendo que podría... deja de ser un idiota y piensa en tus hijos que estuvieron sufriendo toda la noche!. Mi hijo ya te dijo que tu padre y su esposa están con ella y buscaran al mejor abogado por si las cosas salen mal, ¿Qué crees que podrás hacer en ese estado?

"Mierda, tiene razón, no puedo hacer nada"

—Dios, deja de creerte invencible y piensa en los demás. —la cara de preocupación de mis hijos me hace sentirme algo mal porque no pensé en ellos —Además, seguramente se la llevaron porque estaba contigo en el accidente.

—Mi mamá tiene razón, seguramente es eso, cosas de rutina.

Me quedé en calma al pensar que podría ser eso, así que esperé a que ella regresara, pasaron las horas y nadie tenia alguna noticia de ella haciendo que mi preocupación creciera. Unos oficiales entraron a la habitación y ella estaba con ellos, también mi padre y Erika
Tenia una bata puesta de médico y traía consigo al parecer mi expediente.

"Y yo preocupado por ella. Supongo que exageré un poco"

—Víctor, ¿Cómo te sientes?

Ver su sonrisa era lo mejor

—Mejor ahora que te veo. —Tomé su mano para besarla. —Me salvaste.

—Tú también lo hiciste, esa auto venia hacia a mi y tomaste mi lugar. Por eso los oficiales quieren hacerte unas preguntas.

—La doctora nos comentó que lo vio alejarse para responder una llamada y que al salir usted la salvó, ¿Señor Santoro, quien le llamó anoche?

"¿Anoche?"

Siento un piquete en mi cabeza haciendo que ella me revisara y me preguntara si estaba bien si tenía algún dolor pero fue cuando recordé que había recibido una llamada de verónica y sin querer se me escapó el nombre en voz alta.

—¿Quién es verónica señor Santoro?

Le indico a Lucas que se lleve a sus hermanos afuera. Al marcharse le dije que era la madre de mi hija de 12 años, y que ella me llamó diciéndome que no me aceptaría que otra mujer estuviera a mi lado, pero eso fue lo único que dijo sin olvidar su risa escalofriante, sonaba algo psicópata y escuché el ruido de las personas y una de ellas comentó que era un buen restaurante por eso fue que la busqué.

—Señor Santoro, encontramos el auto de su ex esposa en un risco, pero no la encontramos a ella, anoche le preguntamos a su prometida si recordaba como era el auto y a base de la descripción que nos dio pudimos encontrar el vehículo.

Ellos me dicen que estarán en contacto con nosotros sobre el paradero de verónica. Al marcharse ella se asegura de que todo este bien conmigo, tomé su mano y la entrelacé conmigo porque no quería volver a separarme de ella

—Escuche tu voz... me decías que no me
dejarías morir porque te debo muchas citas. —Ella se sonroja diciendo que estaba alucinando, pero yo se que ella lo dijo mientras me salvaba la vida —Pudiste dejarme morir... habría sido más fácil para ti, pero aun así me salvaste.

—Tú no viste a mis hijos sufriendo, no podía permitirles que se quedaran sin padre otra vez.

—¿Qué hay de ti?... ¿no estabas sufriendo?.

—Sabes bien la respuesta.

—Pero quiero oírla de ti.

—Aunque me hayas tratado como un juguete... nunca dejé de amarte, y pensar que te perdería para siempre... me hizo entender que no te quería fuera de mi vida.

Escuchar al fin después de años de exilio de su vida, lo que ella siente por mi me hizo feliz, era todo lo que quería y ahora que lo tengo, podemos empezar de nuevo.

—Quiero hacer todo bien contigo desde ahora Mey, por eso...tengo una pregunta para ti, ¿Te casarías conmigo?

placer Ilicito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora