Un verdadero nosotros

XVIII

En parte me duele saber que este libro que me deja traumado ya casi acaba y por otro lado me alegra ya acabarlo después de tanto tiempo ✨💕

No les diré cuántos capítulos faltan, los dejaré con la duda. ✨

Información: Después de este libro viene (HQSSN parte #2) 😮‍💨✨ espero verlos oor allá.

Mateo:

Llevo varios días alejado de Jeremy. No por voluntad propia, obviamente, pero parte de su terapia era tomar distancia aparte de aprender a aceptar sus errores y… Y cosas como esas que suenan depresivas.

Cada que nos veíamos eran máximo dos horas y eso que dependía mucho de la cantidad de trabajos que nos pusieran.

En esas pocas horas tenía que soportar a Logan preguntando cuando vendría Mark, porque desde que se enteró de que se quedaría acá a tratado de quedar con él, pero siempre resulta ocupado y tengo que consolarlo.

Hoy se supone que tendría que ser un buen día para los dos, porque Mark prometió venir a verlo y Jeremy vendrá con él a pasar un rato conmigo.

—¡No se que ponerme! —grita Logan desde su habitación.

Cubro mis oídos y suspiro.

—¡Deja de gritar! —lo regaño desde la sala.

Él se asoma a las escaleras con varias prendas de ropa colgando en sus ante brazos y me mira furioso.

—¿Cómo no quieres que grite? ¡¿Sabes lo difícil que es verse bien?!

Ruedo los ojos.

—No, yo me veo bien naturalmente.

—Idiota —frunce el ceño.

—Idiota tu abuela —le saco el dedo de en medio.

—Al menos yo no me quedé con quién me mandó a terapia, estúpido —masculla y saca la lengua en forma de burla.

Lo miro indignado.

—Cállate pendejo, ni que yo estuviera arreglándome para alguien que no me mira.

El frunce el ceño.

—Eres un…

—¡Basta los dos! —grita mi padre.

—Mateo empezó —se cruza de brazos.

—¡No es cierto! —me defiendo.

—¡Claro que sí!

—¡Claro que no!

—¡Que paren he dicho! —sentencia mi padre.

Ambos nos detenemos en nuestro lugar por la firmeza de la voz.

—Logan, compórtate y respeta a tu hermano mayor

—Pero…

—¿Pero qué?—se cruza de brazos y lo mira entre ceja y ceja.

Logan se encoge en su lugar y voltea la cara indignado.

Rio en voz baja hasta que la mirada de mi padre llega a mí.

—Y tú —me señala—. Tú respeta a tu hermano y en lugar de andar de narcisista anda y ayúdalo. Recuerda que a pesar de que a veces diga idioteces sigue siendo tu hermano ¿Vale? —me mira como si esperara respuesta.

Suspiro y asiento con la cabeza.

—Bien. ¡Ahí voy pequeño desastre!

—¡Chusma de acá! —grita Logan.