El Sol brillaba desde lo alto del cielo mientras Baekhyun acurrucaba su cuerpo encima de su pareja hecho una bolita. Desde las afueras de la recamara podía olerse la esencia de la tristeza envolviendo el cuerpo pequeño del elfo mientras recordaba con cada vena de su cuerpo todo lo que durante años sufrió. Chanyeol envolvió su cuerpo más fuerte y susrró palabras de amor en su oído, tratando de limpiar co su propio cariño las cicatrices de su alma.
Baekhyun fue el peor error de una noche de pasión de su madre con un desconocido. Pocos meses después del suceso, Hyemin descubrió que la moche prohibida había dado un pequeño retoño, pero sus intentos de deshacerse de aquella criatura fueron interrumpidos por su esposo creyendo erróneamente que era suyo. No había pasado mucho tiempo para que aquel elfo descubriera la traición de su pareja y lleno de odio prometió una vida de sufrimiento contra aquel angelito inocente. Fueron años y años tratando de descubrir quién habría clavado aquel puñal en su espalda hasta que el niño nació elfo.
Sin embargo, su marca de nacimiento Byun fue sustituida por una lanza de color rojo. Desde pequeño, su cabello blanco y sus ojos cambiantes entre verde y azul turquesa atraían la rabia de su padre y la vergüenza de su madre por su arrebato. Y aunque sus diferencias siempre llamaron su atención, prefirió vivir en la ignorancia. Excepto cuando Junghwa compartió su pensamiento con Chanyeol y él la escuchó. Trató de alejar aquel pensamiento triste pero, la curiosidad era demasiada. Aeri fue enviada de encubierto a la biblioteca de Fhaler mientras él rebuscó en su cerebro algo que indicara la verdad acerca de su origen.
- ¿Hiciste todo esto tú solo? - susurró Chanyeol bajo las sábanas - ¿Por qué no me dijiste nada?
- No hay mayor vergúenza para un elfo que no saber su origen, cariño mío – se explicó suavemente – Me hubiese gustado saberlo antes y de ser posible podría haberme evitado tanto sufrimiento.
- ¿Cómo supiste que era Luhan?
- Porque llevamos la misma marca de flecha en el hombro – Baekhyun suspiró – Aeri me confirmó que la madre de Luhan era un elfo de agua como mi madre, por lo que, cuando mi adorada madre decidió traicionar a mi padre olvidó que las marcas de nacimiento se heredan de padres a hijos mientras más fuerte sea el gen. La marca que pensé era la de mi familia realmente era la de otra y, el dragón que más me odia, resulta ser el que la porta.
Chanyeol asintió pero decidió no contestar. Abrazó a Baekhyun lo más que pudo y logró que este finalmente se durmiera. Le partía el corazón aquella mirada triste y, ver por años lo que había vivido. Era para el desgarrador. Decidió entonces interrogar a su prisionero, dejando a Baekhyun bajo la vista de su doncella. Caminó rápidamente hacia el calabozo encontrando a Luhan en el suelo recostado a la pared.
- Irónico, ¿no? - habló sin abrir los ojos – La vida da muchas vueltas, Chanyeol.
- Perdiste el derecho a llamarme por mi nombre cuando decidiste matar a mi pareja, Xi Luhan – escupió Chanyeol – Mi tío tuvo razón todo el tiempo.
- No sabes una mierda sobre mí, ni tú ni tú tío.
- Sé que me has mentido toda la vida. Te ganaste mi confianza queriendo un lugar cerca de la corte; intentaste engañar a media corte con tu actitud alegre cuando realmente eres una víbora.
- Chanyeol..
- Tu vida acaba mañana y, aquel te tanto odias, será quien te quite la vida.
- ¡Solo cumplía órdenes!
- Órdenes de matar a alguien de tu propia sangre – rugió el Rey levantandolo del suelo – Volteate y enseñame el secreto.
Luhan abró los ojos paralizado. Tragó saliva y se dió la vuelta mostrando su marca de nacimiento sagrada descubriendo la línea roja que terminaba en flecha, la misma que Baekhyun portaba en el hombro contrario.
- ¿Lo sabías? - preguntó Chanyeol recibiendo un asentimiento - ¿cómo pudiste?
- No sabes lo que es que destruyan a tu familia por un hijo que nadie deseaba. No sabes que es que tu padre mate a tu madre delante de tí para que no se descubriera que era un elfo. No sabes que es tener que mentir todo el tiempo y trabajar todo el tiempo para que las personas a tu alrededor te tomen en cuenta – se giró intentando llegar a él pero ya Chnayeol habñia salido de la celda - ¡No sabes una mierda!
- Baekhyun y tú comparten la sangre de tu padre y eso los hacía familia, Luhan. Baekhyun fue golpeado, escupido y lleva las cicatrices en su cuerpo y su alma siendo inocente de algo que jamás pidió. Tu padre era un cobarde que traicionó a la Corona Dragón y tu tendrás el mismo destino. - Chanyeol caminó hacia la salida apretando las manos – Por cierto, no te preocupes por Minhyun. Él también recibirá lo suyo por matar a mis padres.
Luhan se dejó caer en el suelo y escodió su cabeza entre las manos. El sonido del reloj en su cabeza se hizo más fuerte y una sola lágrima cayó por su mejilla. Nunca se arrepentiría de lo que hizo pero tampoco esperaba que Chanyeol lo entendiera. Subió las mangas de su camisa y se recostó a la pared esperando su final.
El cielo se coloreó de rojos y azules y Baekhyun ajustó su capa negra encima de su camisa. Todavía le dolía el hombro una barbaridad pero resistió lo mejor que pudo el dolor. Tras él, Chanyeol le observaba serio pero con preocupación. El sudor le corría por la nuca y sus manos temblaron cayendo entre los brazos de su pareja.
- Loey, no puedo – se agarró de su torso – No puedo hacer esto.
- Mírame pequeño elfo – tomó aquel precioso rostro entre sus manos – Tú puedes con todo lo que quieras y mucho más. Sé que estás lleno de compasión pero, si no hacemos esto, no podremos cobrar tu venganza y la mía. Cuando te sientas a punto de caer yo estaré tras de tí para sostenerte.
Baekhyun lo besó y suspiró entre sus labios tomando fuerzas. Bajaron tomados de la mano a la plaza principal rodeando a los presntes. Luhan había sido colgado en la parte más alta de la barra de castigo y en opinión de Baekhyun, se veía deplorable. Sus ropas rotas y sucias y su piel había sido arañada. Era la regla pública, cada ciudadano podía lanzar lo que deseara a aquel que osara perturbar la paz del reino.
- Acabemos con eso ya – Baekhyun tocó su estómago a punto de soltar - ¿Qué debo hacer?
Chanyeol señaló el arco y flecha que había preparado justo para él y explicó.
- Todos le dispararemos una flecha – sonrió mirándole – Eres el primero y luego, Loeyrha se encargará del resto.
- ¿Todos? - preguntó Baekhyun mirando como cada uno llevaba una flecha especial – Ustedes los dragones tienen costumbres extrañas.
- Espera a que te enseñe como le hacemos a los elfos, cariño – le guió hasta el ara – Tu das el primero por ser el mancillado.
Baekhyun tragó saliva y tomó el arco. Sabía que no importaba como le hiciera, su dragón estaría orgulloso de él así que con la mayor sonrisa, apuntó hasta dónde su hombro le permitía y colocó la flecha en su lugar. Enfocó todo su dolor y amargura en aquella puntiaguda arma y se la clavó directo en el corazón. El grito fue apagado por una ronda de aplausos y chiflidos de los presentes que corearon un Bien hecho, mi príncipe. Una lluvia de flechas se clavaron en el cuerpo de Luhan una a una mientras Chanyeol se despojaba de su túnica y dejaba a Loeyrha tomar el control. Todos se inclinaron al dragón y observaron con regocijo como el fuego liberador consumía al traidor hasta las cenizas. Los dragones danzaron de las manos alrededor del cuerpo envuelto en llamas y los elfos presentes, hicieron lo mismo.
Junmyeon observaba desde el balcón del palacio el acto con una sonrisa. Disfrutó cada minuto del espectáculo y miró al cielo, preguntándose si su hermano y pareja podían observar a su hijo hecho todo un Rey.
Baekhyun sonrió cuando el dragón dió paso al hombre y Chanyeol le cargó delicadamente bailando con él entre sus brazos.
- ¿Te sientes mejor ahora? - preguntó el Rey – Ahora vamos por el pez gordo, cariño mío.
- Solo si tú inauguras el tiro – rió uniendo sus labios en un beso – Te amo, cariño.
- Yo también, mi pequeño elfo.
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Two Moons: Kingdom [ChanBaek] (Terminada)
FantasiEra algo etéreo. La manera genuina en la que se miraban tras las cortinas con las coronas de espinas sobre la cabeza y las manos fielmente entrelazadas mientras a sus espaldas aquel lugar malvado ardía bajo las llamas del fuego de Loeyhra. A Chanye...