Ya iba tarde, como de costumbre. Entró a la facultad corriendo, no podía llegar tarde, está sería su décima vez haciéndolo y el profesor ya le había advertido que un solo retardo más, no lo dejaría presentar el proyecto final, y no podía suceder eso.
El problema era que tenía que ir a dejar a Hannie y Haerin a la secundaria y el tráfico de camino a la universidad siempre era un infierno.
Suspiro cuando visualizo el salón, pero chocó con alguien que aparentemente iba tarde también.
- ¡Ay!- exclamó el chico a su lado.
Inhaló.
Omega.
Frunció el ceño por el pensamiento de su alfa.- Perdón-. Dijo algo desorientado por el aroma.
Manzana y margaritas. Delicioso.
El omega abrió la puerta, el querido profesor Lee los recibió con una sonrisa cínica.
- Que horas de llegar... Buenos días, joven Choi- le dedicó una sonrisa, para luego voltear a ver al alfa con desaprobación-, joven Jeong, ya habíamos hablado de los retardos, ya sabe las consecuencias.
Mierda, mierda, mierda.
- ¡No! Puedo explicarlo, lo juro- iba a tener que inventarse algo.
- ¿Con qué excusa me saldrá ahora, Jeong?
El alfa se quedó pensando. Carajo, que no era su culpa pensar tan malditamente lento.
- Eh...
Estaba listo para rendirse, daba lo mismo, no sería la última vez que llegaría tarde, solo estaba retrasando lo inevitable.
- Lo que pasó es que un imbécil, alfa cabe recalcar, me estaba molestando por los pasillos, y... este chico se detuvo a ayudarme, no es su culpa, es más, por él estoy aquí vivito y coleando.
Yunho volteo a ver al omega, no entendía porque había hecho eso pero no haría nada para contradecirlo.
- Aja... eso- Simplemente dijo.
El profesor pasó su mirada de uno a otro, no creyéndoles evidentemente, pero decidió pasar la excusa.
- Bien. Pasen.
Sin dudarlo pasaron, cada quien sentándose en su respectivo lugar.
Yunho se quedó observando al omega, la forma en que sacaba sus cosas tan delicadamente. Cómo pasaba su mano por su cabello con la intención de acomodarlo pero sin tener mucho éxito, y aún así, se veía bien.
Yunho no terminaba de entender el porqué su alfa se había portado así cuando se topó con el omega. Tanto tiempo en el mismo salón de clases y jamás había pasado. Tal vez era porque su celo estaba cerca, seguramente si, o tal vez porque no recordaba estar tan cerca del omega alguna vez y su aroma simplemente lo tomó por sorpresa.
Lo que resto de la clase solo pudo seguir admirando al omega.
- Entonces ¿Hacemos el proyecto juntos?- habló San a su lado, sacando de sus pensamientos al alfa.
- ¿Ya encargó el proyecto?- pregunto confundido.
- Mhm, paso como diez minutos explicándolo- San lo miro con una ceja alzada- ¿Tan tonto te dejo el omega?
Yunho bufó y se paró metiendo sus cosas en la mochila.
- Si, lo haremos juntos, nos vemos luego.
Y sin más se fue. San suspiró, sabiendo un poco a dónde iba todo esto. Salió del salón cuando divisó a alguien.
- ¡Wooyoung!
El omega volteo a verlo, sonrió y comenzó a caminar hacia el alfa. Cuando ya estuvieron cerca, San no pudo evitar olisquear el cuello del omega, amaba su aroma a cereza y rosas.
- Hola, omega. Vamos, tengo un chisme que contarte que incluye a tu amiguito y a mi amiguito tontito- Wooyoung rió, asintiendo y comenzando a caminar abrazado a su alfa.
[...]
Algunas veces le gustaría no tener hermanas, o que sus papás se hicieran un poco más de caso a su familia. Aún así, amaba a sus hermanas, era la única razón por la que seguía estudiando y pasando noches de desvelo.
Pero algunas veces se cansaba y se hartaba. Siempre llegaba tarde a sus primeras clases por ir a dejar a las chicas a la escuela, pero prefería llevarlas a qué les pasará algo si se iban solas. Y prefería perder un poco de tiempo que podría ocupar para hacer su tarea, para ir por sus hermanas y asegurarse que había algo para que comieran, ya fuera hecho o con algo con lo que ellas pudieran hacerse.
Pero siempre había sido así, tomando una responsabilidad que no le correspondía, aguantando dolores de cabeza por desvelarse y levantarse temprano. Bañarse, preparar desayuno, dejar a las gemelas e ir volando a su facultad. El maldecía a sus padres.
Sus padres, no. Esos señores que se la pasaban de ciudad en ciudad por cosas de "trabajo", por supuesto que no, Yunho sabía que no era así, pero prefería no decir nada.
Estaban bien. Estaba bien.
Solo dos años más y las gemelas también irían a la universidad, él terminaría su carrera y entonces ya no tendría que seguir preocupándose.
Todo sería diferente si sus padres estuvieran aquí, si sus padres no estuvieran aprovechándose de su tan buen hijo, Yunho estaría viviendo una vida universitaria normal, sin sentir una responsabilidad adicional en sus hombros.
Pero amaba a sus hermanas, y por ellas estaría hecho una mierda las veces que fueran necesarias.
- ¡Chicas, la cena!
Escucho pasos apresurados desde el piso de arriba.
- Gracias, Yun-. Dijeron las dos al unísono.
Cenaron mientras compartían cómo les había ido en el día. Se tenían la confianza suficiente para contarse todo. Eso sucedía cuando solo eran ellos tres.
- ¿Y sabes su nombre al menos?- preguntó Haerin.
Sí, Yunho les había contado, quizás podrían ayudarlo. Haerin era una omega muy bonita con aroma a fresas, mientras que Hannie era una alfa con aroma a madera y pino.
- Sé que se apellida Choi- Se encogió de hombros.
- Que tonto, un semestre entero en el mismo salón y no sabías ni su existencia-. Comentó Hannie.
- Estoy muy ocupado en otras cosas como para fijar mi atención en un omega.
Y era verdad, con tantas cosas en su mente, el tener una pareja era lo último en su lista. No había tiempo para cortejos, para citas, ni siquiera para sexo. Yunho ya había olvidado lo que se sentía anudar dentro de alguien. A este paso, su pene terminaría cayendo por falta de uso.
- Pues no pierdas más tiempo. Mañana podemos tomar el autobús, como todos los demás, Yun, y así tú puedes conseguir una flor para dársela y pedirle su número.- Dijo Haerin mientras devoraba el spaghetti tan delicioso que Yunho había hecho.
- No dejaré que se vayan solas, no importa- Habló Yunho, no dejaría que se fueran solas por el capricho de su alfa por estar cerca de ese omega.
- Yunho, todos los demás toman el autobús- Dijo Haerin.
- Es una orden. Mañana esperaremos el autobús, mientras tú haces algo por tu vida amorosa, y no se discute más sobre eso-. Hablo Hannie decidida.
Yunho la miró con una ceja alzada, Hannie era tan parecida a él.
- Bien, señorita alfa, lo que usted me diga.
Después de eso no hablaron mucho, terminaron de cenar y se fueron a sus habitaciones.
Yunho se tiró en la cama, tenía la fortuna de tener a Hannie y a Haerin como hermanas. Y se durmió, porque mañana tenía un omega por ¿Conquistar?
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Lovesick [2ho]
FanficAdaptación 𓍯 Yunho lo admitía, cayó rendido a los pies de ese omega desde que se lo topo en la entrada del salón de clases de la universidad, no podían culparlo, se la pusieron difícil, le fue imposible no caer ante esos ojos y a su maravilloso aro...