CAPITULO 7

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—Llevarme la contraria te costará un alto precio.
—No se a que tipos de mujeres esté acostumbrado a tratar, pero tenga en claro que nadie se burlaba de mí.
Cuando vi que estaba por llegar a mi piso el sin previo aviso presionó el último botón que daba al sótano, confundida quise volver a presionar el botón pero el me tomó de las muñecas dejando por encima de mi cabeza dejando caer su portafolio al suelo al mismo tiempo
—Pequeña rebelde. —siento como uno de sus dedos va subiendo mi blusa, intento resistirme pero su forma agresiva de verme me vuelve loca —¿Por cuánto crees que podrás resistirte a mi?. Soy tu dueño, esta en todo tu cuerpo
"Maldito dios del sexo. Ahora entiendo porque nació mi ex novio"
—Haga lo que haga, no funcionará, no conmigo.
Siento como roza su nariz por mis mejillas y baja hasta el escote de mi blusa, "por suerte traigo puesto un Jean" pero ¡joder! Este hombre sabe como provocarme, me toma de mis piernas y me suspende hasta sujetarme de mi trasero, sonríe de forma traviesa porque sabe que estaba funcionando lo que esta haciendo conmigo.
—Vendrás conmigo.
—¿A dónde? —mascullo con una inmensas ganas de besarlo y perderme en sus caricias.
—Por algo de comer...
Inclino mi cabeza hacia atrás porque enserió me esta diciendo que me llevara a comer.
—Claro, y yo soy el postre.
—¿Eso es malo? —sonrío emocionada porque si quiero, y con su pulgar delineando mis labios no son de ayuda —¿O me dirás que no?.
Cuando vi el restaurante, vaya que me sorprendió y no porque es uno caro si no porque es un lugar común y corriente, "enserio que se esfuerza conmigo" nos sentamos viéndonos el uno al otro, lo observo fijamente porque en verdad quisiera saber en que diablos estaba pensando yo al aceptar esta salida, le parezco tan poco corriente que no cree que merezco un lugar lujoso, al menos su hijo tuvo ese detalle conmigo antes aunque al final fue un completo idiota que me engañó
Cuando una mujer nos atendió me extraño la confianza que le tenía a Víctor, le habló como si el concurriera este lugar. Pidió por mi, ni siquiera vi el menú.
—Viene aquí a menudo con sus conquistas ¿no es así?.
—Prefiero la paz que los tormentosos paparazzis. Puedo comer sin estar pensando que me vigilan desde afuera. Además, este lugar fue donde conocí a mi hijo cuando tenía cinco años. —me sentí extraña cuando mencionó a Lucas —Parece que aún sigues teniendo sentimientos por él.
—¿Enserio quiere hablar de él? —el se ríe y niega —Porqué es algo que quiero olvidar también.
—¿Qué? —dice al ver que me río sola.
—Si mi padre me viera aquí con usted... —Víctor me interrumpe pidiendo que lo tuteé —Si mi padre me viera contigo ahora... le daría un infarto.
—¿Porqué? ¿Por qué soy mayor que tú? No tiene nada de malo, podría ser tu sugar dady —no me pude contener las ganas de reírme.
—No, es porque eres el padre de mi ex. Se decepcionaría de mi y además que eres muy viejo para mí edad.
—No soy viejo —frunce el ceño. Le pregunté su edad —Tengo 35 y tu podrías tener unos 21 o 20 ¿verdad? No es mucha la diferencia
Me quedé pensativa mientras el hablaba y al sacar cuentas me quedé abrumada al saber que embarazo a la madre de Lucas a los quince años "Pero que demonios..."
No pude comer mi almuerzo y por si fuera poco, perdí mis clases por acompañarlo a él hasta su departamento que por cierto era enorme parecía una casa en realidad, incluso más grande que la de mis padres "seguramente es su departamento de soltero, no quería entrar porque sentía que alguna forma estaba llegando demasiado lejos "pero si ya me acosté con él que más da si lo hacemos aquí".
No podía quitarle los ojos de encima, era un hombre jodidamente rico en todos los sentidos, apuesto, seductor, su mirada me causa estragos profundos que me dejan sin aliento cuando esta tan cerca de mí
Todo estaba muy bien ordenado, no había nada fuera de lugar, siento que me abraza por la espalda mientras sus labios humedecen la piel de mi cuello provocándome una sensación de éxtasis afrodisíaco que me hacía perder la cordura
—Después de todo si seré el postre.
—Uno que solo yo disfrutaré.
"dios, me derrito locamente cuando es tan posesivo conmigo"
Me hace retroceder como si fuera su presa, cuando siento que mi trasero choca contra su sofá, al ver su camisa blanco algo desabotonada, no pude resistirme a quitársela por completo, al ver sus pectorales se mi hizo agua a la boca deseando poder tocarlo
—¿Qué me has hecho Víctor?
—Es lo mismo que iba a preguntar ¿Qué me has hecho pequeña rebelde?
Su beso fue tan letal que mi mente se quedó en blanco y cuerpo solo deseaba sentirlo aún más, un beso que nos dejó sin aliento y muy húmeda por desear que me hiciera suya una vez más. Me ordena desvestirme y lo obedecí sin resistirme, me ordena darme la vuelta y lo hice, sentí una fuerte palmada en mi trasero que me hizo pasar saliva por que me fascinó
Se quita el cinturón y lo coloca alrededor de mi cuello y sutilmente me jala hasta otra habitación, estaba nerviosa porque no sabía a dónde me lleva, me guió sin quitarme los ojos de encima, su sonrisa me hace temblar porque es fascinante
Cuando se hizo a un lado había una cama, un sillón en forma extraña.
—Anoche llegó este sillón tántrico. Veremos que tal funciona.
Asiento. Me ordena que lo ocupe, al acomodarme el se acercó a mi con un cristal que tenía hielo, estaba nerviosa y solo esperé que el se acercara lo suficiente, mi pecho sube y baja cuando veo que se metió un cubo de hielo a su boca, se arrodilla a un lado y toma mis muñecas sujetándolas por encima de mi cabeza, sonríe de lado y baja hasta sentir sus labios en mi seno derecho, siento algo helado frotando mi pezón, no podía mover mis brazos y lentamente comencé a sentir que mi cuerpo estaba disfrutándolo.

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