Los tres se quedaron paralizados bajo la capa invisible. Los últimos rayos de sol arrojaron una luz sanguinolenta sobre los terrenos. Oyeron un aullido salvaje.
- Le odio - murmuró Gia -. Todo por culpa de ese niñato. ¿Hasta dónde puede llegar una persona por conseguir lo que quiere? ¿Tan poco le importan los sentimientos de los demás?
- Vamos - dijo Ron, tiritando.
- ¿Algún día recibirá su merecido? ¿Escarmentara? - decía Hermione mientras emprendían el camino de regreso al castillo, andando despacio para no descubrirse.
- No lo creo - repuso Ron. La luz se apagaba -. Esas cosas pasan cuando una persona tiene corazón. Y Malfoy no tiene de eso. Nadie en esa familia lo tiene. No les importa nada.
Cuando llegaron a campo abierto, la oscuridad se cernía sobre ellos como un embrujo.
- Scabbers, estate quieta - susurró Ron, llevándose la mano al pecho. La rata se retorcía como loca. Ron se detuvo, obligando a Scabbers a que se metiera del todo en el bolsillo -. ¿Qué te ocurre, tonta? Quédate quieta... ¡AY! ¡Me ha mordido!
- ¡Ron, cállate! - susurró Hermione -. Fudge se presentará aquí dentro de un minuto...
- No hay manera.
Scabbers estaba aterrorizada. Se retorcía con todas sus fuerzas, intentando soltarse de Ron.
- ¿Qué le ocurre?
Gia vio a Crookshanks acercándose a ellos sigilosamente, arrastrándose y con los grandes ojos amarillos destelleando en la oscuridad.
- ¡Crookshanks! - gimió Hermione -. ¡No, vete, Crookshanks! ¡Vete!
Pero el gato se acercaba más...
- Scabbers... ¡NO!
Demasiado tarde... La rata escapó por entre los dedos de Ron, se echó al suelo y huyó a toda prisa. De un salto, Crookshanks se lanzó tras el roedor, y antes de que Gia y Hermione pudieran detenerlo, Ron se salió de la capa y se internó en la oscuridad.
- ¡Ron! - gimió Hermione.
Ambas se miraron y trataron de seguirlo, y terminaron quitándose la capa para seguirle. Oían delante de ellos el ruido de sus pasos y los gritos que dirigía a Crookshanks.
- Aléjate de él..., aléjate... Scabbers, ven aquí...
Oyeron un golpe seco.
- ¡Te he atrapado! Vete, gato asqueroso.
Las dos chicas casi chocaron contra Ron. Estaba tendido en el suelo. Scabbers había vuelto a su bolsillo y Ron sujetaba con ambas manos el tembloroso bulto.
- Vamos, Ron, volvamos a cubrirnos - dijo Hermione jadeando -. Dumbledore y el ministro saldrán dentro de un minuto.
Pero antes de que pudieran volver a taparse, antes incluso de que pudieran recuperar el aliento, oyeron los pasos de unas patas gigantes. Algo se acercaba a ellos en la oscuridad: un enorme perro negro de ojos claros.
Gia le apuntó con la mano, pero el perro dio un salto, golpeándole en el pecho y haciéndola caer de espaldas. Pero antes de que pudiera hacer nada para quitárselo de encima, el perro volvió a saltar sobre ellos, Ron empujó a Gia hacia un lado, y el perro le mordió el brazo estirado. Gia trató de quitárselo de encima, pero el animal arrastraba a Ron con tanta facilidad como si fuera un muñeco de trapo.
Algo surgido de la nada la golpeó tan fuerte que la derribó de nuevo. Oyó a Hermione chillar de dolor y caer. Gia puso la palma.
- ¡Lumos! - susurró.
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Soulmates III
Fiksi Penggemar¿Y si el heroe que todos conocemos... fuese una mujer? Por la cicatriz que lleva en la frente, sabemos que Gianna Potter no es una niña como las demás, sino la heroína que venció a lord Voldemort, el mago más temible y maligno de todos los tiempos...