62

460 30 10
                                    

🎨🌸 Sooyeon 🌸🎨
.

Me remuevo incómoda por milésima vez en lo que queda de la noche, como decirlo Estoy rodeada de niños asustados que se negaron rotundamente a salir de la posada después de la carta de Mimi.

Así es como termine con Yoongi en mi cama, Ji, Rm, Tae y Hobie duermen esparcidos por el suelo de duela de mi habitación, recostados en los yo-mat que muy cobardemente lograron sacar de alguna de las habitaciones de la posada, literalmente conmigo detrás apuntando a la nada con mi arma.

Nam y Jin se aseguraron de cerrar bien las puertas del departamento, al igual que atrancaron la puerta de mi habitación con la silla de mi escritorio, algo paranoicos, diría yo.

Suspiro, cansada de no poder acomodarme, tengo calor y frío a la ves, la palma de mi mano derecha pica y alguien está roncando de manera ruidosa, tanto que no me deja escuchar mis propios pensamientos, lleva así más de una hora, y cuando creo que por fin se callara simplemente cambia de posición y vuelve a roncar.

¿Sería buena idea quitarme los aparatos?

Por supuesto que sí, pero, para ser honesta, todavía me queda esta chispa de duda que se niega a abandonar mi cabeza. Yoongi era un perro del Dragón, estuvo tras de mí por quien sabe cuanto tiempo.

Todo este tiempo creí que había sido una mera coincidencia el conocernos, pero no creo que fuera así.

Tal vez todo ya estaba planeado, tal vez y Yoongi le dijo a Eunji que me molestara, me acorralara como a un ratón y me llevara directo a su ratonera.

No lo entiendo, ¿cómo no me di cuenta?¿Él estuvo ahí todo este tiempo?

De repente el bulto cálido junto a mi se levanta, volteo a ver a esta masita de dumpling sentada buscándo un cojín, sus ojos están más cerrados que abiertos y tiene esta expresión molesta pero tierna a la vez.

Cuando encuentra el cojín que busca, lo eleva en el aire y lo estampa con fuerza contra el bulto que ronca en el suelo, al instante el sonido sordo hace remover asustado al culpable de mi somnoliento estado.

Con un quejido medio busca quien lo golpeó, pero sus ganas de dormir son más fuertes, así que termina cediéndo, dejándose caer sobre su almohada, buscando una nueva posición cómoda para volver a dormir.

Con todas mis fuerzas reprimo una carcajada, no tanto por no despertarlos sino por el dolor que mi pecho estremeciéndose ocasionará en la herida entre mis costillas.

Aún no sé cómo estoy viva, los médicos dijeron que prácticamente fue un milagro que no tuviera secuelas mayores a estar un poco lenta y unas pocas cicatrices en los pulmones, no tendré muchas dificultades con eso, un auténtico milagro.

—-¿Estás despierta? —-más que un susurro, la voz de Yoongi es un ronroneo ronco, volteo buscándolo.

Él todavía está medio sentado, asegurándose que ese alguien no vuelva a roncar.

Sin ánimos de hablar solo asiento con la cabeza, él esfuerza su vista para mirarme a través de las sombras, al menos la ventana de mi habitación permite que entre un poco de luz de luna, iluminando a penas mi habitación.

—-¿Te despertaron los ronquidos de Hobie? —-pregunta recostándose de lado para poder mirarme.

Vuelvo a asentir con la cabeza, no puedo decirle que estoy despierta, nerviosa y bastante desconfiada a él. Sé que el señor Ryu no permitiría que él se volviera a acercar si fuera realmente peligroso, pero no dejo de pensarlo.

—-Él suele roncar así —-se encoge de hombros tomando mi mano, yo también me recuesto de lado sobre el lado bueno de mi tórax, quedando frente a frente con él —-Pero después de una sacudida se calla.

El sonido de tu voz | Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora