Prólogo

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[Jongho]

Se miró al espejo una última vez. Se sentía satisfecho con su vestimenta. Había decidido ponerse unos sencillos skinny jeans negros, y una playera blanca con dibujos de manos en ella. Se colocó un reloj negro en su muñeca izquierda y obviamente sus anillos. Se pasó una mano por su cabello y al final se encogió de hombros al darse cuenta que no servía de mucho hacer eso.

Checo la hora, eran las once con trece minutos, Wooyoung, su mejor amigo y un muy bonito omega, no debía de tardar en llegar por él.

Justo cuando se dirigía a su baño para rociarse un poco de perfume, el timbre sonó y enseguida su celular, eso indicaba que Wooyoung ya había llegado. Rápidamente se rocío de perfume y salió de su habitación.

Antes de eso, se detuvo en la habitación de su padre para avisarle que ya se iba.

- Papá... ya llegó Wooyoung, vuelvo más tarde, y si no, es que me quedé en casa de Woo, pero sabes que de todas formas te aviso.

- Claro. Cuídate por favor, saludame a Wooyoung y a San-. Su padre le sonrió, Jongho hizo lo mismo para después irse finalmente.

Cuando salió de su casa, ahí estaba su mejor amigo junto con su alfa.

Wooyoung había conocido a San en la universidad, San había venido de intercambio. Pero desde el momento en que había conocido a Wooyoung, el mayor había jurado que el pelinegro era su omega, y viceversa. Llevaban un año de relación ya. Y Jongho estaba muy feliz por ellos.

Wooyoung silvo cuando lo vio.

- ¿Cómo es que logras lucir tan bien con cosas tan simples?- preguntó el pelinegro viendo al chico de pies a cabeza.

San hizo un sonido de indignación.

- Estoy por aquí, omega, por si lo olvidaste- Dijo con fingida molestia.

- Haces que me moje, Jongho-. Wooyoung fingió un gemido.

- ¿Qué mierda, Wooyoung?- San se carcajeó.

Jongho los miró con el ceño fruncido mientras reía. Era la pareja más extraña que había visto. Wooyoung era el tipo más extraño que alguna vez había conocido.

- Bueno, bueno, vámonos- se acercó hasta Jongho-. Lo siento, amor, es muy tarde para jugar.

- ¡Oh por dios, carajo, estoy aquí! ¡Y Jongho, alejate de mi omega!- habló San divertido abriendo la puerta del copiloto, para su omega, y la de los asientos de atrás para que Jongho entrara al auto.

Luego de varias risas y karaoke en el auto, llegaron hasta la casa de un chico de la universidad, era el cumpleaños de este y habían tenido la dicha de ser invitados personalmente.

Bajaron del auto y caminaron hasta la entrada. Se podía escuchar el rumor de las personas y el sonido de la música desde afuera.

Antes de entrar San habló.

- Bien, no se alejen tanto ¿Okey? Cualquier cosa díganme. Jongho, enserio, si algún alfa estúpido te molesta, dime, no me es problema romper uno que otro hueso.

Jongho agradeció silenciosamente con una sonrisa.

San tomó la mano de Wooyoung y finalmente entraron a la casa. El lugar estaba lleno de alfas, omegas y betas. Todo olía a alcohol, drogas, y un tenue olor a excitación.

- ¡Diviértete!- Wooyoung le gritó a Jongho.

Jongho suspiro y se dirigió a la cocina para prepararse una bebida. Cuando la tuvo lista, acercó su vaso a sus labios para tomar un trago, pero esto no fue posible.

Algo, o mejor dicho alguien, chocó contra su espalda, causando que toda la bebida cayera en su playera blanca.

- A la mierda...- susurro.

- ¡Carajo! Perdón-. Gritó alguien a sus espaldas.

Jongho se volteo listo para insultar al idiota que se le habia ocurrido arruinar su playera.

Menta y chocolate amargo, con un toque de olor a lluvia.

Mierda.

- Perdón... omega.

Lovesick [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora