Fue en una fría noche de invierno cuando Byun Baekhyun dió vida a su plan. Se vistió con una capa negra y con un conjunto de lana hasta el cuello para protegerle del frío. Sus botas de cuero estaban hechas para no dejar marcas en el suelo y envolvió la mitad de su pelo en una especie de gorro terminando de enmascararse. La adrenalina corría por todo su cuerpo mientras bajaba las escaleras del palacio.
Chanyeol, o mejor dicho Loeyrha, le esperaba en el campo de entrenamiento con las alas extendidas. Gracias a sus escamas y su protección mágica el frío era imperceptible para él. Llevar a Baekhyun era su tarea y, protegerle ante cualquier cosa era su prioridad número 1. El joven elfo llegó a pasos apresurados y con mucha delicadeza el dragón bajó su cuerpo para que su criatura pequeña pudiera acomodarse mejor.
- ¿Estás listo, pequeño elfo? - susurró Loeyrha en su mente y el asintió – Nos vamos.
- ¿Realmente puedes camuflarte en el cielo o es teoría? - preguntó Baekhyun con la curiosidad bañando su ser.
- Ya lo comprobarás.
El invierno estaba tan cerca que él podía sentirlo desde su lugar en las nubes. Viajaron por todo el cielo alto y besaron las nubes hasta llegar al claro que Baekhyun reconocía. Tantas veces que soñó encontrar a su pareja y vivir una romántica historia de amor. Deseando siempre que lo sacara de aquel infierno que llamba familia y ahora, él estaba a punto de romper más de un vínculo. Iba a quitar una vida. Loeyrha descendió con suavidad danzando por las líneas de magia en la entrada y aterrizó como una pluma en el pasto seguro del bosque. Baekhyun bajó y tomó su arco y flecha de las patas del dragón. Acomodó su ropa mientras Chanyeol tocaba el suelo y movía sus articulaciones. No sabría nunca como un minuto era su pareja y al otro era su dragón, prefería llamarlo una maravilla.
- Hagas lo que hagas – Chanyeol tomó su mano y comenzaron a caminar – Hazlo con seguridad. Tienes todo un reino que matará por ti.
- Y yo acabaré con el mundo por la seguridad de nuestro hijo.
Caminaron a paso ligero. Baekhyun se sabía cada escondrijo y pasadizo desde que era lo suficientemente inteligente para escaparse lejos de las peleas de sus padres y de la comparación entre él y su hermano. Llevaba todas las cicatrices de sus escapidas como tatuajes en su cuerpo pero, se enorgullecía de haber encontrado a Chanyeol y que este lo aceptara con cicatrices físicas y emocionales. No permitiría que nadie le hiciera daño a Chanyeol y mucho menos a aquella semillita de amor que ambos habían plantado en su vientre.
Llegaron a la casa familiar con a luz de la luna en el medio del cielo. Tan imponente como Baekhyun la recordaba y tan desagradable. Sus paredes guardaban dentro los años más tristes de su vida lleno de torturas y lágrimas que nadie más que él y Kyungsoo podrían curar.
- ¿Sabes dónde está la mejor posición para el comedor? - susurró Chanyeol – Es ahí a dónde dispararás la primera.
Se movieron hacia un punto regular. Chanyeol cargó a Baekhyun en sus hombros y este agarró la rama del árbol más cercano. Divisó el salón de comedor y, su corazón se apretujó. Estaban sentados los tres en la mesa grande charlando animadamente mientras comían una cena deliciosa. Su padre sentado como siempre a la cabeza de la mesa portaba una sonrisa brillante y su madre contaba una historia airosa mientras ambos hombres se reían. Era una pintura familiar tan desagradable que sintió el odio rebotar en su corazón.
A diferencia de lo que todos creía, su hermano era tan asqueroso como su padre. Nunca le ayudó o le echó una mano cuando sus gritos resonaban por la casa. Permitió cada año que pisotearan su vida y, cuando pensó que finalmente tendría su apoyo al contarle su sueño, solo recibió una risa burlona. Todos en aquella casa le debían algo y Baekhyun se lo cobraría. Tenía dos flechas. Dos vidas.
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Two Moons: Kingdom [ChanBaek] (Terminada)
FantasyEra algo etéreo. La manera genuina en la que se miraban tras las cortinas con las coronas de espinas sobre la cabeza y las manos fielmente entrelazadas mientras a sus espaldas aquel lugar malvado ardía bajo las llamas del fuego de Loeyhra. A Chanye...