Capítulo IV

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-Naruto, tienes que concentrarte.

-Lo estoy intentando, Kakashi. No es fácil- lo miré. Estaba en el bosque de la muerte entrenando mi naturaleza de viento. Tenía que lograr formar un muro de viento, como una barrera que partiera el bosque en dos. Claramente la complejidad radicaba en el área que el bosque tenía, hasta el momento ya había logrado el ejercicio de partir las hojas y dividir la cascada.

Había acudido a él después del ramen con Tsunade, se suponía que tendría unos tres o cuatro días antes de empezar el entrenamiento pero la impotencia de no haber podido mantener a Tsunade a mi lado y el sabor amargo que dejó el conocer sus emociones al respecto fue una carga que me devastó. Aún no logro entender cómo logré sentir sus emociones, es algo que nunca había logrado. Conocer las emociones de alguien es algo que suena increíble y si me hubieran planteado antes el obtener dicha habilidad habría aceptado al segundo, pero ahora la detestaba. Era tan sofocante el no sólo haber tenido que lidiar con mi tristeza y dolor al separarme de mi recién conocida figura materna sino también con las suyas.

Mi meta de disfrutar esos últimos momentos con ella fue destruida por esto, el sentir cada emoción de ella al mirarme o al hablar de algunos recuerdos nuestros se volvió una tortura. Pero a pesar de la carga que me había aportado esto, jamás podría culparla por nada mucho menos por sentirse triste al no poder vernos más.

-Naruto, si no logras mantener tu mente aquí, nunca lograras crear la barrera de viento-su voz me trajo de vuelta al boque. Lo miré y un zumbido azotó mi cabeza y rachas de deseos de muerte la invadieron, llevé mis manos a mi cabeza y respiré unas cuantas veces. Ya había aprendido a lidiar con esto, habían comenzado casi al mismo tiempo que me había tenido que separar de Tsunade, cuando estuve al punto de caer en una depresión. Era como una segunda voz en mi cabeza, en ese momento de la depresión fue lo que me evito el caer en ella.

-¿Estás bien?- tomó un paso hacia mí. Levanté mi mano como en un reflejo señalando que se quedara ahí. Bajé la otra mano de mi cabeza y volví a respirar, despejé mi mente y le asentí.

-Bien, continúa. Tenemos unas cuantas horas antes de que deba ir con Sasuke y Sakura. La mención de esos nombres ocasionó otro zumbido en mi cabeza y el dolor volvió a acechar. Disimulé, sabía que era necesario que él los entrenara. A fin de cuentas por más que las misiones del equipo siete hubieran parado, no nos juntáramos para entrenar y por más que yo rogaba para que pasara el equipo siete seguía en pie. Los esfuerzos de Tsunade habían logrado que Kakashi saliera de ANBU y me ayudara a entrenar pero tan pronto como Sasuke fue dado de alta la presión del consejo hizo que le asignaran el entrenamiento de Sasuke y Sakura de nuevo.

Me volví a concentrar y visualicé en mi mente el cómo mi chakra se colaba por la tierra y a unos sesenta centímetros de mí se empezaba a crear una pequeña barrera. Abrí mis ojos, ahí estaba. Ya se empezaba a ver al chakra materializarse como viento y tomar la forma de una barrera. Mandé más chakra y está empezó a crecer y empecé a multiplicar la cantidad de chakra, cuando está ya tenía un tamaño considerable Kakashi me detuvo y formo un ataque de tierra que impactó contra el muro y lo fracturo. Sin que me dijera nada aumente la cantidad de chakra y la barrera repelió el ataque, creando una pequeña onda de choque.

-Bien, hecho. Creí que te tomaría muchísimo más tiempo lograr esto- se acercó y revolvió mi cabello. Sonreí, lo consideraba un hermano mayor, era la única persona a la que podía ver y con la que podía bajar mis defensas. Sus anteriores visitas en el hospital eran la prueba de que podía confiar en él. Sonreí.

- Sera mejor que te vayas, has estado trabajando sin descanso- me miró dudoso.

-Hazlo por mí, sabes que eres el único pilar que me queda- Supliqué, suspiró.

Unión forzada / Kyunaru_ KuranaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora