Los Voluntarios

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Iván, Sandra, Paula y Evelyn salieron del chalet con dos bolsas de basuras, tenían que ir a comprar medicinas, hace dos días que se habia expandido la enfermedad, y ya empezaban a haber síntomas, había un total en España de cuarenta y tres millones de personas contagiadas y estaban empezando a haber muertes de la gente que no se podía permitir una ampolla cada dos días. En el chalet, todos estaban contagiados menos Lucas por ahora, además de Maria e Iván que no podían contagiarse.
Si no iban ya a por las medicinas los síntomas se harían fuertes y podrían llegar a morirse.
- ¿Cómo esta Jacinta? - preguntó Iván a Sandra, las niñas correteaban por delante, Sandra había estado preparando una manzanilla para Jacinta que se encontraba muy mal.
- Está mal, bastante mal. ¿Tú has estado con mi hijo? - respondió Sandra refiriéndose a Marcos. Iván asintió.
- Ha estado vomitando, esta bastante triste, me da mucha pena - murmuró Iván.
- Lo lleva pasando muy mal mucho tiempo Iván, pero ahora no puedes irte de su lado, tarde o temprano esto acabará y podremos rehacer nuestras vidas- aseguró Sandra y le dijo a Evelyn que mirara antes de cruzar.
Cuando llegaron a la farmacia había una chica en la puerta que les dio mascarillas.
- Buenos días ¿Que desean?- preguntó la farmacéutica.
Iván se volvió hacía Sandra. Evelyn y Paula miraban las vaselinas con forma de unicornio.
-¿Cuántas cogemos? Somos muchos- dijo Iván.
- Deme cuarenta dosis de la cura porfavor - dijo Sandra mirando a la joven farmacéutica. Esta se dispuso a prepararlo.
- ¿No son muchas? - preguntó Iván tocandose el pelo
- Somos unos veinte en el chalet. Si nos tomamos una cada uno cada dos días estaremos al menos cinco días sin tener que volver a comprar- respondió Sandra.
La farmacéutica volvió.
- Cada paquete de diez dosis son veinte euros así que un total de ochenta-dijo acercando el datáfono.
- ¿Como que ochenta euros por cuarenta ampollas de mierda? - dijo Iván abriendo los ojos y acercando las distancias.
- ¡RESPETE LA DISTANCIA QUE YO NO ESTOY CONTAGIADA! - gritó la joven e Iván retrocedió a pesar de no estar contagiado, no lo creería. Sandra pagó y se fueron.
-¿Sabe mal la medicina? - preguntó Paula cuando ya estaban bastante cerca de la casa. Y Sandra le dijo que estaba muy buena.

Cuando llegaron todos se encontraban en la habitación de Jacinta, tenía los ojos entrecerrados, le temblaban las manos, se le había caído mucho pelo. Julia le acariciaba la mano mientras una lagrima brotaba de su ojo. Alicia y Vicky estaban abrazadas, Martín, Rebeca y Lucas miraban con pena. Iván y Marcos miraban apenados desde la distancia. Paula y Evelyn no paraban de decir que si se iba a morir. Maria lloraba desconsoladamente. Héctor ni siquiera estaba, no podía ver como se moría lo que él consideraba una madre.

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Mientras tanto, Carolina y Fermin llegaron al chalet para contarles lo del intercambio temporal de vidas, no encontraban a nadie hasta que escucharon llorar a Maria y supieron a donde dirigirse. Al entrar vieron la situación y la comprendieron rápidamente. Julia los vio entrar y gritó.
- ¡Fermin! ¡Carol! - todos miraron a la puerta - Jacinta no... ella... No.. - lloró sin consuelo, Jacinta estaba callada, no tenía fuerzas para formular ni una sola palabra.
- Tranquila Julia, tranquila... - la consoló Carol, pero a ella también se le escapó una lagrima.
- ¡Le hemos dado la medicina, todos nos la hemos tomado y no se recupera! - gritó María. Fermin la observó desde la puerta en silencio y desvío su mirada hacia Jacinta tragando saliva.
- M-maría... - susurró Jacinta y todos se callaron, Maria la miró destrozada - llama... llama a... A Héctor, no... No me puedo ir sin despedirme...
- Eh eh- dijo Maria - Jacinta no te vas a morir, te hemos dado la ampolla, ya... Ya verás que en un rato te hace efecto y te recuperas - musitó Maria sin creerse sus propias palabras.
-Maria... Ya no hay ampolla que sirva... Es mi hora...Ya he hecho todo lo que tenía que hacer aquí, ya me salvaste una vez de que me suicidara. ¿Recuerdas? Llámale por dios- suplicó Jacinta en un susurro. María se levantó y fue a buscarle. Fantasmas y vivos esperaban inquietos en la habitación a que volviese.

Héctor se encontraba fuera fumando con los ojos rojos.
- Héctor... Jacinta no aguanta más y lo único que quiere es verte - dijo cogiendo aire, había bajado muy rápido las escaleras. Héctor no se inmutó.
- ¿ES QUÉ NO LO ENTIENDES? ¡SE VA A MORIR HÉCTOR! ¡SOLO QUIERE VERTE! - gritó Maria mientras una lagrima se deslizaba por su rostro.
- No puedo verla - respondió él con un gruñido - No puedo verla sabiendo que va a ser la última vez. Solo... No puedo
Maria no aguantó más, lo agarró del brazo y le obligó a subir a la habitación. Todos le miraron, Héctor apagó el cigarro.
- Salir todos - dijo Marcos arrastrando a Iván del brazo.

Héctor y Jacinta se quedaron solos y Héctor lloró con todas sus fuerzas y la abrazó.
- Héctor... Solo quiero que sepas que eres lo que más he querido en este mundo... Y que seguirá siendo así por muy lejos que esté.
- Jacint.. - ella lo interrumpió.
- Se que te costará superarlo pero tienes... Tienes que seguir adelante, tu familia te necesita más que nunca, se que podréis todos juntos con esto- susurró ella con un hilo de voz
- Te quiero muchísimo- dijo él, y apoyo la cabeza de Jacinta en su regazo.
- Y yo a ti Samuel, y yo a ti - dijo ella, y sus ojos se cerraron. Héctor lo vio y empezaron a caer más lágrimas.
- ¡No! ¡NO NO Y NO! - gritó él y la estrujo contra su pecho con los ojos rojos, los demás entraron a la habitación y llevaron a Héctor a la suya, Sandra y Paula se quedaron consolandole.
Julia y Vicky se abrazaron destrozadas, no se lo podían creer, Carolina abrazó a Fermin, no quería mirar.
Alicia llamó al tanatorio y vinieron a por su cuerpo.
- Cuando toda esta mierda haya acabado, le haremos un funeral- aseguró Alicia a todos, que estaban a su alrededor.

Hubo un largo silencio hasta que Julia intervino.
- Fermin y Carol están aquí, ¿Que queríais? - dijo pasándose la manga por el ojo para secar sus lágrimas. Fermin les guió al salón a todos, donde había un espejo y lo llenó de vaho.
- Sé que no es el mejor momento, acabamos de perder a un pilar más, pero es verdaderamente urgente, Max ya ha llegado y nos ha dicho que el no puede hacer la máquina si está muerto - todos leyeron el mensaje sin entender. Fermin lo borró porque no tenía hueco y siguió- Si Max hace la máquina en el mundo de los muertos solo nosotros podemos verla. Por eso tenemos que hacerla en el mundo real - hizo una pausa para borrar.
- Pero si solo sabe hacerla Max - dijo Martín
- Nos ha contado que hay manera... - y no escribió más.
- Julia yo te lo digo y tu se lo cuentas que ya me estoy cansando de escribir - diji mirándose el dedo dolorido. Fermin se lo contó todo y ella lo dijo para que los demás lo oyeran.
- Fermin dice que Max dice que para que un fantasma venga a nuestro mundo un vivo debe sacrificarse para que el muerto tome su cuerpo con un máximo de tres días, si en tres días no se ha salido del cuerpo. Los dos se quedarán en la nube fantasma. Necesita dos voluntarios para que Max y él vengan a nuestro mundo y hagan la máquina- terminó de contar Julia. Hubo un largo silencio.
- Yo - todos se giraron, era Marcos - no me importa ir tres días a la nube si es para salvar a toda la humanidad de los nazis estos, así veré a Carol también- dijo
- Pero Marcos... - dijo su madre.
-Mamá esta decidido yo iré - la interrumpió él.
- Está bien yo también iré - era la voz de Rebeca, que se puso en pie.
Fermin siguió explicándole a Julia, que estaba de pie y asentía. Cuando acabó se lo explicó a los demás.
- Mañana por la mañana vendrán Max y Fermin para hacer el intercambio de cuerpos. Necesitamos dos cajas de pastillas para Marcos y Rebeca. Solo funciona el intercambio si la muerte del vivo es por suicidio. Tendréis que tomaroslas- finalizó mirando a los voluntarios. Iván y Vicky fueron a comprarlas.

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Cuando Carol y Fermin llegaron al internado fantasma, explicaron el porque de su tardanza y saludaron a Jacinta, que no estaba triste, solo cansada y nostálgica, todos la recibieron con un abrazo y le enseñaron el lugar. Luego estuvo hablando con Elsa y mirando a los vivos por la bola.

Más Allá Del Cielo El Internado Laguna Negra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora