13. Hace 7 meses. (Parte 1).

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Afuera de un bar en bangkok, un tipo ebrio discutía con alguien en plena calle. "¿Quién está ebrio un miércoles a las 10 de la noche?" Se preguntaba Mon. Iba saliendo de su despacho y trató de evitar la pelea, que le quedaba de camino, cuando escuchó una voz demasiado familiar.

- Mira, pedazo de asno, yo vengo llegando, tú ya te puedes largar y dejarme beber en paz antes que ponga tu ebrio trasero en ese contenedor de basura que ves allá- dijo Sam bastante molesta mientras se quitaba su saco y lo aventaba sobre su auto.
- Y ¿cómo pretendes que salga si dejaste encerrado mi auto? ¡Con ese espacio no puedo salir!- ladró el tipo lleno de furia.
- ¿no sabes manejar?, dame tus llaves y verás cómo saco esa porquería con ruedas de aquí- alegó Sam.
El tipo le avento las llaves a la cara, Sam logró atraparlas con unos reflejos envidiables, abrió el auto del tipo -Espero tu auto no tenga pulgas-, cerró de un portazo, encendió el auto y en tres movimientos lo dejó fuera del lugar.

Lo apagó, dejó la puerta abierta y se dirigió hasta el tipo ebrio. - ¿ya puedes largarte o quieres que también te lleve a casa?, aunque viendo tu estado, prefiero que no manejes tú, le dió las llaves al tipo de seguridad que estaba fuera del bar.

- Por favor, evita que éste imbécil cometa un crimen y no lo dejes conducir- dijo Sam al hombre y cuando estaba a punto de ingresar al bar, el tipo ebrio la jaló por la espalda haciéndola caer hasta la banqueta.
- ¿Y luego por qué me gano la fama de buscapleitos en los bares?- bufó para sí misma mientras se levantaba y de cinco golpes dejó al tipo en el suelo.
- Ahí eres más útil- dijo, y cuando estaba a punto de entrar al bar, vió como unos chicos molestaban a una mujer en la acera de enfrente. La rodeaban e intentaban tocarla y arrebatarle sus cosas.

Entró a su auto, sacó un arma tipo escuadra y cruzó la calle.

- ¿Quién quiere ser el primero en jugar a la "chica en problemas", señoritas?- dijo quitando el seguro del arma y apuntando a uno de ellos.

- En estos momentos yo ya debería tener un whisky en mi sistema, y por culpa de un manojo de idiotas me he puesto de mal humor, ¿entonces?, a la cuenta de tres mi dedo va a reaccionar solo y elegirá al azar., una, dos...- Obviamente los tipos se echaron a correr, Sam puso el seguro al arma y la metió al frente de su pantalón, suspiró fastidiada, se llevó la mano a acomodar su cabello desde la frente hacia atrás y al ver a la chica que acababa de sacar de problemas, misma que encontró problemas por quedarse ahí, mirando la pelea entre Sam y un ebrio., se puso blanca y empezó a tartamudear.

- Mo... M... ¡Mon!- dijo al fin y Mon se acercó temerosa a abrazarla, en cuanto la tuvo entre sus brazos, Sam cerró los ojos y la apretó fuerte contra sí.
- Gracias Sam, de verdad. No interrumpo tu plan, ve a beber, quita ese mal humor y diviértete-
- Nada de beber, ¿traes auto?, déjame llevarte, ¿cenaste ya?, ¿vienes sola?-
- Sam no es necesario yo...-
- ¿Tienes pareja?, ¿quieres que me vaya y te deje tranquila?, por favor, regálame unos minutos.
- No hay nada de que hablar Sam, y no, no tengo pareja, aunque tú si debes tenerla-
- Nadie existe si tu apareces, desde que apareciste en mi vida nadie existe ni ocupará tu lugar nunca-
- Me han dicho todo lo contrario-
- Por favor, hablemos- Sam se hincó abrazando las piernas de Mon, quien asustada la levantó y accedió a que Sam la llevara hasta su casa.

Subieron al auto de Sam, quien como siempre, le abrió la puerta de copiloto. Recogió su saco del capó de su auto y aprovechó para dar una leve patada al ebrio que seguía en la banqueta. - Gracias por aparecer, creo que ya te amo-, le dijo al inconsciente hombre y se subió a su auto. Cerró la puerta, se inclinó hacia el lado de Mon, quien movió su cuerpo y cara para evitar que Sam la besara. Sam se quedó mirándola, mientras abria la guantera y colocaba el arma ahí. Cerró la guantera y Mon se relajó un poco. Iniciaron el trayecto.

- ¿Quieres ir a cenar algo o te llevo directo a tu casa?-
- A casa, por favor-
- ¿me das la dirección?-
- Claro - y mientras Mon le daba indicaciones a Sam, ella conducía. Encendió la radio y para mala suerte la estación comenzó a tocar viejas canciones que parecían indirectas muy directas para ambas. Sam apagó el radio del auto, y Mon volvió a encenderlo segundos después.

Llegaron al destino, Sam apagó el auto, y antes que Mon abriese la puerta Sam agarró su brazo.

- Solo unos minutos, Mon. Por favor-
- Ya no somos estudiantes para hablar en el auto fuera de casa, Sam. Prometí concederte esos minutos y aunque no sé si estoy cometiendo un error, lo menos que puedo hacer es darte ese tiempo en un lugar digno de esa charla. ¿Quieres pasar?-
Sam empezó a temblar, bajó corriendo del auto y abrió la puerta de Mon, ofreciendo su mano, mano que ella rechazó mirándola con seriedad. Sam limpió polvo imaginario de su pantalón con ambas palmas de las manos mientras Mon abría la puerta de su departamento.

Ya dentro, Mon la invitó a sentarse, le ofreció agua y esta se negó. Entónces Mon apareció con una botella de whisky y dos vasos.

- Te debo ese whisky que no tomaste por defenderme - dijo, y comenzó a servir ambos vasos.- y yo necesitaré anestesia general para no molerte a golpes- terminó la frase.

Sam tomó el vaso que Mon le extendió, esperó a que ella llenara el suyo, buscó chocar los vasos y Mon preguntó el motivo.

- Por los borrachos inoportunos y los mocosos cobardes- Mon rió y chocó sus vasos.

- Sam, han pasado más de cuatro años, no creo que haya nada que remover del pasado y...-
- No quiero renover nada, cuando te vi se removió dentro de mi lo suficiente - Sam la interrumpió. - Sólo quiero que sepas mis motivos, nunca te dejé ir Mon, simplemente te evité un mal mayor, y yo era parte de la ecuación.-
- ¿¡Ah!, mira, mi guardaespaldas apareció?, ¿Quién te dijo que yo quería que me cuidaras Sam? Yo quería tu amor, no tu protección.-
- Siempre lo has tenido, pero si no te soltaba, alguien iba a acabar con mi vida, con la tuya y con varias más, la de Engfa, por ejemplo.-
- ¿Me vas a vender un cuento, Sam?, no quiero oir mentiras-
- ¿Qué ganaría si ya no te tengo?, ya ni recuperarte es una opción, sólo necesito que sepas por qué no seguí luchando por nosotras-
- Si ya habías renunciado a tu familia, no creo que hubiese algo más complicado Sam-
- Hubiese cambiado cualquier cosa por ti, y eso incluye protegerte, déjame contarte-

Sam le contó el asunto de Engfa, Torre Caliente y después de dos bofetadas de Mon al enterarse que Sam había sido bailarina exótica en la universidad y mientras ellas eran novias, se quedó llorando suave, pensando en lo que Sam le había contado y entendió muchas cosas de cuando Sam se alejó de ella.

- Te entiendo, mas no te justifico Samanun.- dijo Mon acabándose el contenido de su vaso. - No se si deba agradecerte el haber protegido mi vida, lo que no te perdono son todos estos años sin ti, eso no puedo Sam-
- Ni siquiera tu perdón merezco, lo se y no buscaba obtenerlo al contaete todo esto Mon, sólo necesitaba una oportunidad, para explicarte qué fue lo que me hizo alejarme, y no fue falta de amor ni cobardía, y ahora que me has escuchado, la que agradece soy yo. Gracias Mon, mucho éxito y felicidad en tu vida cariño. Y nuevamente, perdón.-

Sam iba hacia la puerta cuando Mon la regresó de un jalón en el brazo, la rodeó con los suyos y la apretó fuertemente.

- Ni creas que voy a dejarte conducir en ese estado Samanun Anuntrakul, te odio, no sabes las ganas que tengo de odiarte, y más ahora que con una mano en la cintura, nuevamente puensas largarte de mi vida sin más. Ten cinco gramos de madre y demuéstrame cuánto me has extrañado, por que yo no he podido, maldita sea, ¡no he podido estar bien sin ti!.-

Sam la abrazó fuerte y ese abrazo tan largo fue como salir del fondo de un océano, donde por años ambas se estuvieron ahogando en silencio. Se soltaron y Mon habló en un susurro.

- ¿Piensas largarte otra vez de mi vida? Si es así, suéltame de una vez y vete, por que si no te vas ahora, no quiero que te vayas nunca.-
- ¿Me perdonas, por favor?-
- Hasta que compongas todo el desastre que ocasionaste en mi-
- Para ello necesito ciertos permisos... ¿Volverías a ser mi novia?-
- Tonta, primero convénceme que es buena idea tenerte de vuelta, y lo decidiré después-
- ¡Hecho!- dijo Sam y la levantó hasta el sillón. Con la cara en el cuello de Sam, Mon le dijo donde estaba la habitación, Sam cambió el rumbo y se dirigió hacia allá.

El funeral de la tía Sam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora