𝚇𝙸𝚅

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El pequeño Gryffindor caminaba nerviosamente por los pasillos del castillo dirigiéndose sigiloso hacia la biblioteca. Su camino era solamente iluminado por la tenue luz de las antorchas así que sus nerviosas estaban alerta en todos los sentidos.

—¿Por qué a mí?— se preguntó en voz alta recordando cómo James lo había mandado a la biblioteca por algún libro que les podría ayudar en su próximo plan

El Gryffindor se sobresaltó cuando, intentando abrir la gran puerta de la biblioteca se cerró en su cara evitándole el paso así que instintivamente se giró mirando a un chico alto, de cabello rubio similar a la paja, aquel chico que le tenía en la mira desde ayer en la mañana.

—Pettigrew— susurró mirando a los ojos de aquel Gryffindor. Ambos se miraron, uno mantenía cobardía y temblaba mientras que el otro embozaba una sonrisa casi hostil —¿Por qué tan solo a estas horas?

Peter se estrujó sus manos totalmente nervioso, aquel Ravenclaw no lucía alguien simpático que lo invitaría un bizcocho de canela de los que hacía Madame Rosmerta, al contrario, lucía un tipo que incluso disfrutaría hacerle daño.

—M-mis amigos vendrán por mí— intentó defenderse en un tonto intento de tratar de librarse de aquel Ravenclaw

—Claro, entonces apresurémonos— dijo el contrario sacando de varita de su manga  y apuntándole al Gryffindor quien retrocedió un paso chocando con la puerta de la biblioteca—Seré rápido, Desmaius— pronuncio y Pettigrew cayó al suelo de rodillas totalmente aturdido.

El Gryffindor solo pudo ver gracias a su nublada vista como aquel chico de Ravenclaw para nada amistoso lo tomada por la parte trasera de su túnica y lo arrastraba por los pasillos y él siendo incapaz de defenderse o si quería luchar un poco por su dignidad.
Parecieron horas las que pasaron cuando pudo ver a otros dos muchachos, mucho más anchos de proporción que su atacante, su débil cuerpo se estremeció al pensar que serían los gorilas matones de Black y era lo más seguro puesto que pronto su cuerpo sintió que volvía a estar en esa oscura y húmeda habitación donde Black lo había privado de su libertad hacia unos meses ya.

Su vista borrosa y negruzca le prohibían ver mucho más que sombras y siluetas en la habitación pero al cabo de unos segundos dos personas más hicieron presencia frente a él, podía reconocerlas hasta con los ojos completamente cerrados y fue lo que hizo cuando alguien a la fuerza la dio a beber un líquido de sabor horrible y textura desagradable.

La preocupación lo invadió más pues Black estaba frente a él, con su pose de siempre tan intimidante y Prince lo respaldaba como el perro faldero que era, o al menos así le llamaba James algo que le disgustaba un poco porque entonces, ¿Qué era él? también era un perro faldero que iba detrás de James todo el tiempo, se refugiaba en la popularidad de él y Remus, incluso de Lily...al menos Prince tenía un reconocimiento monumental y Black estaba dispuesto a todo por él, ¿James, Remus o Lily estarían dispuestos a dar su vida por él sí fuera necesario? La pregunta era muy corta y obvia, no. No, no darían su vida por el "pequeño Pete" cómo solían llamarlo y aunque jamás demostró que aquello le enfurecía, si lo hacía, muchas veces se sintió harto de vivir bajo la sombra de todos, especialmente de James Potter, aquel muchacho guapo, popular y hasta inteligente, aquel muchacho que tenía una familia perfecta y era asquerosamente rico, sí, al principio lo odio pero con el tiempo se dio cuenta que era el único que le toleraba y le permitía estar cerca de él y entrar a su vida de una forma tan intimida como lo era su "amistad"

Muchas veces hasta se sintió celoso de la licantropía de Remus, sí, era un monstruo que podía llegar a ser condenado en Azkaban si el ministerio lo descubría pero aún así era inmensamente atractivo, aún con esas cicatrices en su rostro las chicas le pedían citas, su familia lo adoraba y sus amigo y compañeros aún más, en cambio él solo era él, sin licantropía, sin misterios, no era nadie más que el amigo de James Potter y Remus Lupin.

𝐐𝐮𝐨𝐝 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐫𝐮𝐢𝐭 (Snirius) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora