El funeral de la tía Sam.

30. Un año después.

Becky ya había delegado muchas actividades en ambas empresas y ya trabajaba más desde casa, el matrimonio Chankima Armstrong viajaba mucho, y ambas estaban babeando por su sobrina: Sophia Waraha Austin, recién llegada al mundo y recibida con mucho amor y muchas tías rodeándola.

Becky inició su tratamiento a principios de 2025, y a finales del mismo año, estaban recibiendo a sus mellizos, Patricia y Angel.

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Chompoo ya viajaba sola, y más frecuentemente a Siam, por iniciativa de Mon (quien a su vez cedió derechos, asignó cargos y traspasó su herencia a "Freen y Becky"), Chompoo ya empezaba a involucrarse en ambas empresas, guiada por Richie.

- Tío Richie-
- Dime, enana-
- ¿Podría entrar a la recámara de la tía Sam?-
- ¡Claro que puedes!-
- Me gustaría que estuvieses conmigo. Desde que enviaron sus cosas de su casa al palacio, nadie ha entrado en su habitación-
-¿Buscas algo en específico, Chompoo?-
- Sí, busco sentirla más cerca. Hay días en los que la extraño mucho, pero curiosamente me siento en paz pensando en ella.-
- Está bien, saliendo de la oficina te acompaño, ¿Te parece?-
- Mejor te espero en el palacio, mañana es sábado. Después de mediodía tendremos mucho tiempo.-
- Ok. Te veo mañana-
- Te espero tío.-

Cuando entraron a la habitación de Sam en el palacio, todo estaba como ella lo dejó, a diferencia de unas cajas amontonadas en un rincón, aún sin desempacar.

- Puedes tomar lo que quieras, Chompoo, a Sam le hubiese gustado que sus cosas siguieran teniendo uso, y más por ti.-
- Gracias tío Richie-

Chompoo estaba en otro mundo curioseando las pertenencias de Sam, de las que tomó unos binoculares con visión nocturna, una chaqueta de piel que ya le quedaba perfectamente, unas gafas de sol, unos "puños de Hulk", un par de jeans desgarrados, un par de botas (pues hoy usaría la motocicleta), y una camiseta de bob esponja que al parecer era de su talla. En un año Chompoo había alcanzado la talla de Sam y aún le faltaba un par de años para crecer.

Encontró una vieja libreta con anotaciones de puño y letra de Sam, donde había datos de hoteles en varios países, eventos y festejos de cada país, listas de playas y sitios turísticos que Chompoo estaba casi segura que su tía ya había recorrido y decidió llevarla consigo. "Hasta ausente me sigues guiando, tía" pensó.

No se dió cuenta que Richie la había dejado sola hacía rato por atender una llamada y aún no volvía. Chompoo se puso la ropa de su tía y hasta un perfume que encontró y le gustó.

Al salir de la habitación de Sam casi le provoca un infarto a la abuela.

- ¡Sam!- dijo casi sin voz Pohn al ver la viva imagen de su hija bajar las escaleras.

Chompoo se quitó las gafas y corrió hasta la abuela.

- Abuela, ¿estás bien?-

Pohn abrazó a Chompoo fuertemente en silencio y lloró. Lloró de tristeza al ver que no era su Sam, aunque añoró que fuera ella y más cuando el aroma le trajo de vuelta a Sam, y lloró también con cierta alegría, al ver en su nieta una versión casi idéntica físicamente hablando de esa hija que ya no iba a volver a ver.

- No tienes idea de cuánto te amo, Chompoo- dijo Pohn.
- También te amo mucho abuela Pohn. ¿Te sientes bien?, ¿quieres que llame a un médico?-
- Estoy bien, hija. Hoy has regalado un poco de vida y alegría al corazón de tu abuela.-
- ¿Qué hice, abuela?-
- Nada, cariño, todo está bien-

Cuando Richie entró a la misma sala se quedó de piedra al ver a Chompoo vestida con la ropa de Sam.

- Pero, ¿qué...?, ¿Chompoo?-
- Tío, ¡creo que la abuela se siente un poco mal!- dijo su sobrina.
Richie miró a su madre y de inmediato entendió el motivo.

-La abuela está bien, Chompoo.- Dijo mientras la abrazaba y comenzaba a llorar también.
- Tío, ¿hice algo malo?-
- No, pequeña, al contrario "media familia se cagaría de la impresión si te ve en estos momentos"- Le susurró.

La abuela se disculpó y se retiró a su habitación, y Richie le dijo a Pohn que lo acompañara.

- ¿Quieres saber qué impresionó a la abuela, Chompoo?-
- ¡Claro que sí!- dijo ella preocupada.
- Ponte las gafas sobre la cabeza y colócate ahí- dijo Richie. Chompoo se colocó con su modo relajado junto a la escalera, sin notar siquiera la pose que estaba tomando, pues siempre había tenido los mismos gestos y modos naturalmente, nunca fingió sus posturas corporales, solía ser elegante o verse relajada y despreocupada según la ocasión.

Richie le tomó una foto con su teléfono.

- Ven conmigo- le dijo y fueron al estudio.

Richie sacó de un mueble un álbum de fotografías y lo abrió, le mostró a Chompoo la foto que le acababa de tomar, y luego le acercó el album.

Chompoo abrió los ojos como si se le fueran a salir y dijo tartamudeando: -¿Es... es la tía... ¡la tía Sam!, y... soy... yo?-

Y cayó en la cuenta del increíble parecido con su tía cuando esta era más jóven.

Intentó quitarse la chaqueta de piel pero Richie lo impidió.

- Si te enseñé no fue para hacerte sentir mal, Chompoo, más bien todo lo contrario. Sólo quise hacerte darte cuenta de tu parecido para que no te sorprendas cuando la gente, inevitablemente comience a compararte con mi hermana, y mira que estoy seguro que si te lo propones vas a hacer temblar las piernitas de más de uno o una, jajaja. Chompoo, quiero que escuches con atención lo que voy a decirte, y quiero que lo grabes en tu mente y en tu corazón, ¿ok? (Chompoo asintió en silencio). No quiero que jamás intentes compararte con Sam, y no quiero que te sientas mal ni te sientas menos cuando la gente te compare, por que lo harán, pequeña Chompoo. Jamás te sientas bajo la sombra de Sam ni de nadie más. Ella hizo su vida, tú harás la tuya, y aunque sean como dos gotas de agua, lo que menos debes sentir es culpa, o intentar compararte, y si algún día lo haces, que sea para tomar decisiones sabias acerca de tu vida.-

- Entiendo tío Richie, gracias- Chompoo lo abrazó, hizo un puchero y lloró confundida por no saber cómo sentirse, ahora que era consciente de su imágen se sentía feliz por parecerse tanto a Sam, se sentía triste por echarla de menos, la imaginaba a su lado justo ahora o saliendo ambas a la calle...