El funeral de la tía Sam.

4. Jueves de tertulia. (parte 1)

Funerales "Descanso yo, descansen ustedes de mí" tiene el honor de haber sido elegidos para oficiar éste gran evento, y de paso mencionar que nuestras puertas están abiertas para que usted mismo prepare todo antes de que el inevitable día llegue. Acérquese a nuestro personal y descubra, diseñe y tenga la certeza que, con nosotros su última voluntad será cumplida al pie de la letra.

Un cartel a la entrada de la funeraria ofrecía de una manera poco convencional los servicios a los "clientes potenciales", si una pizca de cerguenza, cabe mencionar, mientras se daban las 8:00 a.m. y ya las personas estaban, algunas desayunando en el restaurante y otras, siguiendo la borrachera de ayer en la barra.

Pocos se percataron de que, entre los pocos presentes que se quedaron a amanecer en el salón, acompañando los restos de Sam, se encontraba una persona hasta el rincón, observando todo y manteniendo una copa de whisky que se rellenó algunas ocasiones.

La señora Pohn llegó acompañada del resto de la familia real, no hicieron falta guardaespaldas, pues el "evento" contaba con algunos, elegidos por la propietaria de la funeraria, inclusive por la misma Sam, mientras diseñaba su funeral. Algunos de ellos eras cadeneros y "sacaborrachos" de antros que, curiosamente habían sacado a la propia Sam de algún antro o bar después de alguna pelea en la que se había visto envuelta. Estaban más que felices por la suma que se les pagó, además de comida y bebida, y entre ellos mismos se contaban las acenturas de los altercados en los que habían tenido que contener y retirar a una Sam hecha una fiera, cosa que rara vez ocurría y pocos habían visto en ella.

- Pues a mi y a éste nos tocó sacarla por que tenía en en suelo al primo del dueño del antro, por que quiso pegarle a su hermano Richie pero eran cuatro contra él, la señorita Sam se encargó de dos antes de noquear al patrón, llegamos más o menos a tiempo- dijo uno de ellos.
- Siii, y el patrón tenía tres veces el tamaño de la señorita! Hasta a mi me dieron nervios de acercarme- dijo otro.
- Pues yo la vi brincar sobre varias mesas, entrar al baño, sacar a la patrona Engfa, volverse a meter y machacar a una tipa que golpeaba a la patrona- dijo otro de ellos mientras le daba un trago a su cerveza.
- Ganó una borrachera para ella y sus amigos hasta amanecer, cortesía de la casa- dijo otro entre risas.

Chompoo abrió los ojos mientras escuchaba y jaló a su tío Richie para que escuchara. Él sólo se rió, asintió con la cabeza, le guiñó un ojo, se llevó el dedo índice en señal de "silencio" y le dijo cerca del oído - Sí, era su cumpleaños y yo la obligué a ir ese día, pero, luego te cuento, o la abuela Pohn se enojará-. Chompoo abrió más los ojos y la boca y con esa expresión siguió caminando altamente sorprendida.

A las 9:30 un orador detrás de un atril colocado al lado izquierdo de la urna y la foto inició una breve presentación:

- Señoras, señores, jóvenes, señoritas, apreciable familia real, en estos momentos será proyectado un video hecho por la misma señorita Sam a manera de despedida, posteriormente, podrán pasar a decir algunas palabras quienes tengan a bien hacerlo, y después de la hora de comida, a la que están todos invitados, iniciará la barra libre en el espacio privado, donde podrán accesar las personas que aparezcan en la lista de acceso, y en este espacio daremos una brece reseña de algunos de los objetos personales de la señorita Sam aquí exhibidos. Por favor, disdruten la estancia, que era el deseo y voluntad de la señorita, y recuerden que la permanencia es voluntaria. Quedamos a sus órdenes-.

La pantalla se encendió, una Sam bastante relajada aparecía en el sillón de su escritorio, en el estudio de su casa, una de sus gatitas en su regazo y la otra sobre el escritorio.

- Apreciable público (¡siempre quise decir esto!, le susurraba a alguien que no se lograba ver), mmmhhhjjj, mmmhhhjjj (aclaró su garganta y sonrió). Bueno, ¿para qué les hago largo y aburrido el discurso?. El asunto es que éste vídeo es para amenizarles el rato para cuando yo me haya ido., pues ya, si lo están viendo significa que me ha cargado la chingada, y estoy en camino del infierno (perdón madre, es el último coraje que te hago pasar, soporta mis palabrotas una última vez), bueno, el caso es... Ustedes están en un evento que diseñé yo, por que lo que menos quería ni quiero es tener un salón lleno de caritas tristes y lágrimas, a donde yo vaya estaré bien, y quiero que mi despedida sea por personas que genuinamente me apreciaban y yo aprecio. Quiero que celebren todo lo que hice y fui, en la manera que toqué sus vidas, y no se preocupen, si es necesario insultarme, saquen de su pecho todo lo que traigan, y si no me lo dijeron en vida, ¡qué mal! Y si lo dijeron, créanme que donde yo esté me llevo todo eso conmigo. Ya, a disfrutar y recordarme, que ya me fui y ninguna lagrima sirve, vivan ahorita que pueden, ahí les dejo un pequeño festejo, las demás instrucciones, las sabrá la gente indicada en el momento correcto... Ah! Y no... NO ME ARREPIENTO DE NADA!... Nos vemos luego!-.

Sacó la lengua, guiñó un ojo y miró a alguien susurrando "ya corta, imbécil", movió la mano en señal de despedida y el video terminó.

Chompoo, Rose, Lisa y Jenie estaban muy sorprendidas de ver de nuevo a su tía, con el mismo humor de siempre, y de inmediato pidieron copias del video, a lo que Gary respondió que "había un video y fotos especiales personalizadas para cada una de ellas, entre otras cosas, que tuvieran paciencia y que después del picnic comenzaría la entrega.

La primera en tomar el micrófono fue Engfa, la mejor amiga de Sam por más de 20 años, se conocieron desde el colegio y a pesar de que la señora Pohn estuvo en contra de esa amistad, siempre la conservaron.

- Buenos días a todos, incluyendo a algunos que, dentro de pronto, serán retirados de aquí, los dejaré terminar sus cervecitas.

Señora Pohn, mis condolencias, prometo a partir de hoy no ser mala influencia para Sam. (Unas risitas se escucharon, entre ellas las de Richie y Chompoo).

Desde que nos conocimos, Sam y yo fuimos como hermanas, nos cuidamos mutuamente, sí, su primer cigarro y su primer borracjera fue conmigo, pero siempre la cuidé de no caer en peores garras que las mías.

Sam era un pan de Dios, y no lo digo hipócritamente, y digo "era", por que la vida y algunas personitas "de las cuales aquí veo algunas", la convirtieron en una verdadera superviviente, y si alguna vez ella se comportó como una verdadera perra sin corazón fue por que probablemente la persona lo merecía, Hola Heidi, bienvenida! (Otras risitas).

Algunas de nuestras aventuras cruzaron tiempos y se convirtieron en leyenda, aunque como testigo puedo decir que sí, algunas leyendas son ciertas, otras son peores que eso, y otras son una sarta de asquerosas mentiras, reverendos homenajes a la envidia por parte de personas venenosas que se dieron a la tarea de ensuciar la reputación ya de por sí algo maltratada de mi golfa, medio puta, medio estúpida, pero de gran alma, fuerza, inteligencia y corazón de mi hermana Sam.

Y si no les pareció mi discurso, me importa poco y menos que eso, y se pueden ir al diablo (usted no, señora Pohn).

Hermana (volteó a cer la urna que contenía las cenizas de Sam), te voy a extrañar... ya te extraño, perra maldita! Nos vemos prontito, apartame un depa en tu nuevo condominio.-

Engfa, que llecaba un traje sastre negro a medida, camisa blanca y zapatos sin tacón, bajó del atril, acarició la urna, pidió su vaso de whisky y se retiró a su oficina limpiándose las lágrimas.

En el pasillo a su oficina fue interceptada por Irin.

- Engfa, ¿tienes un minuto?-
- Para tí siempre Irin, supongo que tienes mil dudas, pasa a mi oficina. ¿Gustas algo de tomar?-
- Es muy temprano, sólo jugo por favor-.
- Mamona y diva, por eso siempre fuiste la princesita de Sam-. Sonrió achinando los ojos, le dió un breve abrazo a Irin y le indicó el camino a su oficina.