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🎨🌸 Sooyeon 🌸🎨
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Observo impresionada el hermoso hanbok color rosa pálido, a su lado el gulle blanco con bordado floral resplandece. Sobre el escritorio de la habitación, Suji dejo una nota.

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Eres una chica encantadora y muy hermosa, había estado esperando por ti hace mucho tiempo y estoy agradecida de que llegaras justo a tiempo. Usa este hanbok para nuestra boda, por favor, se parte de mis damas

—Suji.

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Frunzo el ceño, en las bodas coreanas no hay damas de honor, pero yo nunca he asistido a una boda, así que no estoy segura, aun así no puedo ignorar la emoción de esto.

Apenas conozco a Suji, hace unos días y su confianza hacía mi me impresiona, ¿alguna vez has sentido que conoces a alguien de otra vida? Pues yo lo siento con ella.

Bajo las escaleras hasta la sala de estar, es tan linda y acogedora que me hace querer tumbarme el sofá todo el verano, por el rabillo del ojo una sombra negra me hace voltear.

Suspiro aliviada cuando esa sombra se convierte en un chico de metro setenta y cuatro, con su cabello alborotado, casi cubriéndole los ojos.

Lo observo de lejos aprovechando que no se ha percatado de mi presencia, él seca sus manos en un trapo de cocina, seguido toma un gran cuchillo y con gran habilidad pica un montón de verduras, la rapidez con la que lo hace me aterra, si se distrae por un mínimo de segundo se cortará los dedos.

Todo va bien hasta que comienza a picar cebolla, en cuestión de segundos su destreza con el cuchillo desaparece, corta la cebolla en trozos grandes y desproporcionados, ignorando cualquier bienestar por sus dedos, mira al techo parpadeando pesadamente.

Termino de bajar las escaleras, rápido entro a la cocina quitándole el cuchillo antes de que se rebane un dedo.

Él me observa sorprendido, todavía parpadea con pesadez intentando que el picor de la cebolla desaparezca. Con los ojos llorosos él me sonríe divertido.

—Buenos días.

No le respondo, con mi cadera lo empujo a un lado, él se hace a un lado observándome, no sé por qué cierra los ojos, nunca deberías cerrar los ojos si usas un arma.

Ruedo los ojos molesta, rápido termino de picar su desastre, de mala gana le entrego la cebolla finamente picada, él me sonríe encantado con el resultado.

—Gracias —me agradece antes de voltear a la parrilla, mueve las verduras que antes pico en el sartén, ahora que puedo ver bien, no son verduras, son papas.

Frunzo el ceño, me acerco para ver lo que hace.

—¿Me quieres ayudar? —Yoongi me pregunta, casi no puedo distinguir sus ojos ocultos tras de su cabello, asiento con la cabeza, si dejo que Yoongi queme la cocina, ¿dónde queda el boto de confianza de Suji hacia mí?

Asiento con la cabeza recibiendo esta sonrisa completa de él, sonríe tanto que le puedo ver las encías.

—¿Puedes batir diez huevos? —entorno la cabeza sorprendida, con mis manos le muestro todos los dedos de mis manos, él asiente con la cabeza —Sí, diez huevos.

Frunzo el ceño, niego con la cabeza, pero acepto, de la alacena bajo un tazón lo suficientemente hondo, de la gallina de porcelana junto a la tostadora, tomo los diez huevos.

Parto los huevos depositando el producto de gallina en el tazón, tomo un tenedor para batir los huevos, cuando están listos le entrego el tazón a Yoongi.

El sonido de tu voz | Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora