Capitulo 13. Gryffindor contra Ravenclaw

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En la partida del sábado, Gia le contó a Blaise en voz baja mientras jugaban lo que había pasado con Ron y Hermione. El chico asentía con el entrecejo fruncido, mirando sus cartas.

- ¿Crees que volverán a hablarse? - Gia alzó las dos cejas, dudando, y cambió una carta.

- Creo sinceramente que debería pedirle a Dumbledore que me seleccionen para otra casa. Igual dormir con la arpía de Parkinson y la zorra de Greengrass no es tan mala idea - murmuró. Desde los sofás que daban a la chimenea, miraba por encima de sus cartas a Malfoy, enroscado con Daphne, que la miraba con malicia. Blaise soltó una carcajada.

- ¿Y tú qué opinas? A ver, por lo que me has contado, tampoco parece una gran pérdida.

- Yo que sé... Es verdad que los pelos estaban ahí, y que Crookshanks estaba detrás de Scabbers. Indicios no faltan, desde luego... pero hay algo raro. Hay miles de ratas en el colegio, ¿por qué esa en cuestión? El problema es que estoy en medio, como siempre, y no sé qué hacer ni como mediar.

- Entonces crees que Crookshanks es inocente.

- Si algo he aprendido de las series de televisión muggles es que nadie esta muerto hasta que no hay cadáver. Es de primero series de True Crime - Blaise sonrió.

- Serías buena fiscal, Gianna. - ella se encogió de hombros.

- Si está muerta, al menos dejó el pabellón bien alto, mordió a Goyle una vez. - comentó, mostrando sus cartas.

- Su momento de gloria. - dijo Fred, que les estaba escuchando. - Dejó el listón alto.

En un desesperado intento de animar a Ron, Gia lo persuadió de que fuera al último entrenamiento para dar una vuelta con la Saeta de Fuego.

La señora Hooch, que seguía supervisando los entrenamientos de Gryffindor para cuidar de Gia, estaba tan impresionada por la Saeta de Fuego como todos los demás. La tomó en sus manos antes del comienzo y les dio su opinión profesional.

- ¡Mirad qué equilibrio! Si la serie Nimbus tiene un defecto, es esa tendencia a escorar hacia la cola. Cuando tienen ya unos años, desarrollan una resistencia al avance. También han actualizado el palo, que es algo más delgado que el de las Barredoras. Me recuerda el de la vieja Flecha Plateada. Es una pena que dejaran de fabricarlas. Yo aprendí a volar en una y también era una escoba excelente...

Siguió hablando de esta manera durante un rato, hasta que Wood dijo:

- Señora Hooch, ¿le puede devolver a Gia la Saeta de Fuego? Tenemos que entrenar.

- Sí, claro. Toma, Potter - dijo la señora Hooch -. Me sentaré aquí con Weasley...

Ella y Ron abandonaron el campo y se sentaron en las gradas, y el equipo de Gryffindor rodeó a Wood para recibir las últimas instrucciones para el partido del día siguiente.

- Gia, acabo de enterarme de quién será el buscador de Ravenclaw. Es Cho Chang. Es una alumna de cuarto y es bastante buena...

- Lo sé, la conozco. - dijo de repente. Wood la miró. - ¿Qué?

- ¿De que la conoces?

- Han tonteado alguna vez - dijo Fred con malicia. Gia se sonrojó.

- No hemos tonteado. Solo nos llevamos bien. - musitó.

- Tú tienes alguna fijación con los buscadores. - murmuró Wood, entrecerrando los ojos.

- No con todos. - terció Gia.

- El caso es que esperaba que no se encontrara en forma, porque ha tenido algunas lesiones. - Wood frunció el entrecejo para expresar su su disgusto ante la total recuperación de Cho Chang, y luego dijo -: Por otra parte, monta una Cometa 260, que al lado de la Saeta de Fuego parece un juguete. - Echó a la escoba una mirada de ferviente admiración y dijo : ¡Vamos!

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