CAPÍTULO 3
2 días después del secuestro de Kagome
Habían pasado ya 2 tortuosos días desde que Naraku había secuestrado a Kagome para quien sabe qué oscuro propósito, eso pensaba cada uno de los miembros del recién crecido grupo que ahora tenía una misión en mente.
Rescatar a Kagome.
Desde hace 2 días, exactamente después de la discusión de Sesshomaru e Inuyasha por lo sucedido, el primero había decidido que se uniría al grupo de amigos de su amada con sus acompañantes, Rin y Jaken. Cabe decir la que mencionada niña estaba aterrada y desesperada por encontrar a la joven que la había adoptado como hija.
El gran Sesshomaru, señor de las tierras del Oeste había decidido unir fuerzas con su medio hermano por un bien común, salvar a su futura esposa y había decidido que no se separaría de ella en cuanto la salvara aún si eso conllevaba viajar con su medio hermano.
-"Maldito Naraku, juro que te arrancaré la piel y te mataré lentamente"- Esa clase de pensamientos eran los que habitaban la mente del perfecto asesino y para ningún miembro de la manada era un secreto su creciente odio pues por ocasiones sentían como su youki aumentaba provocando una presión sofocante en los demás.
-Señor Sesshomaru, Inuyasha ninguno siente el aroma de Naraku por los alrededores?- Cuestiona Miroku preocupado.
Desde hacía 1 día habían salido de la zona donde ocurrió la batalla y se habían adentrado de nueva cuenta a un bosque.
El hanyou peli plateado negó con frustración y él se limitó a seguir su camino en silencio.
Escondite de Naraku
Esos 2 días de cautiverio habían sido un infierno para Kagome.
Naraku no dejaba de ultrajarla, de hacerla suya día y noche y aunque le dejaba descansar para comer ella se rehusaba a probar bocado qué se le diera, simplemente no confiaba en que fuese simplemente comida.
-Si no comes Naraku podría enfadarse si no tienes fuerza para resistir- Musitó Kagura mientras recordaba como había escuchado los gruñidos de Naraku cargados de excitación y los quejidos de dolor de la pobre chica.
Ciertamente su creador de provocaba repugnancia y sólo recordar el acto atroz al que sometía a la sacerdotisa y las palabras que había escuchado decirle el día anterior, no podía evitar sentir pena por la adolescente pues aunque realmente no le agradaba la chica, no era algo que deseara que le pasara.
-No me malentiendas, Kagome. No me hace feliz lo que Naraku te hace aún cuando me desagrades por tu relación con Sesshomaru y tampoco es que vaya a intervenir entre el Lord y tú pero creo que es mejor que cooperes o Naraku podría lastimarte más de lo que ya lo ha hecho-
La ojiazul no dijo palabra alguna pero ponía total atención a las palabras de Kagura, ella sabía que la mujer del viento quería hacerla entrar en razón para que pudiera sobrevivir y que aunque quisiera no podría hacer nada por ella o se enfrentaría a la furia de su creador. Aun así Kagome no comió.
Kagura suspiró y acercó a la joven una yukata color negra que su amo le había encargado conseguir para la joven.
-Ven, tengo que llevarte a asearte...- Suspiró mientras la tomaba con delicadeza del brazo. -Es mejor aprovechar que Naraku no está en el palacio ya que podrás limpiarte toda su porquería y luego te daré un té para evitar que él te embarace pero no te preocupes, no te dañará internamente a futuro- Era lo único que podía hacer la mujer que manipula el viento.
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Pureza Robada
FanfictionKagome Higurashi, el ser humano con el corazón y alma más puros del Sengoku. Alegre, fuerte, decidida y dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Está enamorada de un poderoso e imponente Daiyoukai. Pero la vida le dará la peor de las pruebas para dem...