Capítulo X

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- Tus padres no se ven malos a simple vista...- comentó Jongho después de estar un rato en silencio en la habitación del alfa.

- Las apariencias engañan, omega-. Contestó algo decaído Yunho.

Jongho asintió. Siguió acariciando el pecho de Yunho en pequeños círculos.

Desde que habían entrado en la habitación del alfa, Yunho no había querido pronunciar ni una palabra. Jongho distinguía la preocupación, decepción y hasta algo de vergüenza y tristeza.

Jongho se acomodo mejor sobre Yunho, de manera que pudiera verlo directamente a los ojos. Esos bonitos y preciosos ojos.

- Dime que pasa por tu cabeza, alfa, habla conmigo.- Pidió en un susurro Jongho.

Yunho suspiró. Tener a Jongho ahí era toda la fuerza que necesitaba. Llevó su mano hasta el cabello de Jongho y pasó sus dedos por ahí. Detallo cada cosa en su rostro, hasta la más mínima. Podía detenerse a contar la cantidad de pestañas que tenía, y no se aburriría.

- Simplemente no quiero que sigan aquí-. Fue todo lo que atino a decir.

- ¿Por qué?- preguntó en voz baja el omega.

- Porque si están aquí es porque quieren algo, algo pasó, o algo harán- sonrió de manera triste, siempre es así.- No vienen porque quieran estar con nosotros, jamás ha sido así.

Jongho medito unos segundos lo que diría.

- Tal vez está vez no sea así-. Ni él mismo se creyó sus palabras. Yunho rió amargamente.

- Voy a fingir que te creo-. Simplemente dijo.

Luego de eso, vieron una película. Se quedaron dormidos y no despertaron hasta el día siguiente que la alarma de Yunho sono.

Yunho despertó sin abrir los ojos. Sentía un peso encima de él. Gruño pensando que era Haerin, que quizás se había asustado con algo y había ido con Yunho, como cuando era pequeña, pero no. Era Jongho. Su Jongho.

Se veía celestial. Se veía precioso. Con su cabello desordenado, boca entreabierta ya que así era la forma en que respiraba. Un brazo lo tenía en el cuello de Yunho y otro debajo de él. Sus piernas estaban enredadas entre las de Yunho.

Y luego se dió cuenta de que no había apagado la alarma. Se estiró como pudo para tomar su celular y apagarla. No podía creer que Jongho no se había despertado a pesar de que la alarma había estado sonando varios minutos.

No quería despertarlo, se veía bastante cómodo y relajado durmiendo, pero Yunho ocupaba ir al baño y bañarse. Y ya no aguantaba. Así que con cuidado se quitó a Jongho de encima y se paró siendo cuidadoso para no despertarlo. Pero apenas dió un paso escucho una preciosa voz detrás de él.

- ¿A dónde vas, alfa? Vuelve a la cama-. La voz ronca y lenta de Jongho le erizo la piel. Se acercó a él.

- Voy a bañarme, cariño. No tardó-. Jongho asintió con los ojos cerrados y aparentemente se volvió a quedar dormido.

Yunho se ducho en menos de cinco minutos, cuando salió Jongho estaba sentado en medio de la cama con las sábanas alrededor de él, tallándose un ojo y bostezando.

Yunho juraba que era la cosita más tierna que había visto.

- Buenos días, omega-. Murmuró Yunho.

- Buenos días, alfa- contestó Jongho-. Perdón por quedarme dormido, no me di cuenta en qué momento me dió tanto sueño.

- No te preocupes, no es molestia para mí que te quedes aquí en realidad.

Jongho le sonrió. La sonrisa más preciosa, si se lo preguntaban a Yunho.

Lovesick [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora