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🐉Narrador🐉
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Hincada en el suelo del clásico chamber funerario, Sooyeon observa a todas las personas que llegan. Algunas personas son tan ancianas como lo era la abuela Haenyeo, pero la mayoría son niños de la organización Gumiho que ella misma alimento y ahora vienen a despedirse de la abuela.

Unas horas atras el monitor dejo de minitorear la vida de la abuela Haenyeo, marcando su final con el característico pitido qué acompaña la línea plana, pero Sooyeon estaba perdida en un sueño profundo que no la dejo darse cuenta de esto hasta que Eunhyuk la despertó.

No se dio cuenta cuando se quedó dormida en los brazos de la abuela, pero la sensación extraña en ellos al despertar la hizo caer en pánico.

Su mano, fría como el hielo, sujetaba la suya. Fue esa misma frialdad la que hizo su tacto ireconocible.

Todo empeoró cuando sintió la tristeza de los camilleros y el médico, quienes esperaron pacientemente a que Eunhyuk la cargara y la alejara del cuerpo antes de declarar la muerte de su abuela.

Nuevamente se sintió perdida.

Cada palabra de consuelo que recibía, aunque eran bien intencionadas, solo parecían aumentar su sensación de vacío. Le dolía saber que nunca volvería a verla, nunca comería otra de sus deliciosas comidas o le ayudaría a atender el restaurante.

Ahora todo su vida se había acabado.

Su cabello recientemente corto ocultaba sus facciones demacradas de todos los presentes, aunque sabía que no era ningún secreto para ellos que se estaba volviendo loca.

-Sooyeon... -ella tardó un poco en reconocer esa voz llorosa, entristecida por la situación que repentinamente los atormentaba.

Lentamente, Sooyeon levantó la mirada, observando a Hobie, arrodillado frente a ella. Frunció el ceño al ver a Nam, al agente Kim y Jin observándola desde lo alto.

De forma totalmente mecánica, hizo una reverencia como protocolo en este tipo de situaciones.

-Lo sentimos mucho... --la voz entristecida de Hobie se coló en su cerebro. Parpadeando con lentitud, Sooyeon lentamente, asintió con la cabeza, apenas recibiendo su abrazo.

Hobie parecía más afectado por la pérdida de la abuela que ella misma.
Se sentía como si estuviera flotando, como si no fuera capaz de reconocer su propio cuerpo.

Todo a su alrededor parecía moverse de la forma más lenta y tortuosa posible, se sentía como si estuviera en un limbo, donde solo ella podía escuchar sus propios pensamientos... No podía moverse, ni siquiera estaba segura de si seguía respirando.

Mientras su padre conversaba con el agente Kim, sus amigos y ella esperaban pacientemente en una de las mesas donde los que asistían al funeral esperaban para darle el pésame, acompañados de una botella de soju y aperitivos.

Sooyeon suspiró con pesadez.

Ellos no eran capaces de decir nada y si lo hacían, ella ni siquiera era capaz de escucharlos.

-Me entristece que él no pueda despedirse... --fue lo único que ella articulo con normalidad, pero se arrepintió al instante cuando noto la pena y el dolor reflejada en los ojos de sus amigos al escucharla.

Más que amigos eran solo conocidos para ella, Yoongi era su amigo, no ella... Sooyeon solo les había quitado a su verdadero amigo.

Poco a poco, las personas se retiraron del espacio funerario. Nam y los amigas de Yoongi se marcharon cuando el señor Ryu y el detective Kim terminaron de hablar.

El sonido de tu voz | Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora