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🎹🐱 YOONGI 🐱🎹

Al entrar al aula de prácticas lo primero que veo son mis audífonos de diadema sobre el piano, los mismos audífonos que le regale a Sooyeon.

Frunzo el ceño.

¿Por qué mis audífonos están sobre el piano?

¿Sooyeon al fin decidió escuchar el mundo en su totalidad?

Escaneo el aula con la mirada hasta que la veo, sentada de espaldas a mí, no parece notar mi presencia.

¿No debería sentir con más intensidad los sonidos?

La última vez que estuvo sin mis audífonos, el sonido fue tan abrumante que estuvo al borde de una crisis.

Me acerco a ella, cuidando que mis zapatos no hagan tanto ruido sobre los azulejos.

Frunzo el ceño, el lienzo frente a ella es un lienzo nuevo, apenas tiene un coloradas cielo como base.

¿Ya termino el retrato?

Sonrío felizmente, estoy ansioso de poder verlo, seguramente es tan hermoso como el resto de sus pinturas.

—Sooyeon —la llamo, pero no responde, frunzo el ceño.

¿Está enojada o realmente no me escucha?

Toco lentamente su hombro, temeroso, por alguna razón siento un hueco en el estómago debido a mi repentino nerviosismo.

Sooyeon me ignora, pero su mano que sostiene la brocha con firmeza la delatan, sus hombros se mueven pesadamente, como si estuviera agitanada.

—Sooyeon —insisto tocando su hombro con insistencia. Ella aleja su hombro de mi tacto.

¿Está enojada?

Sooyeon me está ignorando deliberadamente.

Gracias a Dios, el banquillo en el que está sentada es giratorio, con cuidado, pero con firmeza hago que el banquillo se mueva hasta que ella queda frente a mí.

El pincel que sostiene pinta mi camisa blanca, una línea azul cielo se dibuja sobre la tela, alejo el pincel, tomando su muñeca con mi mano izquierda, al hacerlo Sooyeon intenta alejarse, pero la detengo.

Sooyeon mantiene la mirada fija en mi estómago. Con mi mano libre, sujeto su mentón, levanto su cabeza lo suficiente como para que me mire a los ojos.

Su mirada penetrante e inexpresiva me hace flaquear, su ceño fruncido es un claro indicador de lo molesta que está. Mi mirada se fija en sus orejas, no trae puesto sus aparatos auditivos.

Frunzo más el ceño.

Con fuerza Sooyeon aleja su cara de mí, da un manotazo en mi mano que sujeta su muñeca, zafándose de mi agarre. Se levanta del banquillo alejándose de mí.

—¿Qué pasa? —intento comunicarme con ella en lengua de señas, a la vez que hablo y las palabras salen de mi boca, mis manos se mueven con torpeza, intentando hacer las señas correctas.

Sé que puede leer mis labios, así que hablo con ella de ambas maneras, esperando que ninguna de mis formas de comunicarse se puedan malinterpretar.

Sooyeon —mi voz suplicante me sorprende, al igual que el peso asfixiante sobre mi pecho, mismo peso que no me deja respirar.

Tan asfixiante como el verano...

—¿Qué pasa? ¿Por qué te quitaste los aparatos? —a medida que hablo, avanzo cerca de ella, esperando que se tranquilice, pero sucede todo lo contrario.

Cada paso que doy ella retrocede, a este punto parecemos una presa y un depredador, caminando en círculos, cuidando los movimientos del otro, esperando lo inevitable.

—¿¡Sooyeon!? —suplicó esperando que las expresiones desesperadas le den a entender lo mucho que me asfixia el hecho de no poder comunicarme.

—¿Qué? —hace la seña como si estuviera agotada, sus manos temblorosas la delatan.

—¿Qué es lo que pasa? —nuevamente intento acercarme, ella ya está en mi parte del aula, muy cerca del piano —¿Por qué no me hablas?

—¿¡Hablar!? —pregunta de manera incrédula, sarcástica —¡Yo ni siquiera puedo escucharte! ¿¡Cómo podría hablar!?

La manera en la que se mueve solo refleja lo molesta que está, realmente molesta, sus ojos me miran de una manera tan fría y penetrante que me hacen daño.

No digas eso —me quejo, arrugo mis facciones, frustrado —Sooyeon, como puedes decir algo así...

Sooyeon rueda los ojos, una sonrisa incrédula se dibuja en su rostro, mientras niega con la cabeza.

Dime ¿Por qué estás enojada? —suspiro cansado. No sé qué sucedió, ni siquiera tiene una explicación razonable.

Estuvimos bien el fin de semana, chateamos con normalidad, no entiendo.

—¿¡De que hablas!? —sus manos se mueven con violencia —No me pasa nada. Déjame en paz...

Sooyeon intenta caminar a la salida, rápidamente, corro hasta la puerta impidiéndole salir.

Suspira frustrada cuando obstáculizo su camino.

—¿Por qué estás actuando así? —ahora que la tengo más cerca, logro ver lo llorosos que están sus ojos, realmente irritados, incluso sus pómulos tienen ese tinte carmesí —Soo...

Intento tocar su rostro, pero ella se niega, volteando su cabeza con fuerza al lado contrario.

Quédate en tu lado del aula — me reprocha —Ya no me hables, de igual manera, tú y yo somos de mundos diferentes. Así que no tiene sentido que seamos...

—¿¡Amigos!? —la interrumpo. Sooyeon aprieta los labios con fuerza. Puedo ver un ápice de tristeza en sus facciones, rápidamente, su expresión cambia, ahora sonríe con sarna.

—¿Amigos? —pregunta burlona, su expresión me paraliza —Tú no tienes amigos, ¿Lo olvidaste? —frunzo el ceño, recordando vagamente una de nuestras conversaciones.

Después de que enfrente a Eunji, ella estaba totalmente sorprendida, ella pensaba que éramos amigos.

Yo no tengo amigos..

Sabes que no me refería a eso —suspiro cansado.

—¿No? Solo tenemos una relación de veneficio mutuo —ella se encoge de hombros —Tú no me beneficias en nada, así que dejarme en paz.

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¿Lo están disfrutando? Espero que si, ya saben, lee cada uno de sus comentarios así que comenten!!!

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El sonido de tu voz | Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora