Más Allá Del Cielo El Internado Laguna Negra

El Último En Llegar

(Es mi primer libro y nunca antes he escrito pero creo que es una idea muy original y distinta a todas, iré subiendo mas capítulos)

Tras decirle a Julia que cuidara a la mujer de su vida, Maria, por la que tanto había luchado, y el hijo de Maria, Iván. Fermin se alejo dejando atrás toda una vida, en la que se había convertido en un héroe, había salvado la vida de más de 400 personas. Al llegar, todos le recibieron con una sonrisa triste, pues a pesar de todo lo que había hecho, había muerto, y eso si que era una verdadera pena.
Allí se encontraban Amelia, su hermano Fernando, Carol, Roque, Cayetano, Adriana Saavedra; la jueza, Pedro, Andrés; que aunque en su momento hubiese estado con los malos, ahora estaba dispuesto a lo que hiciese falta para proteger a su mujer, ahora viuda, Sandra Pazos. También estaba Alfonso, Elsa, Toni, el gnomo, Nora, Márquez; el detective de Hector, Nacho; el novio de Vicky, que aunque no entendía mucho estaba dispuesto a ayudar lo que hiciese falta y alguno mas también había en la nube.
Aquella nube era exactamente igual que el internado y allí vivían todos.
Nora y Saul y ahora también el recién llegado Fermin, quienes sobre todo ellos dos le habían recibido con mucho cariño, compartían los tres habitación. En otra, Amelia y su hermano, Carol, Cayetano y Roque también dormían juntos, aunque Carolina no había perdonado a Roque por matarla, ya no le guardaba tanto rencor. Pedro y Andrés, que no se conocían, hicieron muy buenas migas allí y compartían cuarto con Márquez, a quien tampoco conocían, pero allí, todos habían hablado y todos sabian que tenían que ver en el asunto del Internado. En otra habitación residían Elsa y el gnomo, su hermano, quienes ya habían hecho las paces y se llevaban muy bien. Toni dormía junto a Nacho, que era un friki de las motos y habían congeniado, y finalmente Alfonso con Adriana Saavedra, que aunque no parezca que puedan tener nada en común, compartían muchos gustos literarios.

Allí, llevaban una vida normal y muy tranquila, en el torreón del internado fantasma, había una bola en la que se veía lo que iba sucediendo en el Internado, mejor dicho, se veía lo que le iba sucediendo a la gente del internado, y ahora estaban todos en un hotel, así que de una manera o de otra se las apañaban para que siempre hubiese alguien supervisando a los vivos.
Cuando Fermin llegó, estuvieron todos horas reunidos en el comedor mientras Fermin les contaba todo al detalle, les contó como averiguó que Garrido estaba con ellos, el plan que hicieron para escapar, que Julia veía fantasmas...
También, los que estaban allí le explicaron como iban las cosas en el internado fantasma, los turnos de vigilancia de la bola y la puerta mágica; la puerta de los pasadizos de la chimenea del internado fantasma no te llevaba a los pasadizos, sino al mundo real. Le explicaron que solo la utilizaban cuando era muy importante y Fermin les contó que podrían comunicarse a través de Julia si pasaba algo.

Los días allí no se hacían largos y Fermin no tardo en acostumbrarse, recupero su puesto de cocinero y trataba de mantenerse ocupado.