𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 | Resident Evil: Village

[ XXXIII ]

Se siente el fresco de la mañana, una paz intangible y pura que permite a uno poder estar alejado un momento de todo lo malo que lo rodea.

Alejado de las pocas personas con las que se puede sentir comodo, tranquilo y que a pesar de todo acabo viendo como sus mas cercanos allegados.

Ahora mismo, en su interior siente un vacio, un vacio que contrasta con esas lejanas, recluidas ganas de vivir, de poder llevar una vida como la de cualquier see humano, poder ver los años pasar, desempeñarse mejor, crecer como persona y finalmente, ya en el letargo de sus ultimos años de vida, poder decir adios conforme con haber hecho todas las cosas que tanto pensaba hacer antes de emprender este viaje.

Antes de llegar a este valle en busca de respuestas a preguntas y rencores arrastrados a lo largo del reciente tiempo en que supo la causa de todos sus males.

La causa, que causa fue?, quien fue el responsable de que ahora el estuviera...asi?.

Fue culpa de su padre?, fue culpa de su abuelo y la retorcida idea de infectar a su hija con un virus mortal?, fue obra de ese sujeto cuyo nombre jamas supo pero que fue quien metio a alexia ashford en su cuerpo?.

De quien es la culpa?.

Es suya por haber nacido?..

Solo sabe que se esta muriendo, mañana o pasado, hoy mismo, no lo sabe pero si entiende que desaparecera.

El se encuentra sentado, solo, vacio, apatico y ajeno a toda molestia que pueda perturbar su busqueda desesperada de paz para descansar un momento.

Solo unos minutos, pide no saber nada del mundo, solo unos minutos..

Tanto cuesta?...

Valentino levanta la mirada, su mano agarra un palito pequeño y el chico lo pasa entre sus dedos mientras sus ojos miran al cielo, las nubes alla arriba, blancas y gigantes se mueven en calma en ese oceano celeste alla arriba, donde el jamas estuvo y jamas estara.

El baja la mirada, en su silencio el mira el suelo, la tierra, las hojas caidas, los arbustos, ve los arboles, sus copas verdes con sus hojas moviéndose levemente a causa del viento.

En su soledad, el puede aunque sea intentarlo, hallar ese desligue del mundo.

Su mudez ante esta situacion podrian reflejar muchas cosas.

Resignacion, cansancio, tristeza, reflexion, dolor.

Pero ninguna es la verdadera respuesta.

El chico mete la mano en su bolsillo y vuelve a sacar la pistola, pero no volvera a ponerla en su cabeza, no tiene el valor de quitarse su propia vida y se rehusa a hacerlo.

En realidad, de que serviria?, es un fenomeno, quizas su cerebro se regeneraria despues de recibir el impacto de la bala y lo que era picadillo volveria a ser un organo funcional, sin mas.

Realmente no esperaba algo diferente ya.

Era como un cuento con final ya escrito, uno amargo, duro de digerir y dificil de asimilar.

Y no todos los finales pueden ser felices.

Valentino entonces escucha algo, escucha ruidos, se rompio una rama, el se levanta, era claro que este sonido no pertenecia a ninguna obra de la natutaleza, tampoco podia ser un animal, despues de todo que animal hay vivo en este valle?.

Sus ojos miran detenidamente y con atencion cualquier tipo de movimiento, su mano esta posada en el mango del arma.

-"quien anda ahi?.."- pregunta tratando de sonar lo mas intimidante posible mientras retrocede lentamente, se escucha otro ruido y valentino, por obvias razones no se prestaria a un enfrentamiento contra quien fuera que estuviera merodeando cerca de el.