Más Allá Del Cielo El Internado Laguna Negra

Nysiros

Fermin estaba durmiendo cuando de repente llamaron a su puerta, se despertó confuso y abrió, serían las siete y media de la mañana. Era Andrés.
- Buenos días Fermin - dijo nervioso - Yo.. yo había pensado que tal vez podría acompañaros a ti y a Amelia a Nysiros hoy, por- porque yo estuve allí y controlo más o menos el idioma- terminó este.
- Es una muy buena idea Andrés, nos harás falta, he quedado con Amelia a las diez y media en la chimenea para ir al aeropuerto, estate allí - dijo Fermin bostezando y se fue a duchar.
Mientras tanto, Carolina y Nora se preparaban para ir preguntando por nubes cercanas por Apolo y Max, por si acaso no estaban en Nysiros.
Lucía estaba despierta y esperaba al desayuno inquieta, podía comprender que la encerraran, ya que ya les había traicionado muchas veces, pero se sentía sola a pesar de que de vez en cuando Toni se acercaba a charlar con ella.
A las diez y media, se encontraron Fermin, Amelia y Andrés en la chimenea, se despidieron de Elsa y Saúl y se marcharon rumbo al aeropuerto.

Cuando llegaron al aeropuerto fantasma estaba muy lleno de gente, como era gratis, cualquiera podía viajar, a conocer lo que no pudiste conocer de vivo, a visitar a alguien...
Los protagonistas de nuestro viaje sacaron los billetes y esperaron pacientemente al avión, que por suerte, fue muy puntual.
Después de casi cinco horas de vuelo, aterrizaron en Nysiros, no era una isla muy grande así que tampoco podría ser tan difícil encontrarles. Tenían que darse prisa.
Los tres jóvenes fueron preguntando a la gente a través de Andrés, que les traducía, hasta que encontraron a una joven que pudo ayudarles. Era una chica rubia y de ojos grises, baja y con un gran lunar, hablaba muy rápido y gesticulaba mucho. Amelia y Fermin se miraban sin entender, Andrés prestaba atención a lo que decía la joven y asentía.
- Dice que su novio trabaja en una residencia y que alguna vez le contó sobre un viejo con una cicatriz en la cara y la voz grave como el que le he descrito, no es mucha información pero no tenemos nada que perder, la residencia se llama "Nysiros Age"
Cuando llegaron allí, estaban muy cansados, llevaban horas andando y les dolían muchos los pies, Andrés hablaba con la recepcionista.
- Dice la chica que que de parte de quien le dice a Max que venimos - tradujo Andrés a sus compañeros.
- Dile que de Fermin - respondió el mismo. Max sabía perfectamente quién era él, le había salvado del campamento militar y habían compartido algunos ratos. La recepcionista les dejó pasar y entraron.
Fermin se quedó impactado, Max se veía mucho mas viejo, estaba metido en la cama viendo la televisión, sus manos se veía agrietadas, sus ojos apagados, tenía los párpados muy caídos, parecía una sombra...
Max se giró y se quedó aún más de piedra que Fermin, había tres personas en la puerta de su habitación, una de ellas, Fermin, quien le habia salvado hace ya tiempo, sin embargo lo que le sorprendió fue verlo allí, ¿acaso había muerto?
- Fermin - dijo, y salió un hilo de voz
- Max - respondió él mirándolo con pena.
- Es- estas aquí- no se lo podía creer.
Los tres entraron a la habitación y cerraron, sentándose en las sillas.
- Desgraciadamente sí, salvamos el internado, pero Garrido me mató, aunque valió la pena- dijo con una sonrisa apenada, cogiéndole la mano Max. Éste apagó la tele.
- ¿Qué- que hacéis aquí? - la voz de Max era tan grave como siempre, pero las palabras le salían entrecortadas, había envejecido mucho.
Fermin le contó la situación que estaban viviendo ellos, los vivos, Iván, le presentó a Andrés y a Amelia... Etc.
- ¿Y tú? ¿Qué hiciste después de que te matara Amaia? - siguió Fermin
- Yo me fui a vivir con mi mujer, que también está muerta, ella estaba muy enferma y no tardó en ascender a la Nube Negra. Unas semanas después de la muerte de mi mujer, Daniel ( Apolo) apareció en mi casa y estuvimos viviendo juntos un tiempo. Yo empecé a enfermar y Apolo me trajo aquí porque aquí tenían medicamentos para cuidarme. También vivíamos juntos, pero el tuvo que marcharse a Alaska. Me ingresó en esta residencia y viene una vez al mes a administarme los medicamentos- contó Max. Todos le miraban atentos. - Me he quedado de piedra con todo lo que me habéis contado, llamaré a Apolo y le diré que venga. Tenemos que ir al internado si o si. No me queda mucho de vida, pero quiero hacer algo útil con lo que me quede.
Max llamó a Apolo, quien le cogió rapidísimo preocupado. Max le contó todo y le pasó a Fermin. Ellos no se conocían en persona, pero los dos habían oído hablar muy bien del otro a través de Martín.
- Fermin no se diga más, cojo un avión ahora mismo, esperadme allí, con todo lo que ha costado y las vidas que han tenido que sacrificarse para salvar la movida del Internado, como para que ahora se vuelva a extender el virus- Apolo cortó la llamará y fue hacia el aeropuerto.

Mientras tanto Iván se encontraba en la misma silla que ayer, ahora no tenía trapo en la boca, estaba rodeado de un montón de hijos de puta. Noiret, Theodora, Karl y Garrido estaban allí.
- ¿Han encontrado ya de una puta vez a Lucía? - preguntó Noiret inquieto.
- No, he hablado con Camilo y no, estamos empezando a creer que está en la Nube Negra- respondió Theodora.
- O a lo mejor tu hijito sabe donde está - dijo Garrido mirando a Noiret. Y todas las miradas se posaron en Iván.
- Yo no tengo ni puta idea- respondió Iván, sabia que Fermin había ido a buscarla también, pero nunca llegó a contarle si la habían encontrado.
- Si mañana no la tienen te extraeré yo la sangre y haremos la enfermedad entre mañana y pasado mañana - dijo Karl, quien había desarrollado junto con Lucía y Woolf la primera enfermedad y sabía de medicina.

____________

Carolina y Nora ya habían vuelto, no habían encontrado nada, así que se sentaron a cenar con los demás. Cayetano y Márquez vigilaban la bola. Toni, Nacho, Susana y Alfonso la entrada a la nube.