35

545 45 12
                                    

🎨🌸 Sooyeon 🌸🎨

Guio a Yoongi con rapidez, entramos a la posada evitando empaparnos la ropa demasiado.

A mi mala suerte todas las habitaciones están ocupadas, eso pasa seguido aquí en la posada Luna de media noche, siempre que hay una noche de lluvia como está, la posada está a tope.

Ven —le indico a Yoongi para que me siga, con cuidado lo guio a la parte privada de la posada, entro al pequeño departamento improvisado que tenemos mi abuela y yo.

Le indico a Yoongi que se ponga las sandalias de Eunhyuk, casi me rio, si él supiera de quién son las sandalias y la ropa que se va a poner estoy segura de que se volvería loco.

Enciendo las luces de nuestro pequeño piso, a pasos lentos lo guio hasta mi habitación, entro dejándolo afuera.

No sé si no entra por respeto o por temor.

De mi cajonera tomo una de las pijamas de Eunhyuk, de mala gana se la entrego, dirigiéndome de nuevo fuera de nuestro departamento.

Aunque no puedo verlo, sé que me está siguiendo, puedo sentirlo andar detrás de mí.

Entro al baño común que tenemos en la posada, está casi vacío cuando entro, así que no hay mucho que ver.

Primero báñate —le ordeno sin mirarlo mucho —Después te diré donde dormirás.

—Gracias —apenas lo dejo terminar cuando me doy la vuelta cerrando la puerta con fuerza tras de mí.

Camino hasta mi habitación para recuperar mis cosas personales que necesitaré esta noche, mi abuela dijo que le dejara mi habitación a Yoongi.

Bufo molesta.

¿Desde cuándo ella le tiene tanta confianza?

Ni se conocen.

Tomo mi pijama y algunos artículos personales, al menos no tengo cosas de mucho valor aquí, tampoco es como si se pudieran vender los tubos de óleo en el mercado negro.

No es que dude de la buena moral de Yoongi, pero ya sabes lo que dicen las abuelas: Uno no debe confiar ni en su propia sombra.

Suspiro cansada buscando mi toalla, golpeo mi cabeza con la palma de la mano.

Qué tonta soy, lo metí a bañar sin toalla limpia.

De mala gana tomo mi toalla rosa chillón y me encamino a los baños, cuando estoy cerca puedo ver el grupo de hombres que antes se duchaban, suspiro, al menos será una situación menos vergonzosa.

Toco un par de veces la puerta corrediza de madera, con los ojos entre cerrados entro al baño buscándolo, mi respiración se corta cuando lo veo.

Está de espaldas a mí, su piel blanquecina está cubierta con moretones inmensos, algunos con un color violeta intenso, otros con un color entre verde y amarillo, mostrando lo viejos que son.

Dudo un poco en acercarme, pero mi preocupación y curiosidad es mayor.

Cuando Yoongi nota mi presencia voltea con violencia, al percatarse que soy yo su actitud tensa se corrompe un poco.

Frunzo el ceño.

No solo tiene moretones en la espalda, también los tiene en su torso.

—¿Qué te pasó? —pregunto señalado su cuerpo golpeado.

Por alguna razón Yoongi evade mi mirada, intenta cubrirse con los brazos, pero el contraste de la piel blanquecina de sus brazos y su abdomen amoratado solo hace que me preocupe más.

El sonido de tu voz | Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora