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Solo diré... Disfruten 🙉💕

(Gracias por el apoyo) 💗💕

Mateo:

El día comenzó con tranquilidad. Un simple desayuno con la señora Elizabeth y Jeremy. El desayuno se pasó volando.

Vestirme no fue difícil, ya sabía que colocarme exactamente.

Me sentía extraño.

Sentía como si la mañana hubiera pasado demasiado rápido, no sentí nada, como si la hubiera pasado en automático.

De un momento a otro ya me encontraba caminando a la escuela.

—¿Mateo?

Jess chasquea sus dedos en mi cara.

—¿Eh? ¿Qué pasa? —pregunto anonado.

—Eso debería preguntarte yo a ti. —Se cruza de brazos—. Te he estado hablando y tu mirada está perdida.

Miro a mi alrededor y veo a Jeremy hablando con Eleonor y Thiago. Vuelvo mi mirada hacia Jess y al notar su cara de preocupación niego con la cabeza.

—No me pasa nada, solo… —me detengo unos segundos—. ¿No te ha pasado que de la nada no te das cuenta de todo lo que hiciste? Me siento así, no sentí pasar la mañana y hasta que me hablaste seguía procesando todo.

Evito su mirada, pero vuelvo a verla cuando su mano aprieta mi brazo.

—Si me ha pasado —sonríe—, no te preocupes, supongo que a cualquiera le puede pasar. ¿Te sientes perdido?

Asiento con la cabeza y ella envuelve su brazo en el mío y se aferra a el con fuerza.

—Entonces no te soltaré ¿Así está mejor?

El viento desordena mi cabello y me obliga a cerrar mis ojos, pero aún así sonrío.
Logro escuchar la risa de Jess y no evito reírme también.

—Algo me dice que mi cabello se hizo un desastre.

Trato de acomodarlo con mis manos, pero Jess entre risas me agacha la cabeza y me lo ordena por su cuenta.

—Jess, no seas tan cariñosa con Mateo —ordena Eleonor—. Que sepas que eres mi mujer —la señala y luego me mira con el celo fruncido—, ¿y tú qué me miras? mejor aléjate de mi chica.

Me encojo en mi lugar por la fría mirada de Eleonor.

Jeremy se coloca delante de mí y la mira fijamente.

—Deja de decir tonterías, boba. A ti ni te gustan las chicas y aparte me asustas a Mateo.

Eleonor rueda los ojos y se cruza de brazos.

—Como siempre defendiendo a tu noviecito y no a tu mejor amiga —lloriquea.

—¿Algún problema con eso? No actúes tan infantil, el tinte te daña el cerebro —golpea su frente con sus dedos.

Eleonor lo mira indignada y le da un golpe en el brazo.

—Ya te dije que soy rubia natural —bufa molesta.

—Naturalmente molesta —Thiago responde burlón.

La risa de todos nosotros suena con fuerza y el quejido de estrés de Eleonor también.

Jeremy y Thiago chocan el puño. La mirada de Jeremy vuelve a mi y sonríe.

Mi corazón se acelera y siento el calor subir por mis mejillas.

Un verdadero nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora