Pureza Robada

16 Kagome

CAPÍTULO 16

Después del almuerzo Kagome regresó a su habitación a terminar de empacar los suministros para el viaje, Sesshomaru le había dicho que le ayudaría pero volvió a negarse pues ella se sentía con fuerzas renovadas y quería hacerlo ella sola.

Kagome continuó empacando y cuando acabó sonrió.

-Ah! Esto de verdad me ha dado fuerzas renovadas y el estar aquí con mi familia y Sesshomaru es lo que me hacía falta para tomar una decisión- Decía la joven con una sonrisa.

-Aún es temprano y el sol no se ha puesto, le diré a Sesshomaru que vayamos a dar un paseo antes de la cena- Dijo mientras buscaba en su armario un lindo vestido con mangas a la altura de los codos, si bien estaban en verano lo mejor era salir algo abrigada y ese vestido sería una buena opción.

Se cambió su ropa y se peinó el cabello en una coleta alta y se puso un poco de labial.

-Me siento como hace un tiempo no me sentía- Dijo mientras se miraba al espejo.

Tomó su bolso y salió de la habitación para buscar a su amado demonio.

-Sesshomaru, vamos a dar un paseo- Se acercó al Inu que la miró en cuanto escuchó nombre.

-Ya terminé de empacar lo que llevaremos y realmente quiero pasear contigo antes de volver a la otra época-

El macho asintió y se puso de pie, acarició la mejilla de su amada para luego tomar su mano.

-Volveremos para la cena, mamá- La azabache avisaba a su madre quien asintió con una sonrisa pues desde que su hija había vuelto no la veía tan contenta como ahora pero no quería presionarla para que le dijera lo que sea que haya sucedido.

El youkai y la sacerdotisa salieron del templo y comenzaron a caminar sin rumbo.

-A dónde quieres ir, Kagome?- Preguntó Sesshomaru mirando a su prometida.

-Realmente no lo sé, solo deseaba salir a pasear contigo y tener tiempo a solas para nosotros ya que mañana volveremos- Respondió ella con una hermosa sonrisa.

-No puedo quejarme, si me preguntas el pasar tiempo a solas contigo es mi cosa favorita- Dijo el macho.

-Siempre dices cosas muy hermosas- Las mejillas de la joven estaban levemente sonrosadas pero su corazón latía a prisa.

Siguieron caminando mientras compartían cada tanto alguna conversación pero el silencio para ellos era también muy reconfortante.

Terminaron caminando rumbo al parque, la tarde era hermosa y cálida aunque no era sofocante, Sesshomaru compró un helado para su pequeña futura compañera y se sentaron en una de las bancas del parque.

-Aunque no hagamos algo especial y solo pasemos un momento como este me hace feliz porque no necesitamos hacer algo fuera de lo común para disfrutar de nosotros- Habló Kagome luego de unos minutos mientras comía su helado.

El Lord asintió a las palabras de la chica pues él se sentía igual en ese momento.

Se quedaron un rato en el parque antes de retomar su caminata.

Kagome se sentía tranquila, Sesshomaru le daba mucha paz a su alma y aunque estaba aterrada de volver al Sengoku y de encontrarse con el hanyou maldito, sabía que debía de regresar y cumplir su misión pero con su amado Señor del Oeste estaría a salvo.