6- Dos personas que se necesitan

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Berli. Adams

- Señorita acaba de electrocutar y amenazar al CEO Alex Hamilton- me explica el policía que llega a mi apartamento mientras miro al tal Alex que me da una mirada asesina.

El tipo es tan lindo, sexy y caliente que me pone nerviosa. Pensé que se trataba de una broma o de un psicópata.

- Es en vano oficial ya se lo he explicado a esta loca cinco veces- gruñe y tengo que rodar los ojos.

- Y yo te he dicho por quinta vez que no me digas loca.

- Bueno señores- nos interrumpe el policía haciendo que centremos la atención en el- Parece que solo se trata de un malentendido y perdone señor Hamilton puede estar seguro que nada se filtrara a la prensa, incluso cálmare a los vecinos. Si necesita algo solo llámame.

Por Dios las cosas que hacían el dinero, si eres rico tenías hasta la policía comprada. Solo basto tres palabras para que esté policía cayera rendido ante este psicópata que se apareció en mi casa.

Y tres palabras para darme cuenta que ahora sí seré expulsada de la carrera, adiós diseño y mis sueños ya antes muertos ahora enterrados.

Ya podía ver los gatos y la casa de mis padres, cosa que me daba escalofríos.

- Hola sigo aquí loca,- la voz del tal Alex me trae a la realidad y lo miro confundida.

- ¿No te vas ya?- pregunto lo obvio señalando a la puerta y niega volviendo a sentarse en mi sofá pero esta vez el toma la pistolita eléctrica entre sus manos.

- Solo por seguridad.- señala y bufó.

- Mira Berli sé que no empezamos con el mejor pie - suspira - Pero realmente necesito que te cases conmigo y no lo digo solo por el pacto, he trabajado toda mi vida por la compañía, desde que tengo uso de memoria y aprendí a hablar- ríe mirándose las manos perdido en sus pensamientos - Fue la mejor manera de acercarme a mi padre. Pero el falleció y me acabo de enterar según su testamento de este pacto por nuestros abuelos y por más que no desee casarme con una loca- se interrumpe cuando toso y el ríe.

- Perdón, quise decir con una chica extraña que utiliza las palomitas como arma y una pistola eléctrica. Así como también golpea bolas.

Se me escapa una carcajada que el sigue. Y se siente bien reír juntos mirándonos a los ojos, relaja toda la tensión que había antes y nos hace sentir en paz creando un ambiente de comodidad que nunca pensé experimentar en nuestra manera extraña de interactuar hasta ahora.

- ¿Y qué pasa si no nos casamos?- le pregunto directamente.

Es que me parece absurdo, incluso pienso preguntarle a mis padres. No estamos en la época prehistórica. Por Dios.

- Lo pierdo todo, toda la fortuna Hamilton pasaría al gobierno.

Oh, no se que decir. Es lo que menos me esperaba.

.- Y no solo es el dinero, también está mi trabajo y mi vida,.

Se calla mirando hacia el suelo y me siento mal por él. Está solo en un imperio y sin embargo está a punto de perderlo.

- Olvídalo esto fue un error- se levanta dispuesto a irse volviendo a su máscara de CEO engreído.

Ni rastro del hombre sincero de antes.

Justo cuando abre la puerta no se que hago pero me levanto del sofá como un resorte y no sé si esto es un error o no.

- Espera- se detiene ante mi voz girandose y continuo hablando- Quizás tengas razón con eso de que nos necesitamos ambos.

Sonríe ante mis palabras y es una sonrisa que pone a mi idiota corazón a latir como un adolescente puberto.

Habré hecho bien.

No sé si mirar sus ojos o a mis abejitas que me dicen que soy una tonta por meterme con un hombre que me puede dar mil vueltas.

#

Horas más tardes estoy en mi cama y no paro de darle vueltas a todo. Nos casaremos mañana mismo, aún no se lo he dicho a Tara y ni idea como se lo voy a explicar. No sé si lo entendería.

Es más un acuerdo o un contrato entre dos personas que se necesitan. Nada de besos robados, ni tocamientos de otra índole. Solo una fachada para el abogado de la empresa y su madrastra. Eso lo aclaramos muy bien. 

Así puedo continuar con mis estudios y trabajar con él en un puesto en el área de diseño de la empresa. Aprendería de los mejores e incluso ya iría creando el currículum perfecto para después que me gradué.

Estoy tan emocionada por esa parte.

Aunque me pone nerviosa una de las condiciones que puso Alex, una que me parece absurda pero que no pude negociar por más que quise.

Y es que mañana vendrán a buscar mis cosas y me mudo con él a la mansión Hamilton.

Ahhhhhhh

No sé si gritar o reír de los malditos nervios.

Debería tomarme un té o llamar a Tara.

Aunque no me decido y me cuesta trabajo levantarme de la cama.

Pero suena mi teléfono anunciado la entrada de un mensaje y tengo que estirarme para tomarlo de la mesita de noche.

Número Desconocido: Ya arregle todo para mañana, espero que descanses loca abejita.

No hace falta ser adivino para saber de quién se trata. Por lo que lo agrego a mis contactos.

Yo: Lo mismo digo psicópata

Tecleo la respuesta y quiero enviarle un emoji de cara loca pero sin querer le doy a una carita de corazones enamorados.🥰

Qué hice enloquezco como la idiota torpe que soy sentandome en la cama y comprobando que ya se envió y que no puedo borrar nada.

Quiero golpear mi cabeza con la almohada y gritar.

Por qué me pasan estás cosas a mí

Definitivamente el Universo me odia.

Su respuesta no tarda en llegar y abro con miedo el chat.

Psicópata: sé que estás muy enamorada de mí querida esposa😂😘👌

Agradezco que se lo halla tomando con humor y pongo los ojos en blanco ante su respuesta engreída, casi puedo imaginar en mi mente esa media sonrisa y el baile juguetón de sus ojos.

Ya deja de pensar en él - me recuerda mi consciencia y suelto el móvil como si quemara sin darle una respuesta mientras me obligó a dormir sin soñar con ese hombre que se está metiendo cada vez más en mi vida.

Mañana será un nuevo día.

Curvas PerfectasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora