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🎹🐱 YOONGI 🐱🎹


Camino con rapidez por los callejones de este barrio considerado peligroso.

Camino con rapidez por los callejones de este barrio considerado peligroso.

En la esquina del callejón puedo observar la figura de un hombre más alto que yo, me detengo a unos metros de él, en mi teléfono verifico el lugar de la entrega.

—¿Eres Aug...? —el hombre me cuestiona cuando me le paro en frente.

—Son tres gramos— lo interrumpo, simplemente saco del bolsillo de mi sudadera una pequeña bolsa plástica transparente.

Él hombre frente a mí se olvida de que quería verse intimidante, las ojeras bajo sus ojos y el temblor en sus manos lo delatan.

—Págame primero, al jefe no le gustan los deudores.

Rápidamente alejo la mercancía de su alcance, su rostro se tiñe de molestia y, de mala gana saca un fajo de billetes, con lentitud cuenta la cantidad exacta.

Ruedo los ojos, finalmente me entrega el pago, de inmediato le entrego la mercancía.

—La próxima vez trae el dinero contado —le reprocho alejándome de él —Cerdo adicto...

...

Camino entre calles para deshacerme de esta presencia molesta que viene tras de mí, me ha seguido desde que salí del almacén para hacer mis entregas.

Camino lentamente por los pasillos de la escuela, entrecierro los ojos molesto, gracias a la luz que entra por los ventanales talándome el cerebro.

—Buenos días Yoongi —las chicas que pasan a mi lado me saludan mientras se sonrojan.

Les devuelvo la sonrisa, haciendo una pequeña reverencia.

Todos aquí piensan que somos amigos, pero no lo somos, simplemente es una relación por conveniencia.

Soy un excelente alumno y ellos lo saben, si estoy en paz con todos, estoy fuera de la mira de todos. No me importa si hablan mal de mi a mis espaldas, siempre y cuando este pacto silencioso de veneficio mutuo sea cumplido no tengo problemas con eso.

Entro a la sala de profesores para entregarle las llaves de la biblioteca al profesor Joon, de inmediato me dirijo hasta el escritorio de la profesora de artes.

—Profesora Jeum—intento llamar la atención de la profesora de artes, me cito aquí a primera hora, al mirarme sus ojos se iluminan emocionada.

—Señor Min —ella aplaude en el aire —Supongo que reconsideraste mi propuesta...

Asiento con la cabeza, no muy convencido. El día de ayer ella me sugirió una interesante propuesta.

Aceptar a una de sus alumnas del pabellón de artes a cambio de revocarme mis horas de servicio social en la biblioteca y proporcionarme una sala de prácticas personal. 

No tuve que pensarlo mucho, necesito practicar para el recital de invierno, habrán muchos managers buscando nuevos talentos, también habrán comensales de academias prestigiosas, así que debo esforzarme al mil por ciento, así que acepte la propuesta.

—Si su estudiante me distrae, rompo el acuerdo —le advierto.

—Te aseguro que no lo hará —de uno de los cajones de su escritorio la profesora saca un juego de llaves entregándomelas —Cuídalas bien...

—Claro —salgo de la sala de profesores ignorando a la chica que espera distraída al otro lado del pasillo, la ignoro caminando directamente hasta las aulas de práctica.

Como una sombra, puedo sentir a esta chica siguiéndome, acelero el paso para perderla, rápidamente abro el candado de la sala de prácticas, sin ánimos de entablar una conversación con ella, me escondo dentro del aula.

Me retiro de la puerta a un lugar donde no pueda verme.

Frunzo el ceño al notar como esta desconocida, no tan desconocida, se asoma por la ventanilla de la puerta.

—¿Sooyeon? ¿Me está buscando? —susurro para mí mismo.

Una alerta se enciende en mi cuando escucho las risas escandalosas que acercándose por el pasillo, por el volumen y exageración de las carcajadas puedo darme una idea de quien se trata.

Rápidamente abro la puerta corrediza, tomo la muñeca de Sooyeon haciéndola entrar bruscamente.

—¿Qué haces? —grito susurrando, ella me mira sorprendida, frunzo el ceño molesto, sé que no escucha, pero debe tener cuidado. La profesora quiere que esté en el área de musica, apartada del resto de las chicas de arte para evitarle conflictos —¿Me estas siguiendo?

Sooyeon asiente con la cabeza, al hacerlo parece enojarse.

¿Por qué se enoja?

Deshaciendo mi agarre en su muñeca, Sooyeon se aleja molesta, rápidamente saca una bolsa de plástico negra de su mochila, en ella hay una nota de papel color amarilla.

Me la entrega de mala gana, la miro con desconfianza, pero termino cediendo.

Dentro de la bolsa hay unos rollos bibimbap, leo la nota con caligrafía descuidada e inclinada.

Muchas gracias por ayudar a mi nieta, porfavor come esto como recompensa.


Suspiro avergonzado, así que solo quería agradecerme.

—Gracias —susurro, puedo sentir como mis mejillas se sonrojan, volteo a un lado para que ella no pueda verme.

La escucho suspirar, intenta darse la vuelta, pero nuevamente la detengo al escuchar los pasos de alguien acercándose al aula de musica.

La tomo del brazo jalándola a mí, al hacerlo su cuerpo choca con el mío, sorprendida intenta retirarse, pero la detengo.

Los rumores se expanden rápido, si me encuentran aquí con una chica en una situación tan extraña como esta, empezaran a inventarse rumores.

Sooyeon frunce el ceño molesta, intenta protestar pero le cubro la boca con mi mano impidiendo que haga ruido, es sorda, no muda. Con la otra mano señalo con mi dedo índice sobre sus labios para que guarde silencio.

Ella entre cierra los ojos molesta, pero termina cediendo.

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