CAPÍTULO 7
En el palacio de Naraku
Dos días después de la huida de Kagome, Naraku regresó al atardecer tal y como tenía planeado y se dirigió directamente a su habitación esperando encontrar a su amada y causante de sus más bajos deseos.
-Kagome, he vuelto– Dijo abriendo la puerta de la habitación encontrándola completamente vacía y sin rastro alguno de la ojiazul.
Un gruñido de clara furia se escuchó por el lugar y salió en busca de la chica por todo el palacio.
Registró cada habitación, cada rincón del lugar y nada. Ella simplemente no estaba ahí, había logrado escapar en su ausencia.
El azabache comenzó a destruir su habitación furioso, no dejaba nada a su paso pues su más grande tesoro había huido.
-KAGURA!!!- Llamó Naraku a su extensión.
La mujer apareció en instantes aun con su herida abierta pues había recibido el veneno de Sesshomaru y este había sido muy potente para su cuerpo.
-Aquí estoy, Naraku- Respondió en cuanto llegó frente a su amo.
El hanyou se giró hacia ella y la vio, de rodillas en una reverencia y con una herida profunda provocada por veneno, uno muy poderoso.
-Explícate y sabes a lo que me refiero- Ordenó a lo que la castaña asintió.
-El grupo de Sesshomaru e Inuyasha rondaban cerca del palacio y tal como me ordenaste debía proteger el lugar y a Kagome pero fui herida por el veneno de Sesshomaru y se llevaron a la chica– No sabía hasta donde su amo iba a creerle tal cosa pues sabía que él no era idiota e incluso podría fingir creerle por un tiempo.
-Así que ahora es el grupo de Sesshomaru e Inuyasha? Se han unido, es verdad…- Murmuró más para él mismo que para su sirvienta la cual asintió simplemente.
-Bueno supongo que tendré que ir por Kagome pero antes es mejor ir con cuidado ya que si Sesshomaru está con ellos será molesto y difícil.
Mi hermosa Kagome, parece que estarás libre por un tiempo pero no te preocupes que iré por ti y en cuanto te tenga de nuevo en mis brazos te marcaré; no cometeré el mismo error 2 veces– Sentenció furioso.
Con Sesshomaru y compañía.
Ya habían pasado 24 horas desde que encontraron a Kagome y habían avanzado considerablemente. Se habían detenido únicamente para que Kagome y los demás comieran y volvían a retomar el camino.
Con la aprobación del grupo de humanos decidieron que solo se detendrían a comer y seguirían el viaje para llegar lo más pronto posible a la aldea por lo que no se detendrían a acampar y así fue.
Avanzaron su camino hasta pasada la media noche que lograron ver la aldea desde el cielo. En menos de 5 minutos llegaron y aterrizaron frente a la cabaña de Kaede.
-Kaede!- Llamó Inuyasha a la anciana quien poco después salió algo adormilada.
-Por Dios, Inuyasha. Que sucede?- Preguntó aun sin mirar a todos.
-¡Encontramos a Kagome y necesitamos que la atiendas!- Dijo apresurado lo que hizo que la mayor despabilara al escuchar que su niña había aparecido.
-Rápido, entre con ella– Apresuró y arregló el futón para ella.
Sesshomaru entró con ella quien estaba dormida entre sus brazos y la acostó con mucho cuidado.
-Mi niña, ¿qué fue lo que sucedió?- Preguntó mientras tomaba algunas hierbas.
Sesshomaru apretó la mandíbula con fuerza, el solo recordar lo que Naraku había hecho con Kagome lo hacía enfurecer, Sango al notar esto decidió hablar.
-Naraku abusó de ella mientras la mantenía en cautiverio– Murmuró aun así la anciana escuchó, cosa que le horrorizó y su único ojo comenzó a llenarse de lágrimas.
-Ne… necesito unas hierbas distintas para tratar esas heridas externas, ¿Sango podrías traerlas?- La joven exterminadora asintió saliendo con Kirara después de que la sacerdotisa mayor le dijera cuáles hierbas necesitaba.
-Excelencia, Inuyasha, Shippo, Jaken y Señor Sesshomaru por favor necesito que salgan; debo desvestir a Kagome para tratar las demás heridas– Pidió agobiada y ellos simplemente salieron en silencio.
Preparó un ungüento para las heridas de su cuerpo y moretones, Sango llegó un rato después con las hierbas que la abuela Kaede le había pedido y comenzó a preparar un té y otro ungüento para que Kagome pudiera aplicarlo en su zona lastimada, eso aliviaría al menos el exterior y el té más las medicinas de la época de Kagome se encargaría del interior.
-Kagome, hija– Llamó Kaede. -Te hice un té, mi niña-
La joven abrió los ojos y le dio una débil sonrisa al ver que ya estaba en la aldea.
-Abuela Kaede…- Dijo mientras Sango le ayudaba a sentarse para que bebiera el té que le era ofrecido.
-Estoy aliviada de verte al fin– Le dijo la anciana con alivio sincero.
-Estoy feliz de volver… Al fin– Suspiró con cansancio pues aún debía reponer el peso perdido ya que eso era el mayor de los problemas de su debilidad.
Kaede comenzó a explicar dónde y cómo debía aplicar el nuevo ungüento por lo que en ese instante y con algo de dificultad comenzó a aplicarlo.
Sintió adormecimiento en la zona pero también alivió el dolor externo que sentía.
Después de eso pidió ver a sus amigos y a Sesshomaru los cuales entraron al escuchar que deseaba verlos y sin más volvió a agradecerles pero ésta vez con lágrimas cayendo por sus mejillas.
El Inu Daiyoukai se acercó a ella y limpió sus lágrimas y luego la abrazó con mucha delicadeza como si fuera a romperse si la abrazaba con más fuerza.
Sé quedaron así un rato hasta que ella volvió a quedarse dormida.
Continuará.
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Hola!!!
Primero que todo, espero que les haya gustado el oneshot navideño que les traje con mucho amor 💕
Ahora, espero que este nuevo capítulo les guste. Es pequeñito, lo sé y no tiene mucha acción pero aún así espero que sea de su agrado 😊 pido disculpas por cualquier error ortográfico o de narración que se me haya pasado por alto cuando hice la corrección del capítulo.
También quiero agradecer el apoyo a mi humilde fic con sus comentarios votos y por agregar a sus listas de lectura 😌♥️
Les deseo feliz año nuevo, que este 2024 sea próspero y mucho mejor que este que está por acabar.
SORA CROSSZERIA
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Pureza Robada
FanfictionKagome Higurashi, el ser humano con el corazón y alma más puros del Sengoku. Alegre, fuerte, decidida y dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Está enamorada de un poderoso e imponente Daiyoukai. Pero la vida le dará la peor de las pruebas para dem...