Diario de un apocalipsis

Introducción

Crowtown, un pueblo entre muchos.

Abrí mis ojos, estaba en mi cuarto y un rayo de luz entraba por mi ventana.

Me reincorporé, me senté en el lugar en le que había dormido y me levanté de mi cama.

- Buenos días- salí de mi cuarto y, en un bostezo saludé a mi madre y a mi hermano, el cual estaba frente a la televisión desayunando- Hoy es un buen día.

- Y tanto- mi hermano, Alex balbuceó con un bollo de leche en la boca- Los de primero a quinto se van de excursión...

- Los de tercero y cuarto igual- hablé animada mientras vertía leche en un tazón- Y...

Me giré para ver que mi madre no me escuchaba y me puse a la altura de mi hermano.

- Y Drake y yo vamos a ver el directo de nuestro Streamer  favorito- reí, mi hermano estaba terminando de desayunar y yo ya tenía mi vaso de leche preparado.

Desayuné rápido, casi al punto de atragantarme. Corrí a mi cuarto, me vestí de manera normal, agarré mi mochila y salí corriendo hacia la parada de autobús... Perdería el autobús.

Por suerte llegué a la parada justo cuando el autobús se iba a ir.

Me senté en un asiento y puse mi mochila en el otro, en la siguiente parada se sentaría una amiga mía a mi lado.

El viaje pasó rápido, mi amiga July, se sentó junto a mi y me estuvo hablando de el nuevo libro que le habían comprado sus padres.

Al llegar al instituto esperé un rato en la entrada a que vinieran mis dos mejores amigos.

- ¿Drake?- me pregunté, solo veía a uno de los dos- ¿Y tu hermano?

- Viene ahora- Drake me calmó.

Drake y Jake eran hermanos gemelos, ambos mis mejores amigos. Al parecer uno de los dos iba a llegar un poco tarde.

Entramos al instituto, solo había un profesor... ¿Qué había pensado la junta directiva al dejar solo a un adulto vigilando a dos cursos diferentes?

Entré a mi clase, una vez que hubo pasado lista tuvo que ir a otra clase a hacer lo mismo... Al menos no nos meteríamos en líos si íbamos al aula de tecnología.

- Psst, Drake- se sentaba a mi lado, así que no fue difícil avisarle- Vamos, es nuestra oportunidad.

El asintió contento, nos escabullimos no muy discretamente de l a clase mientras los demás estaban alborotados... Vaya clase de segundo que teníamos.

Llegamos al lugar y encendimos un ordenador, buscando el directo de el Streamer.

Antes de que empezara miré por la amplia ventana de el aula, el cielo estaba gris... Parecí que iba a llover.