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Minhyuk se encontraba en el supermercado. Jongho ya tenía siete meses de embarazo, y como Yunho había tenido que viajar a Francia de urgencia, Minhyuk era el encargado de cuidar a Jongho mientras el alfa no estaba.

Haciendo un recuento de la vida de Minhyuk.

El omega había logrado rehacer su vida junto con sus dos gemelas. Se habían mudado de casa cuando luego de un tiempo Sungjae volvió a aparecer constantemente en el lugar, rogando perdón a Minhyuk.

Así que el omega había decidido que estaba harto, y que ni sus hijas ni él merecían estar pasando por esto, ya no más.

Se habían mudado a otra casa mucho más pequeña, al fin y al cabo, solo eran ellos tres, y pronto sería solo Minhyuk, pues las gemelas ya habían entrado a la universidad y seguramente pronto querrían comenzar a hacer su vida.

Estaba muy concentrado viendo los distintos tipos de cereales, tratando de recordar cuál era el que Jongho le había mencionado que quería, cuando sintió a su omega removerse bastante inquieto.

Dejó de prestar atención a los cereales y prestó atención a su omega, este estaba demasiado enloquecido.

Entonces percibió ese aroma y sintió como si algo en su pecho lo obligará a ir hacia alguien.

- ¿Minhyuk?

Esa voz. Minhyuk se llevó una mano al pecho y volteo lentamente.

- ¿Yunho?

¡Mi alfa! ¡Encontramos a nuestro alfa! ¡Abrazalo, besalo! Su omega no dejaba de chillar de emoción.

Ahí estaba Yunho, luciendo tan joven y tan bien, como solo él podía lucir. Llevaba un pants y una sudadera en conjunto, junto con una gorra. Sus ojos color miel seguían siendo tan preciosos como la última vez que lo vio, hace más de veinte años.

- Carajo, en serio eres tú- Yunho tenía una mano en su pecho, probablemente también tratando de calmar a su alfa, y tenía una sonrisa preciosa en su rostro.

- Y-yo...- Minhyuk no sabía qué decir, había tanto que decir.

¡Abrázalo! Le gritaba su omega.

- ¿Está…..tu alfa por aquí? No te quiero causar problemas- su sonrisa fue decayendo poco a poco.

Que cosas tan tontas dice ¡Él es nuestro alfa!

Minhyuk empezó a negar rápidamente- N-no, yo... nos separamos, lo deje.

Yunho sonrió nuevamente, y sin poder evitarlo mucho más, se acercó hasta Minhyuk para abrazarlo. Le dió un beso en la frente e inhaló su aroma.

Cerezas. ¡Nuestro omega, nuestro omega!

Minhyuk cerró sus ojos al sentir el aroma de Yunho llenar sus fosas nasales. Pino y café. Sintió a su omega calmarse, y regocijarse por la cercanía del alfa.

Minhyuk se había alejado tan solo un poco para llevar sus manos hasta el rostro del alfa, acariciandolo y confirmando que era real, y no era otro de sus tantos sueños donde se reencontraba con el alfa.

- Realmente estás aquí...

- Por supuesto, omega.

Minhyuk y el cielo saben cuánto había extrañado que le llamara omega.

Luego de eso, no se separaron más. Comenzaron una vida juntos, como debió de haber sido hace años. Minhyuk se sentía con más vida que nunca, nada se comparaba a la sensación de tener a su alfa a su lado y Yunho se sentía igual.

Yunho había conocido a las gemelas, pronto conoció a Yunho, lo cual al principio les pareció una coincidencia chistosa, pero luego Minhyuk explicó el porqué del nombre de su cachorro. Y Yunho, no pudo sentirse más feliz, al saber que todos esos años, su Minhyuk no se había olvidado de él, ¡Le había puesto su nombre a su hijo! Tal y como ellos habían planeado cuando eran unos críos y soñaban con tener una familia, acordaron que a su primer hijo le llamarían Yunho.

Las gemelas y Yunho amaron al alfa en el primer segundo. Minhyuk no podía estar más feliz.

Yunho no había formado familia nunca, viviendo con la esperanza de que algún día volvería con su único omega al que alguna vez le había pertenecido. Y así había sido.

Ahora vivían junto con las gemelas. Minhyuk tenía una nueva marca, dejando en el olvido aquella que se había hecho a la fuerza y sin amor. Ahora tenía la marca de su alfa, despertaba todos los días a su lado, tocando su rostro para confirmar que era real, con una felicidad y calma inigualable en su interior.

Nunca era demasiado tarde. Era feliz, se sentía sano. Se sentía bien.

Estamos en casa. Finalmente lo estamos.

Lovesick [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora