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Después de la ola de pensamientos que generó mi mente, lograron detenerse cuando ella abrió una puerta, señalandome que habíamos llegado al lugar.
Una pequeña oficina con un montón de aparatos y pantallas, había cámaras por todos lados, pude darme cuenta.

¿Que piso necesitas ver?
—Pregunte aún creyendo saber cual seria su respuesta.

Piso 4. —Volvi mi vista a ella.

Necesitas ver con quien entro tu amigo el rubio. —Dije interrogante, buscando en el computador.

Si. —Me sentía algo avergonzado, Jimin me estaba haciendo hacer el ridículo.

¿Recuerdas la hora?—Decía tecleando.

Mm....—Pensé— Alrededor de las once.

¿Día?—Volvi a preguntar.

Veintisiete. —Aclare mi garganta.

Se formó un silencio por ambos, estábamos a once de diciembre, era obvio que hablaba del veintisiete de noviembre, el día que habíamos tenido nuestro encuentro, seguí tecleando buscando la fecha. Aunque no pude evitar recordar esa noche, teniéndolo más aún a lado mío. El chico que me había llevado al cielo estaba a mi costado, oliendo a esa loción tan envolvedora de aquella noche mirándose tan guapo y deseable.

Listo, aquí esta. —Volteé, solo se acercó.

Veamos. —Dije atento.

¿Ese es tu amigo?—Lo señaló.

Si, es el. —Miraba.

Jimin salía caminando con dos chicas, la chica que era me la enseño de camino, así que de inmediato la reconocí.

Es ella. —Le informe, seguro.

¿Bere?—Volteé sorprendida.

Si, ¿qué pasa?—Volvi mi vista a ella.

Ella trabaja aquí y bueno, no sólo se ha de ver metido con tu amigo. —Informe.

Le dijo que esta embarazada, ¿como sabemos si es cierto?
—Comenté.

Si es ella, entonces no se estresen más. —Solté una pequeña risa— Es estéril.

¿Qué cosa?—Pregunte sorprendido.

Lo se porque todas las chicas llenan una hoja con toda su información, dijo que era estéril, por ello no había problema que fuera acompañante. —Exprese con una sonrisa, el se veía realmente atónito.

No puede ser, ¿entonces porque le dijo eso a mi amigo?—Exprese molesto.

Le jugo una broma o quiza le gusto, no lo se. —Eleve mis hombros.

Jimin. —Lleve una de mis manos a mi tabique, me sentía ridículo.

Espero quitarles un peso de encima. —Mantenia mi sonrisa, se veía realmente preocupado.

De la que se libro ese tonto.
—Volví a mirarla— Gracias por ayudarnos.

No es nada. —Sonreí.

Le diré que sea más cuidadoso. —Lleve mi vista a sus labios, se veía hermosa sonriendo.

Si, que no vuelvan a asustarlo así. —Nos quedamos viendo.

Entonces.... —Retrocedí— Creo es todo.

Claro. —No se porque, pero no quería que se fuera.

Gracias, de nuevo. —Medio sonreí, no quería demostrar cuanto me gustaba.

Solo asentí y el retrocedió hasta llegar a la puerta, abrió de ella y salió, sintiéndome extraña de repente.
No tarde mucho en bajar después de el.





















SHE;;;JEON JUNGKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora