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Yuju, re tarde, pero acabé, lastimosamente no he corregido la ortografía ni muchas cosas porque si hacia todo eso no lo subía hoy 😔

Y otra funa como que no da.

Les juro que mañana actualizo

[29/11/2023] —Marquita de la fecha en la que subo esto ✨☝️

Jeremy:

No podría especificar cuánto tiempo llevaba mirando la pantalla de mi celular, solo esperando para qué acabará toda la jornada.

Mis uñas estaban sufriendo junto conmigo.

Eleonor me va a matar cuando las vea.

—¿Estás bien? —pregunta Mateo con un leve tono de preocupación.

Se había sentado al lado mío, siendo arrastrado por Eleonor. Su plan me mantenía ansioso y me estaba haciendo parecer un desesperado.

Un desesperado con ganas de tirarse del último piso y despedirse de esta miserable vida.

—¿Yo? Sí, ¿Por? —me rasqué la nuca, incómodo.

Estoy seguro que mi voz sonaba a todo menos a estar bien, pero... que más da.

No se me hace normal tenerlo al lado y mucho menos escucharlo hablar.

Lo más probable es que iba a actuar como un imbécil durante el resto del día, mientras procesaba lo que había pasado. No planeaba justificarme con algo tan estúpido como lo sería un: “Es que no es normal para mí”.

Eso sería bastante inmaduro si me lo preguntan, pero realmente quisiera que se hubiera quedado dónde estaba.

Bueno… No tan así, o sea-... Mierda, ya no me entiendo ni siquiera yo mismo.

Tengo serios problemas por culpa de unos ricitos de oro.

Bueno, más que todo por el dueño de ellos.

—Luces… Incómodo, ¿Quieres que busque otro lugar? —juega con sus dedos y suelta una risita agria—. No tendría problema alguno, sé que puede ser raro para ti.

Su voz era como la de cualquier chico de su edad, pero para mi era adorable de alguna manera.

Estos pensamientos me están comiendo.

Mi cabeza me gritaba que le respondiera con algo coherente, pero seamos honestos, soy yo.

Para el colmo lo primero que salió de mi boca fue:

—Que tú estés ahí no es mi principal problema.

La manera abrupta en la que salió mi voz en un estado de ansiedad y desesperación me hizo enmudecer de inmediato.

—Bien. —se encogió de hombros y volvió a lo que estaba sin prestarme más atención alguna.

¿La cagué? Claro que lo hice, soy bien idiota.

No fue la mejor manera de responderle, y mucho menos si ya parece que creé que lo odio.

Esto se siente como un deja Vu.

Sin más que hacer pasé mis manos por mi cara, frustrado y suspiré profundamente tratando de ignorar todo.

No es que quisiera alejarlo… Tal vez sí, pero no entendía la razón.

Lo que más miedo me da es saber que tenemos cosas de que hablar.

Si fuera por mí dejaría todo atrás y fingiría que lo que pasó fue parte de una horrible historia de drama y ficción.

Un verdadero nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora