Capitulo 37: Viento fuerte

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Crowtown

Drake

Después del partido de vóley de mi hermano, Ágata y yo volvimos a el instituto. Kayla no estaba así que supusimos que estaba con su hermano.

- Drake, ven- Ágata me llamó desde la otra punta del aula de tecnología mirando un ordenador preocupada- Alguien ha entrado a los archivos del chip, y no hemos sido ni nosotros ni Kayla.

Me acerqué al ordenador, todos los archivos estaban borrados, alguien los había eliminado.

- ¿Crees que puede haber sido...?- Ágata iba a decir un nombre, hasta que entró

- Hola chicos- Anabeth saludó como de costumbre- ¿Pasa algo? ¿Necesitáis ayuda?

- No pasa nada- Ágata cerró la carpeta del ordenador- Seguimos investigando la lluvia, Leo y Mary...

- Han encontrado una bacteria en la lluvia- Corté- Creemos que puede ser la causa del gas

- Puede ser- Anabeth se acercó a un tubo de ensayo y se lo guardó sigilosamente en el bolsillo- Luego si eso me pasaré a verlo, dime ¿Dónde está Kayla? Necesito hablar con ella

- Se ha quedado en el colegio- dije- Con Juan

Anabeth asintió y salió de la sala, oí que Ágata suspiró y me acerqué al ordenador

- ¿Has conseguido encontrar algo?- dije mirando que había otra carpeta abierta

- Solo he encontrado una foto- dijo abriendo el archivo- Pero no pinta nada bien... Debemos llamar a Kayla.


Kayla

Abrí los ojos, estaba en una sala del colegio totalmente vacía, escuché el eco de unos zapatos resonar por toda la sala. Me di cuenta de que estaba sentada, con las manos rodeadas por una especie de sustancia azul oscura viscosa, intenté moverme, pero eso solo hizo que la sustancia se apegara mas a mi brazo.

- Muy bien...- una voz de chico se oyó en la oscuridad, vi dos orbes azules al fondo de esta, mas tarde una silueta se hizo visible

- ¿Qué quieres "Lavender"- dije sin miedo- No espera, ¿Cuál es tu nombre?. Porque estoy segura de que no eres Lavender

- No quiero pelear Kayla- el chico cogió una silla y se sentó en ella mirándome fijamente-Mi nombre es Calisto. Solo debes venir conmigo y desaparecer, junto con tu amiguito Jake...

- ¿Es una broma?- pregunté irónicamente- No me has explicado nada, ni de broma me voy a ir contigo, menos cuando has silenciado a Jake...

- Pensaba que no te enterarías- Dijo el riendo- Parece que tu poder es mas fuerte de lo que creía, ¿O eres tu la que lo has deducido?

- ¿Me vas a explicar de que vas o no?- Estaba irritada, la sustancia viscosa en mis manos era insoportable

- No muevas mucho las manos niña- dijo el - ¿O quieres la tercera dosis?

-¡Explícamelo!- exclamé, el se acercó y me colocó algo en la sien

- Mejor que lo veas por ti misma.


Imágenes

Muchas imágenes que aparecieron ante mis ojos repentinamente.

Eran momentos de la infancia de alguien, no era la mía, era la de otra persona.

Una mujer que descansaba en una hamaca, pasó a una imagen de la misma agonizando en un suelo de cocina, con sus ropas manchadas de sangre. Un niño llorando mientras llamaba a una ambulancia, cosa que no sirvió de nada ya que para cuando llegaron, la mujer estaba en las estrellas.

Después de ver todo eso,  me levanté con la respiración agitada, el chico me miraba con una cara de tristeza en los ojos.

- ¿Ahora lo entiendes?- no entendí su pregunta, pero tampoco me dio tiempo a responder, sacó una jeringuilla del bolsillo e inyectó el contenido de esta sobre la marca de mi brazo- me da igual si lo has entendido o no, estoy aquí por algo, debo cumplir mi misión.

Noté que mi interior ardía, la marca de mi brazo de fue quemando dejando ver otra nueva: Una luna roja, una luna carmesí.

Podía notar como por dentro todo quemaba, creía que estaba muriendo, pero no era así.

Mientras tanto, ese misterioso chico seguía observando, apartando un poco la mirada (No creía que tuviera sentimientos)

- E-Era tu madre- logré articular unas palabras antes de que lo peor ocurriera- Esa mujer, ¿Era tu madre?

El chico me miró con unos ojos azules acuosos por las lagrimas que estaba reteniendo, empezó a llorar y me tomó del brazo, deteniendo mi dolor.

- No puedo hacer esto- El chico se agarró del pelo y comenzó a hablar solo- No quiero se igual que la persona que la mató.

- Calisto- dije, en ese momento yo no era la que controlaba mi cuerpo, era alguien mas. Las palabras que decía, por mucho que salieran de mi cuerpo, no eran mías- Tu no eres una mala persona...

- Niña- La voz del chico cambió totalmente, una voz mas ronca- De esta has salido viva, no se como. Pero esto tenlo por seguro: La próxima vez no tendrás la misma suerte- Me dio una sonrisa bastante macabra, muy falsa.

Abrió la puerta y descubrí donde estábamos: El pabellón uno, el cual estaba vacío ese día.

- Vete- dijo- Y no hables de esto con nadie, aprende de Jake

Supuse lo que había hecho esa sustancia, lo mismo que le había pasado a Jake en la misión: No podía hablar de nada relacionado a ese nombre tan raro : Calisto.

Antes de irme con Juan o con Alex observé su brazo mientras volvía a ser Lavender, estaba ensangrentado, con un poco de esa sustancia azul viscosa entrando en su brazo. Después de eso volvió a ser y hablar como Lavender, pasó por mi lado y sonrió burlonamente.

 Después de eso volvió a ser y hablar como Lavender, pasó por mi lado y sonrió burlonamente

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Hasta aquí este capitulo

Espero que os haya gustado

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Sayonara

Diario de un apocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora