CAPÍTULO 5
Había corrido por un día entero, sin detenerse a comer y solamente descansaba por 5 minutos cuando mucho. Tenía miedo de que Naraku hubiera regresado antes a su palacio y se diera cuenta de que había escapado pues aunque había recuperado sus poderes sagrados estaba débil pues no había querido comer casi nada de lo que Naraku le enviaba, ella había perdido mucho peso y sus facciones se veían demacradas, era lamentable su estado.
Tomó una bocanada de aire y continuó su carrera para proteger su vida, tenía 2 opciones. La primera era llegar a la aldea de la abuela Kaede o la segunda ir en dirección al palacio del Oeste ya que sabía que recibiría protección del ejército de su amado pero si se ponía a pensarlo, al llegar al palacio sería recibida por youkais y podrían detectar el aroma de Naraku en su cuerpo y podrían atacarla por traición a su señor y eso sería aún peor, no podría vivir sabiendo que avergonzó a Sesshomaru.
No había opción, tenía que llegar a la aldea y refugiarse ahí y con suerte poder asear su cuerpo con sus artículos de higiene personal y así deshacerse del aroma de Naraku.
Siguió corriendo, lastimando sus pies ya que su sandalia se había roto hacía unas horas y aunque la había reparado le era doloroso, su cuerpo estaba cansado pero en su mente solo estaba la idea de huir tan lejos como podía y gracias a que no se había detenido a acampar pudo alejarse del escondite de su antiguo captor.
Su vista comenzó a tornarse borrosa, su cuerpo estaba llegando al límite y era normal pues no había probado bocado desde que huyó y su cuerpo le estaba exigiendo alimento, tropezó y cayó al suelo sobre ramas y hojas secas; un quejido de dolor salió de su boca y perdió el conocimiento.
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Ya habían ingresado al Noroeste, Sesshomaru sentía una terrible ansiedad en su interior pero a la vez, por alguna razón también podía sentir alivio en su corazón, creía que ese sería el lugar donde por fin podría encontrar a su prometida, su Miko.
Con cada kilómetro que avanzaban una fragancia conocida inundaba sus fosas nasales, era el aroma de Kagome pero estaba mezclado con su sangre.
-¡Sesshomaru! ¿Lo percibiste?- Preguntó Inuyasha quien también había logrado percibir el aroma de su antiguo amor aunque en menor proporción a comparación de su medio hermano, quien lo percibía más fuerte debido a su olfato más desarrollado que el de Inuyasha.
-Hmp- Fue su afirmación para así aumentar la velocidad de su vuelo, Ah-Uh y Kirara hicieron lo mismo y le dieron persecución a Sesshomaru para llegar a la fuente del aroma que comenzó a provocar preocupación en el Lord y el híbrido.
Y así fue como en una hora llegaron a lo profundo de un bosque, tuvieron que descender cuando ya los árboles no les permitía ver más allá. El olor de Kagome era cada vez más fuerte al igual que su sangre y el olor de Naraku, este último los hizo ponerse en alerta en caso de ser una trampa.
Sesshomaru e Inuyasha llevaban sus manos en las empuñaduras de Bakusaiga y Tessaiga, Sango sujetaba a Hiraikotsu y Miroku estaba listo en caso de tener que liberar su kazana. Shippo seguía sobre el lomo de Kirara quien seguía transformada y Rin y Jaken sobre Ah-Uh.
Caminaron algunos minutos más hasta que el peliplata mayor divisa a varios metros de distancia un cuerpo tendido en el suelo.
-¡¡Kagome!!- Todos se sorprendieron al escuchar la desesperación en su voz y verlo correr hacia el cuerpo inconsciente.
Con sumo cuidado la tomó en sus brazos y su corazón se rompió al verla tan delgada, demacrada, herida y golpeada; su Kagome no tenía ese brillo tan característico de ella. Estaba incluso más pálida de lo que ya era por naturaleza.
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Pureza Robada
FanfictionKagome Higurashi, el ser humano con el corazón y alma más puros del Sengoku. Alegre, fuerte, decidida y dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Está enamorada de un poderoso e imponente Daiyoukai. Pero la vida le dará la peor de las pruebas para dem...