ADVERTENCIA: ¡Contenido +18!- ¿Sam?-
Mon entró temblando a la habitación y caminó lento hacia la silueta que se dibujaba junto a la ventana. Sam abrió los brazos sin decir una palabra y Mon se arrojó contra ella, siendo envuelta por Sam.
- ¿Es un sueño?, ¿Enloquecí ya por tu ausencia?, ¡dime que no es un sueño!.-
- ¡Te extrañé tanto, amor de todas mis vidas!-
Mon comenzó a llorar y a golpear a Sam, ella la abrazó más fuerte para evitar los golpes mientras susurraba "te amo" una y otra vez. Cuando el ataque de histeria comenzó a cesar, Sam la fue acercando a la cama y suave y lentamente la sentó, hincándose frente a ella entre sus piernas.- No ha habido un sólo día en el que no me haya sentido incompleta sin ti, mi diosa perfecta-
- ¿Hasta ahora te dignas a aparecerte?, ¿Sabes cuánto he llorado por ti, Sam?, ¿Debió parecerte muy divertido fingir tu muerte, armar un teatro de tres días, causarnos tanto dolor y luego simplemente llegar de la nada, verdad?-
- La caída fue real, mi vida peligró de verdad y estuve en coma de verdad mi amor-
- Me voy, el amor de mi vida murió y yo morí de pena junto con ella-
Sam se levantó al mismo tiempo que Mon, la abrazó por la cintura, la giró, la atrapó entre sus brazos y comenzó a besarla. Mon se resistió al principio, después sus piernas comenzaron a temblar, el calor de su vientre aumentó, su respiración se aceleró y el beso se tornó salvaje por parte de ambas. Se separaron en busca de aire y el nuevo beso fue lento, doloroso y calmante a la vez.- Si no soy real y piensas marcharte, al menos suéñame de vuelta hoy- dijo Sam y eso fue suficiente para desarmar a Mon por completo. Abrazó su cuello y comenzó así otro beso en el que la batalla de sus lenguas comenzó a competir con las caricias y arañazos en las espaldas de ambas, la ropa empezó a desaparecer y salir volando hacia todos lados. Sam cargó a Mon sosteniéndola por los muslos, que se cruzaron en su cintura y sus manos fueron a amasar el trasero de Mon. Su cuello fue atacado por besos, lamidas y mordiscos, y la cama comenzó a incendiarse cuando Sam empezó a darle esa misma atención a ambos senos de Mon, alternando con una mano apretandolos mientras ella seguía rodeando la cintura de Sam con los muslos.Sus uñas comenzaron a trazar caminos rojizos en la espalda de Sam y su voz entre jadeos no dejaba de pronunciar su nombre una y otra vez.
- ¡Dios!- gimió Mon al sentir que ambas intimidades se frotaban en el punto y ritmo exáctos. Sam aferró su mano izquierda al hombro de Mon y la derecha apretó su cadera mientras aumentaba la intensidad y la velocidad. Besos y gemidos de ambas eran lo único que se escuchaba en la habitación, y el sonido de sus humedades al mezclarse.
Dos gritos sincronizados en un mismo "te amo" se dejaron escuchar al llegar ambas al mismo tiempo. Sam descansó unos minutos sobre el pecho de Mon y después bajó hasta su intimidad, donde provocó un segundo orgasmo con tres dedos de una mano y su boca atendiendo al mismo tiempo la intimidad de Mon, quien minutos después repetía en el cuerpo de Sam exáctamente el mismo tormento placentero pero en distinta posición, sentando a Sam a la orilla de la cama y colocando uno de sus muslos sobre el hombro contrario a la mano que embestía su intimidad.
Las seis de la mañana y un amanecer las encontraron dedicándose el último orgasmo mútuo, para abrazarse desnudas y dormir un par de horas, hasta que el teléfono de Mon comenzó a sonar una y otra vez. Mon contestó sin ver quien era, aún adormilada, mientras Sam se incrustaba en su espalda, rodeaba su cintura con un brazo y enterraba su cara en la nuca de Mon.
- Buenos días, ¿lista para la reunión?- Preguntó Charlotte.
- Buenos días Charlie. Estoy hecha polvo, ¿podemos reunirnos a medio día por favor?-
- Polvo el que te recetaste hasta hace poco, quiero suponer-
- No sé si golpearte o ponerte un altar Charlotte Austin.-
- Engfa aún no lo sabe, Sam no podrá salir de la casa. Nos vemos a las 2:00 en la oficina de Sam.-
- Gracias Charlie.-
- Cuídense-
Mon dejó el teléfono en la mesita de noche y se volteó a abrazar a Sam como si se fuese a evaporar en ese instante. Comenzó a besarla, tocarla, olerla, a impregnar todos sus sentidos de ella. Notó las cicatrices de su rostro, las besó, Sam sonrió con los ojos cerrados aún y entre caricias, besos y mimos volvieron a quedarse dormidas hasta las 12 del mediodía.*****************************************
Estaban terminando de desayunar y Sam terminaba de contarle lo que pasó en las últimas semanas.
- Y así me convertí en Freen Chankima- remató mientras daba el último trago a su vaso de jugo.-
- Y ¿Quién demonios es Rebecca P. Armstrong, mi vida?- Mon miró aFreen con los celos ardiendo en sus ojos.
- Rebecca Patricia Armstrong es el amor de todas mis vidas-
Mon aventó el vaso al fregadero rompiéndolo y Freen se agachó y salió corriendo hasta la recámara. Cuando Mon la alcanzó, Freen ya tenía su documentación nueva en la mano y se la ofreció extendiendo el brazo, cerrando los ojos con fuerza y encogiéndose.Mon abrió la carpeta con la documentación de Rebecca Armstrong y vió su foto en todos los documentos. Abrió la boca sorprendida y tomó despacio la mano de Freen, quien abrió los ojos lentamente mientras recibía un abrazo y un beso en la mejilla.
- Entonces, ¿Tú te estabas robando a ti misma, y yo estuve a punto de meterme a la carcel a mi misma?-
- Técnicamente mi vida-
- ¿Qué voy a hacer contigo?-
- Con un "Te amo, Freen" me conformo, Becky-
Mon rodó los ojos y abrazó a Freen.
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El funeral de la tía Sam.
FanfictionLa vida de la tía Sam siempre tuvo un ingrediente infaltable: "Escándalo". La familia real descansó un poco cuando ella decidió desaparecer un poco del ojo público. Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero, la calma a veces también suel...