CAPITULO 30

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Por alguna razón, Erika se encontraba callada, no hacia mas que verme como si quisiera decirme algo, pero cada vez que me acerco a ella, me evade el tema cuando le pregunto sobre eso importante que quería decirme anoche

En cambio Víctor, he notado un cambio diferente en él, aunque no es casi siempre pero noto que ahora es mas diferente, siempre tengo su atención. Iba de camino a entregarle unos contratos que redacté para él cuando noté que Erika salió alterada de su oficina, ella ni siquiera se dio cuenta que yo estaba cerca

—¿Todo en orden?

—Si —responde tajante y eso me molestó. Me mira demasiado tiempo haciendo que me incomodara —Cierra la puerta Por favor. Tengo algo que decirte.

No dije una palabra ya que parecía demasiado molesto y hoy, ando de un humor que ni yo misma me soporto, y es extraño ya que no me suele suceder solo cuando me viene el periodo. Dejo las carpetas sobre su escritorio, me pide que me siente y lo hice

—Mey... ¿Qué harías... si te dijera un secreto enorme que podría cambiar lo nuestro?

—Sé mas especifico por favor.

—Que te engañado....

—¿Otra vez?.

—Déjame terminar. —dice frustrado —¿Si te engañado al principio... tú... me abandonarías?

No se a que viene esa pregunta pero, yo fui honesta con él y mi advertencia de aquella noche no fue en un arranque de colera, es real y en nuestra familia, jamás perdonamos, si estoy con él ahora, pero jamás olvidaré que engañó, es algo difícil de perdonar incluso cuando amas.

—Ya sabes mi respuesta. Me es difícil perdonarte lo de aquella noche, ¿crees que yo te perdonaría cuando ahora se me dificulta perdonarte lo de esa vez? ¿Por qué la pregunta, acaso?...

—Es una pregunta. Eso es todo, quería saber en verdad cuanto me amas.

—Aunque yo te ame, no significa que tu me ames a mi o que alguien perdone las estupideces de alguien mas por amor.

—No crees que eres demasiado dura.

—¿Acaso no lo eres tú también? —no responde — dime... si yo te dijera que estoy embarazada ¿Qué me dirías?

—¿Embarazada? —se ríe —No, no... otro hijo más... no. Ya tengo a mi pareja así que ya no creo que otro más sea necesario. No lo aceptaría.

Eso me dolió porque en verdad yo si quiero tener hijos, no ahora pero si en un futuro y que él dijera eso es como si rechazara la idea de que tengamos un hijo.

—Bien.

Frunce el ceño molesto porque siempre terminamos de esta forma una discusión. Estaba saliendo de su oficina cuando escuché a un hombre mayor preguntando por mi, al verlo me acerqué para saber lo que quería conmigo más solo me vio de pies a cabeza.

—Ehh... ¿Necesita algo de mi?

—Asi que tu eres la otra.

—¿Disculpe? —mi tono de voz comenzó a elevarse —Haber... no se quién es usted y tampoco me importa. Pero no puede venir y hablarme de esa...

—¿Papá?...

Mi voz se desvanece cuando Víctor le llama papá, al ver al viejo canoso me di cuenta que tenia cierto parecido a él y no me di cuenta de ello "Ahora entiendo a quien heredó ese mal genio"

Estaba cansada y molesta así que me alejé de ambos antes de que me involucraran en su riña familiar ya que parece que no se llevan del todo bien, además, debía ir a clases y ya había terminado mi hora de trabajo.

—¿A dónde crees que vas? Aun no termino...

—Escúcheme bien, señor. Estoy en una etapa de mi vida donde no me importa si es un viejo como para dejarle claro quien soy realmente, no me rebaje al nivel de su ex nuera que solo buscaba la fortuna de su hijo para salir de su miseria, si estoy aquí porque no tengo de otra así que, muérdase la lengua antes de juzgar a los demás.

VICTOR

Por si fuera poco tenia que aparecerse él y empeorar las cosas, Mey se fue molesta  por lo que dijo mi "encantador padre" no se que hace aquí y no me interesa, regresé a mi oficina y por su puesto con mi padre siguiéndome detrás

—¿Dónde están mis nietos?

—Lucas en la universidad y Laura en el kínder. Puedes ir por ellos cuando salgan si quieres. —mi computador fue cerrado de golpe frente a mi —Te comportas como un niño.

—¿Acaso es un fetiche que tienes por ese tipo de mujeres?

—Largo.

Mi padre se da por vencido y se va, si antes no pudo conmigo, que le hace creer que podría intervenir ahora. Pensé que Mey llegaría a tiempo antes de que terminara de trabajar, pero ella jamás apareció así que me fui a casa y al entrar me llevé la sorpresa de mi vida cuando vi a mi hija en la casa, sus mejillas se encontraban sonrojadas, seguramente estuvo jugando con mi padre

—Lucas, llévate a tu hermana arriba, su habitación está lista.

"No puedo creer lo que escucho"

—¿Cómo es eso que le quitaste su novia a tu propio hijo?

Ruedo mis ojos cansado de escuchar eso, le pregunté lo que lucas le había dicho, y en realidad dijo todo al pie de la letra sin alterar nada así que no entiendo porque dice que le robe la novia a Lucas, no deja de reprocharme el haber tomado por esposa a Mey y estaba perdiendo la paciencia porque no puedo quitármelo de encima y lo único que quiero, es mi paz.

—¿Qué harás si esa chica sale embarazada? ¿Acaso quieres otra demanda como la que hizo Verónica para sacarte dinero? ¡Víctor!

—Eso no va a pasar.

—Deja de creer que todas las mujeres te aman, nadie te ha amado, todas están detrás de tu fortuna, date cuenta. Porque eres tan jodidamente ciego hijo, ella hará lo mismo que esa mujer por eso esta contigo ahora aun sabiendo que te casaste con ella sin su "consentimiento" este matrimonio te llevara a la arruina y solo quiero abrirte los ojos.

—¡Ya basta! —grité molesto —Ya basta, nada de eso va suceder porque ella y yo no estamos casados.

Mi padre me mira confundido.

—¿De que estas hablando?

—Todo es una farsa. Solo quería darle una lección a Verónica pero eso era antes de que...

Me doy cuenta que esta viendo a mis espaldas, al voltear palidezco al ver a Mey detrás, trago grueso y mi voz no es capaz de articular una sola palabra. Fulmino con la mirada a mi padre y Sali detrás de ella cuando se fue corriendo.

—¡Mey!...

—¡Déjame! —ella me empuja cabreada

—Mey escúchame....

—Te lo advertí Víctor... te lo advertí... te dije que me dijeras la verdad...

—Es que no entiendes porque estas molesta.

—No. —dijo tajante —Lo que no quise entender... es que jamás me ibas a amar, pero fui tan estúpida en creer que ibas a cambiar por mi. —ella me arroja el anillo al pecho —Ahora puedes regresar con ella.

La desesperación comienza a invadirme al ver que no puedo explicarle bien las cosas y que ella se niega a escucharme.

—Yo no quiero estar con ella si no contigo. —las palabras salen de mi sin detenerlas. El miedo de perderla crece al ver que solo sonríe con tristeza —Mey...

Ella simplemente se subió al taxi y se marchó. Desconcertado por lo que acaba de pasar... mis pies me llevaron adentro y cuando escucho a mi padre decirme que era lo mejor, le advertí que se largara antes de que cometiera la estupidez de descargar mi ira con él.

Jamás le voy a perdonar esto, jamás. Yo me he enamorado de ella y solo hasta hace poco me di cuenta de ello, por eso acepté esto y la traje a vivir aquí, pero ahora... la perdí... se fue dejándome con una amargura por dentro porque queria decirle cuanto la amabas y no pude hacerlo.

placer Ilicito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora