𝚇𝚅𝙸𝙸

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—Te arrepientes— escuchó a su hermano entrar a su habitación pero él no se movió ni un centímetro pues la comodidad de su cama era lo único que creía que le hacía sentir mejor en ese momento—Escuché todo y...se lo merecen

—Cállate, Regulus— pidió con fastidio tapándose los ojos con su antebrazo

—No me voy a callar— Regulus se sentó en el pequeño sofá en una esquina de la habitación de su hermano —Tú y nuestros padres cometieron un gran error por TUS dudas. Ahora tu compromiso con los Prince se va acabar y ya no somos bienvenidos en Prince Manor

—Tú no hiciste nada malo— dijo Sirius casi con voz susurrante

—Sí, no hice nada malo. Tú eres el único responsable pero oíste a Elnath, ninguna Black es bienvenido en su hogar— se cruzó de brazos y miro a su hermano aunque en aún no lo mirara —eso me incluye a mí, incluso a Cissy, por tu culpa

—Deja de culparme, Regulus— Sirius se sentó en la cama y miro con molestia a su hermano

—No lo dejare de hacer, tienes que asumir tus consecuencias por tus acciones y te culpare hasta que entiendas que sólo tú provocaste todo esto— habló Regulus y Sirius jamás lo escucho tan serio en sus palabras —Nuestros padres pudieron decirte algo pero estaba en tus manos creer y cumplir con tu papel como novio y demostrar el amor que supuestamente le tienes o tenías a Sev— se inclinó un poco hacia su hermano — y debes arreglar tu propio desastre

—Quizá ya no me quiere ver— contestó Sirius en medio de un suspiro

—Es lo menos que te mereces— Regulus se levanto de su asiento y camino hasta la puerta dispuesto a salir pero antes de giro a ver a su hermano —Arregla lo que rompiste

Sirius miro a su serio hermanito salir de su habitación+

Se sentó en su lujoso sillón individual, tenía una humeante taza de té en sus manos y su vista estaba fija en un pequeño portarretrato arriba de la chimenea, estaba a un lado de otras fotos más pero aquella era especial, a pesar de tener años le e...

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Se sentó en su lujoso sillón individual, tenía una humeante taza de té en sus manos y su vista estaba fija en un pequeño portarretrato arriba de la chimenea, estaba a un lado de otras fotos más pero aquella era especial, a pesar de tener años le encantaba cómo el primer día en que le sacaron aquella foto con esa bella muchacha.

La seguía amando como cuando eran jóvenes y hace mucho no la veía, pero aún así, a pesar de que lo abandonó con su amor seguía preguntándose cómo estaría. Recordaba con exactitud el día en que se hicieron novios y fueron felices así por mucho tiempo hasta que su curiosidad la llevo a cometer locuras.

Flashback

—¿¡Me ignorarás todo la vida!?— gritó una muchacha de ojos negros siguiendo por dentaras a un joven de ondulado cabello —¡Llevas casi medio año ignorándome, Alphard!

Eileen perseguía al Black por todo el castillo, cansada de que la ignorara, de que solo la mirara pero no le dirigiera ni siquiera los buenos días. Walburga se negaba a decirle la razón de la actitud de Alphard así que decidida se plantó a enfrentarlo sólo consiguiendo que el Black le pasara de largo y así comenzar una persecución.

𝐐𝐮𝐨𝐝 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐫𝐮𝐢𝐭 (Snirius) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora